Ecos de Marbella
La detenci¨®n de Isabel Pantoja por presunta implicaci¨®n en un delito de blanqueo de dinero da una nueva vuelta de tuerca a la Operaci¨®n Malaya, el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n urban¨ªstica que estall¨® en Marbella en 2005. En realidad, no es una gran sorpresa. La artista estaba siendo investigada desde hac¨ªa tiempo y, sobre todo, desde que su pareja, el ex alcalde Juli¨¢n Mu?oz, ingres¨® en la c¨¢rcel en julio del a?o pasado. M¨¢s all¨¢ del derecho a la presunci¨®n de inocencia que tiene la cantante, puesta ayer por la tarde en libertad provisional bajo fianza de 90.000 euros, el peligro de esta historia es convertirla en un simple sainete de corruptelas y chismes explotado por la prensa del coraz¨®n. O a¨²n peor: que sirva para que los partidos la utilicen para sus diatribas electorales. Algunas declaraciones al respecto de dirigentes pol¨ªticos escuchadas ayer a ra¨ªz del suceso carecen de pudor.
El esc¨¢ndalo alcanza a cerca de un centenar de personas, entre ellas, adem¨¢s de Mu?oz
y Pantoja, la ¨²ltima alcaldesa, Marisol Yag¨¹e, la primera teniente de alcalde Isabel Garc¨ªa Marcos y el ex consejero de Urbanismo Juan Antonio Roca, el gran cerebro de toda esta trama, quien se calcula lleg¨® a amasar 2.400 millones de euros a base de la p¨ªcara filosof¨ªa de recibir comisiones para obtener favores municipales. Algo bien enraizado en Marbella y que, por desgracia, se va extendiendo a otros lugares del territorio hispano. Al desarrollo de esa filosof¨ªa, nacida a principios de los noventa al calor del partido del fallecido Jes¨²s Gil, han contribuido los pol¨ªticos y los empresarios locales, pero tambi¨¦n la polic¨ªa y la propia judicatura por no poner freno al desm¨¢n. Entre la barah¨²nda de la detenci¨®n de Pantoja ha pasado inadvertida la de Pedro Rom¨¢n, ex n¨²mero dos de Gil y teniente de alcalde marbell¨ª entre 1991 y 1998. Resultaba inaudito que uno de los principales ejecutores de esta maquinaria de entramados societarios, de blanqueo de capitales, comisiones y recalificaci¨®n irregular de terrenos quedara indemne.
El caso Pantoja tendr¨¢ el ruido medi¨¢tico que tuvo en su d¨ªa el del fraude fiscal de Lola Flores. Pero es una an¨¦cdota comparada con la putrefacci¨®n en la que est¨¢n envueltos no pocos gobiernos locales. Ciertamente, se han hecho progresos para frenarla tras la creaci¨®n de los fiscales anticorrupci¨®n de zona, pero ¨¦stos necesitan de m¨¢s medios, al igual que la polic¨ªa. Y los partidos, a su vez, deben consensuar un pacto de Estado con normas estrictas para acabar con esa lacra. Seguro que si lo hacen se ganar¨¢n el respeto de la opini¨®n p¨²blica.
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