Pl¨¢cida faena del Sevilla

La Copa es una competici¨®n generosa por lo extremo de su naturaleza, porque obliga a buscar el gol a¨²n en la derrota por el peso que le proporciona. Ahora bien, por lo mismo que depara enfrentamientos a cara de perro, deja algunos nonatos.

El de ayer era uno de esos. La abultada victoria (0-3) del Sevilla en Riazor hab¨ªa dejado el encuentro en la inoportunidad. El Sevilla se lam¨ªa las heridas de la derrota liguera en el Bernab¨¦u que le alej¨® sustancialmente del primero y m¨¢s valorado de sus todav¨ªa tres objetivos: la Liga. Lo que le queda por luchar en esa disputa, pasa por ganar el s¨¢bado al Recreativo de Huelva. M¨¢s o menos 36 horas despu¨¦s de que finalice el citado encuentro, los sevillistas despegar¨¢n camino de Glasgow, donde el mi¨¦rcoles disputar¨¢n al Espanyol el t¨ªtulo de campe¨®n de la Copa de la UEFA. Total que entre lo pasado y lo que viene, el partido de anoche era poco m¨¢s que imperativo de la competici¨®n. La actualidad del Sevilla es tan brillante que opaca gran parte de su historia. As¨ª, ni siquiera el hecho de que el Sevilla no se hubiera clasificado para una final de la Copa desde 1962 le dio vidilla al asunto.

Por su parte, al Deportivo, que ya ven¨ªa al trote, le quitaron las ganas muy prontito. Antes de saltar al c¨¦sped, los deportivistas ten¨ªan que meter tres goles para tener algo que decir en la eliminatoria. A los dos minutos, ya eran cuatro; y a la media hora, cinco. Adem¨¢s, sobre el c¨¦sped no se bajaba de los 30 grados.

El primer protagonista del encuentro fue el sevillista Duda. El portugu¨¦s hizo por primera vez una de las cosas por las que el Sevilla le convenci¨® para dejar el M¨¢laga. Duda emboc¨® una falta directa al borde del ¨¢rea. Juande Ramos quer¨ªa un especialista para ese tipo de lances. Lo malo es que ¨¦ste no ha sido capaz de ganarse un puesto en el equipo, ni casi entrar en las rotaciones de las que gusta con frecuencia el entrenador sevillista. Duda gan¨® algo de prestigio en la vuelta de la semifinal de la Copa de la UEFA contra Osasuna, el pasado jueves. Ayer, el portugu¨¦s madrug¨® para reivindicarse.

Con la inevitable presencia de Palop y Alves, la alineaci¨®n titular sevillista era una mezcla entre fijos y meritorios. Con el primer gol, Juande decidi¨® darle el alegr¨®n del debut en el primer equipo al jovenc¨ªsimo argentino Fazio, un gigant¨®n de 1,95 y 19 a?os que se foguea como mediocentro en el Sevilla B.

Obvia decir que el encuentro se disput¨® a velocidad de amistoso. Pero ni siquiera con las expectativas que despiertan los partidos de ensayo previos al arranque de la temporada. Uno de los que m¨¢s en serio se tom¨® las cosas fue Chevant¨®n. El que llegara como fichaje estrella para la delantera sevillista no hace rehenes. Sabe que necesita del gol para reivindicar su jerarqu¨ªa dentro del equipo o lo que a¨²n pueda recuperar de la misma. Chevant¨®n no se sali¨® del gui¨®n habitual de sus intervenciones. Marcar, marc¨®. Adem¨¢s con un golazo, primero con un regate a un contrario al dejar pasar un pase de pared de Alves en la frontal y despu¨¦s con un chut cruzado. No pudo dejar de fallar sus dos oportunidades clar¨ªsimas. El Sevilla lleg¨® a ayer a su primera final de Copa en 45 a?os, otro logro de un ejercicio colosal en el presente curso. Lo malo para el partido de ayer, es que ya lo hab¨ªa conseguido antes, dos semanas antes.