Reina
Lo que pasa con Mourinho es que es muy antip¨¢tico, y todos quer¨ªamos que ganara el Liverpool. Ni por Ben¨ªtez ni por Reina ni por los otros espa?oles del conjunto (aunque tambi¨¦n), sino porque Mourinho es muy arrogante y muy desp¨®tico, y se ha paseado por el f¨²tbol dando lecciones y burl¨¢ndose, humillando al contrario antes y despu¨¦s de haberle ganado. Ahora se ha burlado de ¨¦l el hijo de Miguel Reina, de C¨®rdoba, y, claro, todos nos hemos alegrado. Reina no se ha burlado propiamente, sino que ha hecho lo que siempre supo hacer, desde que Zubizarreta le regal¨® sus guantes. Ya entonces, y ¨¦l era un cr¨ªo de ocho a?os, su cabeza ha estado con Zubizarreta y su coraz¨®n con su padre, otro monstruo en la porter¨ªa. Unido el coraz¨®n con la cabeza, Reina desafi¨® todas las confabulaciones de Mourinho (?lo vieron, como en los tiempos de Helenio, animando a los jugadores como si estuviera en el centro de una secta?) y par¨® dos penaltis que llevaban el veneno del Chelsea pero que en sus manos se diluyeron hasta convertirse en los estertores del equipo m¨¢s caro del mundo. En Liverpool, donde todo se celebra con m¨²sica, y como dec¨ªa ayer aqu¨ª Jos¨¦ S¨¢mano, Reina es ya parte de la melod¨ªa, y alg¨²n d¨ªa, si no se diluye el recuerdo como suele pasar con las gestas de hoy en d¨ªa, Reina ser¨¢ en esa ciudad de los Beatles tan celebrado como los autores de Yesterday, o casi. La verdad es que la ¨¦pica contempor¨¢nea casi todas las cosas est¨¢n siempre a punto de chafarse, como se chafan las ostras m¨¢s bellas antes incluso de que las toques con la mano. Y los ladrones que hay en Liverpool, como los hay en cualquier sitio del mundo, acudieron a la casa del nuevo ¨ªdolo para desvalijar lo que de valor tuviera, mientras ¨¦l celebraba con otros el triunfo m¨¢s importante de su carrera. Eso pasa. El f¨²tbol es como la vida. Te retrata riendo, feliz, abrazando a tus compa?eros despu¨¦s de haberle ganado la partida a un burletero, y en otro lado la ganz¨²a impert¨¦rrita est¨¢ haciendo menos millonario o feliz al sujeto de todas las alabanzas. En la vida pasa igual: cuando est¨¢s en la cresta del windsurfing te llega un momento helado, y ya caes con todo el equipo en la sima del mar. Reina lo gan¨® todo, menos el coraz¨®n de los ladrones.
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