"Tengo que devolver al PP la ilusi¨®n y, si es posible, los votos"
El PP perdi¨® la alcald¨ªa de Lugo en 1999 y, desde entonces, trata de buscar el candidato que pueda dar batalla al socialista Xos¨¦ L¨®pez Orozco. Tras la ca¨ªda en picado, el PP opt¨® por recuperar al hombre que en su d¨ªa disfrut¨® de la primera mayor¨ªa absoluta en el Ayuntamiento, Joaqu¨ªn Garc¨ªa D¨ªez (Ferrol, 1954), quien regresa ilusionado y con convicci¨®n. La salida de este bi¨®logo del consistorio lugu¨¦s fue pol¨¦mica y, a¨²n a d¨ªa de hoy, no parece convenientemente aclarada. ?l la justific¨® por cuestiones personales, aunque la mayor¨ªa la atribuyeron a un enfrentamiento personal con el por aquel entonces presidente provincial del partido, Francisco Cacharro Pardo, cuya relaciones con ¨¦l, seg¨²n confiesa, "no existen".
"Es posible que existieran diferencias en el PP de Lugo, pero las heridas, si las hubo, se est¨¢n dejando de lado y se perciben ganas de colaborar"
"Orozco se comprometi¨® ya en dos ocasiones a ejecutar realizaciones muy concretas que, a d¨ªa de hoy, nadie las puede ver. Por eso no es cre¨ªble"
Pregunta. Tard¨® bastante en decidirse a ser candidato.
Respuesta. Es l¨®gico que uno, habiendo cerrado ese cap¨ªtulo de su vida, encuentre razones para matizarlo. Pero fueron muchas las personas que me persuadieron de que era importante volver a dar este paso. El partido entend¨ªa que yo era el candidato que ten¨ªa mejores opciones para recuperar la alcald¨ªa y que era apreciado y valorado por la ciudadan¨ªa.
P. En 1999, cuando todo el mundo pensaba que repetir¨ªa como candidato, no lo hizo y las explicaciones no fueron del todo claras. ?Qu¨¦ pas¨® realmente?
R. Aunque el presidente del partido, por aquel entonces Francisco Cacharro, me hab¨ªa pedido que continuara, yo declin¨¦ el ofrecimiento por razones estrictamente personales. En realidad, lo que hice fue poner en un plato de la balanza las cuestiones que me deber¨ªan llevar a repetir y en otro las contrarias. Al final pesaron m¨¢s las que me recomendaban dejarlo. A lo mejor me equivoqu¨¦.
P. ?Los que pensaban que lo dej¨® por diferencias personales con Cacharro estaban equivocados?
R. Nunca he pensado que quienes opinaban de esa manera estuvieran totalmente equivocadas. Siempre hay algunas razones que pueden acercarse a esas que se acaban de citar. A lo mejor es una de las que puse encima de uno de los platos de la balanza, pero no necesariamente la m¨¢s importante.
P. Dej¨® el partido con 13 concejales y ahora lo recoge con 9. ?Qu¨¦ pas¨® en este tiempo para que el PP perdiera cada vez m¨¢s protagonismo?.
R. Desde 1999, cuando se consum¨® la p¨¦rdida de la alcald¨ªa, se produjo una situaci¨®n de cierto pesimismo. A partir de ah¨ª hubo acontecimientos en la vida del partido, a nivel nacional y local, que han hecho que no pas¨¢ramos por los mejores d¨ªas y que la gente, de alguna forma, abandonara su confianza en el PP. Ahora nos toca, en alguna medida, restablecerla. Yo, apoy¨¢ndome en todos, tengo que devolver por lo menos la ilusi¨®n y, si puede ser, tambi¨¦n los votos. Pero la ilusi¨®n ya es algo muy importante.
P. ?Cree posible contar con el apoyo de todos en el PP, pese a la divisi¨®n entre los partidarios de Cacharro y el sector oficial?.
R. Es posible que existieran diferencias, pero, a d¨ªa de hoy, pienso que las heridas, si las hubo, se est¨¢n dejando de lado y se perciben m¨¢s ganas de colaborar por encima, incluso, de las leg¨ªtimas discrepancias.
P. ?Por qu¨¦ no se debe votar al actual alcalde?.
R. Un pol¨ªtico se debe medir por el grado de cumplimiento de sus compromisos. Y el actual alcalde se comprometi¨® ya en dos ocasiones a ejecutar realizaciones muy concretas que, a d¨ªa de hoy, nadie las puede ver, pese a que ten¨ªan plazo. Una persona que es incapaz de cumplir con sus propios compromisos dif¨ªcilmente puede ser cre¨ªble.
P. ?Qu¨¦ dos cuestiones destacar¨ªa de su programa?
R. Me gustar¨ªa dar continuidad a la rehabilitaci¨®n del casco hist¨®rico que ya se hab¨ªa iniciado en nuestra etapa y que tiene que ser otro de los motores del turismo. Tambi¨¦n nos queremos volcar con las personas mayores, porque el 20% de nuestra poblaci¨®n est¨¢ por encima de los 65 a?os.
P. Cuando lleg¨® a la alcald¨ªa redujo los gastos de la tradicional comida del Corpus. ?Qu¨¦ gasto eliminar¨ªa ahora?.
R. Sin duda los gastos en propaganda. En los ¨²ltimos a?os hubo mucha propaganda que perfectamente se puede sustituir por acciones sociales.
P. ?Se conformar¨ªa con que Orozco no revalidara la mayor¨ªa?
R. No me tengo que conformar con nada. Lo ¨²nico que quiero es que los lucenses elijan entre un proyecto para cuatro a?os y la otra opci¨®n que, probablemente, pase por un gobierno de coalici¨®n con un resultado muy parecido a lo que est¨¢ sucediendo en la Xunta, donde BNG y PSOE mantienen una relaci¨®n a golpes todos los d¨ªas, sin gobernar. La opci¨®n de Orozco con mayor¨ªa no existe.
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