El esp¨ªritu de la letra

La confusa batalla librada entre el Gobierno y el PP para que la opini¨®n comparta sus interpretaciones acerca de las dos resoluciones dictadas el pasado viernes por la Sala Especial del Supremo sobre las candidaturas electorales mu?idas por Batasuna -legalmente disuelta como partido por sentencia del 27 de marzo de 2003- prodiga las exageraciones, los sesgos y las tergiversaciones. Seg¨²n los populares, "los asesinos de ETA" regresan a los ayuntamientos por culpa del Gobierno, ya que el fiscal general y el abogado del Estado solicitaron ¨²nicamente la ilegalizaci¨®n de 133 de las 256 candidaturas de Acci¨®n Nacionalista Vasca (ANV). Pero esa sombr¨ªa generalizaci¨®n exigir¨ªa borrar de la historia que la fiscal¨ªa y los servicios jur¨ªdicos estatales impugnaron ante la Sala Especial del Supremo la inscripci¨®n en el registro de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB). Y que tambi¨¦n solicitaron -con ¨¦xito- la ilegalizaci¨®n de las 252 listas de las agrupaciones de electores presentadas bajo el r¨®tulo Abertzale Sozialistak y de m¨¢s de la mitad de las candidaturas de ANV. Por su lado, el presidente Zapatero afirma haberse atenido en sus decisiones a la letra y al esp¨ªritu de la Ley de Partidos. Pero ya dijo Ortega en Esp¨ªritu de la letra que la palabra escrita levanta "bandadas de pensamientos" en cada lector; los vuelos de esos plurales "p¨¢jaros interiores" posibilitan que la literalidad de una norma pueda ser interpretada torcidamente -conscientemente o no- por los hermeneutas.

En cualquier caso, las candidaturas de las 252 agrupaciones de electores bautizadas con el nombre de Abertzale Sozialistak -seguido con el topon¨ªmico de cada municipio- no dejaban espacio para la sorpresa: la anulaci¨®n de todas las listas estaba cantada. La presencia en las candidaturas de dirigentes de la disuelta Batasuna, su activa participaci¨®n en la recogida de firmas para constituir las agrupaciones electorales, el superfluo gui?o c¨®mplice del parentesco terminol¨®gico con el partido Abertzale Sozialisten Batasuna y la provocadora exhibici¨®n de las l¨ªneas de continuidad ideol¨®gicas con el brazo pol¨ªtico de ETA hac¨ªan tan inevitable su ilegalizaci¨®n como el agua que empapa a los ni?os cuando desaf¨ªan al barrendero con la monserga "la manga riega, aqu¨ª no llega, y si llegara, no me mojara".

Por lo dem¨¢s, las 256 candidaturas presentadas por Acci¨®n Nacionalista Vasca (ANV) plantean un complejo problema jur¨ªdico que no quedar¨¢ cerrado hasta que el Constitucional dicte sentencia. Creado en 1930 como una escisi¨®n modernizadora y laica del PNV, las siglas del partido fueron inscritas en 1977 en el registro sin filiaci¨®n clara de familia ideol¨®gica con su predecesor: integrado en la coalici¨®n Herri Batasuna de 1978 a 2001, existen indicios de que hoy sirve de instrumento a sus antiguos socios. La Sala Especial del Supremo anul¨® las 133 candidaturas impugnadas de ANV pero no acept¨® cursar el pleito como si se tratara de agrupaciones de electores sometidas al recurso contencioso electoral; el procedimiento fue reconducido a la v¨ªa del art¨ªculo 12 de la Ley de Partidos: la utilizaci¨®n en fraude de ley y con abuso de personalidad jur¨ªdica de un partido inscrito en el registro para que contin¨²e la actividad de otro ilegalizado.

El auto del Supremo anul¨® las 133 candidaturas de ANV por reunir los requisitos que la Ley de Partidos y la jurisprudencia exigen para probar la continuidad con la actividad y los objetivos de la disuelta Batasuna. Pero la resoluci¨®n de la Sala Especial incluye tambi¨¦n una reticente alusi¨®n a las razones que impidieron por principio al tribunal extender su escrutinio a la eventual nulidad de las 123 candidaturas restantes y "mucho menos a la solicitud de ilegalizaci¨®n" de ANV: los magistrados estaban obligados a circunscribir su ¨¢mbito de enjuiciamiento a las peticiones de las partes demandantes, de acuerdo con las exigencias del principio dispositivo procesal. El esp¨ªritu de la letra de la Ley de Partidos, sin embargo, hace sospechar que las 123 candidaturas restantes de ANV -Batasuna gobern¨® con alcaldes propios una cuarentena de esos municipios- tambi¨¦n habr¨ªan sido anuladas si lo hubiesen solicitado oportunamente el Gobierno y el fiscal general. Parece altamente improbable, en cualquier caso, que la presencia de la izquierda abertzale en esos ayuntamientos sirva para que ETA renuncie a sus criminales amenazas.