"He ganado una segunda vida"

Ocho meses despu¨¦s, regresa hoy Carlos Llamas al frente de Hora 25, en la SER. El periodista, zamorano de 52 a?os, padre de dos hijos adolescentes, l¨ªder de audiencia en su franja horaria desde hace a?os, sufri¨® un c¨¢ncer; recuperado, vuelve donde sol¨ªa. Otra buena noticia para la radiotelevisi¨®n: hace unas semanas, Hilario Pino, aquejado de una afecci¨®n similar, volvi¨® a sus informativos de Tele 5, recuperado de la grave dolencia. Llamas hablaba ayer de su regreso.

Pregunta. ?C¨®mo es la vuelta?

Respuesta. Un camino gozoso. Ahora voy a comer a casa de mi madre, y antes he estado atendiendo llamadas maravillosas, de amigos, de compa?eros, que han sabido que regreso. Uno me envi¨® una pintada que vio en Col¨®n, en Madrid: "Charly, vuelve". Emocionante.

P. Ocho meses despu¨¦s, ?c¨®mo se ve aquel instante?

R. El desconocimiento de lo que es el c¨¢ncer te lleva a sentir un abismo, algo terrible. Despu¨¦s vas matizando, y el tiempo te ense?a que el singular c¨¢ncer tiene muchos plurales. Y llegas a saber que hay c¨¢nceres sociales que son peores.

P. ?Qu¨¦ reflexi¨®n se trae de este tiempo?

R. Que hemos abundado en el periodismo declarativo y que se dicen unas cosas terribles en este pa¨ªs. El nivel de encabronamiento es muy grande. Me acojona que haya palabras como balas. Pocos pol¨ªticos se plantean la noble tarea de abrir la boca para aunar, para ilusionar.

P. ?Qu¨¦ piensa hacer para que esto cambie?

R. Lo que he hecho conmigo: serenarme un poquito. Hacer llegar al ciudadano normal que lo que le decimos es s¨®lo parte de una verdad, y que ¨¦l se tiene que hacer su composici¨®n de lugar. Al final del d¨ªa me gustar¨ªa responderme con honestidad a esta pregunta: ?he ayudado a que el oyente se forme un criterio?

P. I?aki Gabilondo hizo una autocr¨ªtica cuando dej¨® la SER por Cuatro. ?Cu¨¢l es su autocr¨ªtica sobre el pasado?

R. Me la hago cada viernes, cada lunes... ?Merezco esta audiencia, qu¨¦ produzco para hacer mejor la vida de los otros? Me gustar¨ªa contribuir a que no haya trincheras, a que ¨¦ste no sea un bosque de desencuentros. No quiero ser un soldado de esa causa. Quiero contribuir a la serenidad.

P. Se fue con el 11-M como eje de la crispaci¨®n y ahora la crispaci¨®n va a estar en el vecindario...

R. Me alegr¨® que el programa de Cuatro sobre los embustes en torno al 11-M haya tenido muy buena audiencia... A Mariano Rajoy le preguntaron, en TVE, sobre eso, y dijo que todav¨ªa no sab¨ªa qu¨¦ hab¨ªa pasado. En ese programa se lo explicaban. La muerte siempre deja un misterio, pero en la medida de lo razonable desde hace mucho tiempo ya hay una certeza sobre qui¨¦nes fueron los autores de la horrible matanza. La justicia lo dir¨¢ en un auto, pero ya se sabe. ?l, Rajoy, ten¨ªa m¨¢s certeza el 13-M: dijo que hab¨ªa sido ETA.

P. ?C¨®mo se sale de una enfermedad as¨ª?

R. En la PlayStation, los chicos tienen una opci¨®n, la segunda vida. Con esto del c¨¢ncer me ocurre lo mismo. He ganado una segunda vida. Cuando lo combat¨ªa, quedaba tan lejos la bendita normalidad. Alcanzarla otra vez es un gozo. Ahora se vive la vida con una intensidad renovada.

P. Toda enfermedad tiene al fin una gratitud, y ¨¦sta es un nombre propio.

R. D¨¦jame que te d¨¦ dos. Mi ex mujer, Pilar, que vino a cuidarme como una enfermera. Y un compa?ero, Agust¨ªn Cubillo, que ya alcanza la categor¨ªa de hermano. Qu¨¦ entrega.

P. ?Una noticia que quiera dar nada m¨¢s volver?

R. Que en la mente de los terroristas ya no hay p¨®lvora. Que la investigaci¨®n sobre el c¨¢ncer hace que la esperanza sea tangible, definitiva, para tantos como yo.