Frenes¨ª
Al menos una raz¨®n para el optimismo de la voluntad: si la salud democr¨¢tica de un pueblo se midiera por la cantidad y el ¨¦xito de sus convocatorias c¨ªvicas, podr¨ªamos dictaminar que estamos fuertes como robles sin chancros.
No digo que la cercan¨ªa de la campa?a electoral oficial no tenga que ver con este fen¨®meno de aceleraci¨®n ciudadana que estamos viviendo en las ¨²ltimas semanas. Es que est¨¢ bien y es justo que as¨ª sea. Porque cuando el PP cuelga la etiqueta de "electoralista" a cualquier iniciativa que se?ale los defectos de su gesti¨®n tanto en el ¨¢mbito auton¨®mico como en numerosos municipios (?y es tan f¨¢cil!) lo que hace en el fondo es delatar su poca fe en las bondades de un sistema pol¨ªtico participativo y vital. Por supuesto que todo acto es susceptible de convertirse en propaganda. Y qu¨¦. ?Desde cu¨¢ndo rechazamos que se proclamen libremente las convicciones? ?O s¨®lo se condenan las tomas de posici¨®n cuando se oponen al gobierno? Vaya injusticia, pues ir a la contra supone un esfuerzo tanto m¨¢s meritorio en cuanto no viene sustentado por ning¨²n aparato de poder: es formulando cr¨ªticas y no lamiendo culos como te arriesgas a convertirte en blanco de la implacable ira de un adversario intolerante.
Adem¨¢s, consideremos que ni un minuto de este esfuerzo computa para la jubilaci¨®n, y seguro que la mayor parte de la gente ahora movilizada disfrutar¨ªa m¨¢s paseando en bici, en el cine o en el sof¨¢ con una novela. Sin embargo, ha asumido voluntariamente deberes abundantes y fatigosos que incluso implican gastos y alg¨²n quebranto de salud.
En pocas semanas se nos ha emplazado a Trobades d'Escola Valenciana, a defender la se?al de TV3, al 25 de abril (en Almansa, nada menos), a difundir Ja en tenim prou, contra la violencia de g¨¦nero, por la sanidad p¨²blica, por la educaci¨®n, contra el accidente de Metro, a los mil y un actos de las ferias del libro de Valencia y Castell¨®n, a diversos encuentros por la libertad de expresi¨®n, a los Gestos por Carmen, a la programaci¨®n de Ca Revolta... sin contar con la ¨®pera, la liga de f¨²tbol, Dansa Val¨¨ncia y 10db en Burjassot o el balonmano femenino, que concitan sus propias fidelidades. A todo esto sin que haya empezado la campa?a electoral oficial, imag¨ªnate.
Eppur si muove. Est¨¢ claro que la proximidad de las urnas moviliza al personal, pero tambi¨¦n que tal despertar ya se ven¨ªa produciendo desde hace tiempo. Creo que casi todo el mundo recordar¨¢ alguno de aquellos actos donde la concurrencia era tan escasa que los fot¨®grafos de prensa hab¨ªan de "camuflar" piadosamente el plano para que no quedara en evidencia la escasa capacidad de convocatoria. Incluso en las universidades. Incluso a cambio de cr¨¦ditos.
Ahora, y ante la sistem¨¢tica negativa de los populares valencianos a aceptar debates p¨²blicos, los encuentros se han convertido en plataformas para la oposici¨®n, pero con llenos en el patio de butacas. Yo del gobierno Camps y dem¨¢s sat¨¦lites me lo pensar¨ªa un minuto antes de poner en circulaci¨®n absurdas acusaciones: ?no ser¨¢ que la que se junta, y no precisamente para decantar un voto de sobra decidido, es esa parte de la sociedad harta de ser agredida?
Perd¨®n: en la vor¨¢gine de acontecimientos que requieren nuestra presencia me hab¨ªa olvidado de la Copa del Am¨¦rica, glamour, mucho glamour. A este respecto, m¨¢s que certezas tengo preguntas. Mi pescadero del mercado de El Cabanyal dice que desde que empez¨® el magno acontecimiento le inspeccionan a diario, le miden el g¨¦nero con artilugios especiales y le obligan a tener la parada surtida con lo mejor de lo mejor. La duda es: ?cuando esto acabe, tambi¨¦n velar¨¢n por la salud gastron¨®mica de quienes nos quedamos?
Otra: me cuentan que un voluntario de la Copa fue requerido en hotel de cinco estrellas. Al llegar a la habitaci¨®n se le encomend¨® que se quedara con los ni?os de cierta famosilla que sal¨ªa de fiesta y quiz¨¢ "no pod¨ªa pagar" canguro profesional. La pregunta es: cuando la limpiadora de planta necesite hacer la compra o se le antoje ir al cine, ?tambi¨¦n le enviar¨¢n quien cuide de su prole? ?Y qui¨¦n pagar¨¢? ?Louis Vuitton o Rita la cantaora?
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