El reloj del mill¨®n de euros
Legan¨¦s inaugura un carill¨®n de aut¨®matas construido por un relojero suizo
"Ser¨¢s testigo de algo ¨²nico, ?te lo vas a perder?". Una pancarta enorme, roja, de letras blancas, ha cubierto durante d¨ªas la trasera del nuevo Ayuntamiento de Legan¨¦s (187.000 habitantes), convocando con el misterio a los ciudadanos. Ayer se desvel¨® el espect¨¢culo, que se repetir¨¢ d¨ªa tras d¨ªa en la plaza Mayor: un reloj de aut¨®matas de grandes proporciones que ha instalado la Empresa Municipal del Suelo de Legan¨¦s (Emsule) se puso en marcha, y su corte de seis enormes figuras hizo su primer pase¨ªllo delante del p¨²blico a las 22.00.
El reloj, con todo lo que lleva -las campanas fundidas en Holanda, la maquinaria francesa del XIX que ha sido restaurada y los automatismos controlados por ordenador- ha costado a Legan¨¦s un mill¨®n de euros.
"Pero ojo, no a Legan¨¦s, porque a la gente no le ha costado un duro, ya que lo hemos pagado con los beneficios de Emsule, que adem¨¢s de proyectar y construir 3.000 viviendas sociales, da beneficios", precisa su impulsor, el primer teniente de alcalde y presidente de Emsule, Ra¨²l Calle. El municipio de Legan¨¦s est¨¢ gobernado por una coalici¨®n de PSOE e Izquierda Unida.
El reloj monumental no har¨¢ tic tac, pero los aut¨®matas saldr¨¢n a piruetear a las 14.00 y a las 20.00 (a las 18.00 en invierno). Seguir¨¢n el ritmo de 28 campanas que tocan 120 melod¨ªas. Un espect¨¢culo de intensidad sonora en tres minutos.
Lo que ayer se inaugur¨® en Legan¨¦s es "una apuesta para llevar el turismo al cintur¨®n sur", se?ala Calle. El conjunto lo forman los robots que ir¨¢n apareciendo por unos ra¨ªles, un carill¨®n y un reloj franc¨¦s del siglo XIX que s¨®lo se ver¨¢ cuando se visite la instalaci¨®n.
Primero sale Joaqu¨ªn Sabina -dicen que se parece- transmutado en macero medieval, un heraldo. Tras su anuncio de lo que sigue, surge una mujerona de traje rojo y amplio escote, todo en fibra de vidrio. "El artesano quer¨ªa que fuera una bailarina de ballet pero le explicamos que quedar¨ªa mejor una goyesca", recuerda Calle. El relojero despistado es Jean Fran?ois Junod, suizo de Sainte-Croix, en el cant¨®n franc¨®fono de Vaud. Est¨¢ considerado como uno de los mejores del mundo en su especialidad en ese pa¨ªs de relojeros.
Tras la goyesca -"as¨ª, grandota, para que se vea bien desde la plaza", cuenta otro pol¨ªtico para glosar sus pechos abundantes-, "representaci¨®n de lo espa?ol", a?ade Calle, que es el candidato de IU para las pr¨®ximas elecciones, aparece un caballo, s¨ªmbolo de lealtad y elegancia. El ¨¦quido roza los tres metros de altura y pesa 250 kilos por las ruedas dentadas y motores que lo animan.
Las figuras pretenden ser un compendio po¨¦tico de Legan¨¦s, seg¨²n sus responsables, que eligieron un chaval con los colores de su equipo de f¨²tbol y una chica rubia jugando al bal¨®n para la tercera composici¨®n del desfile. Los ni?os se tiran la pelota para dejar claro que la ciudad "apuesta por el deporte".
Calle sostiene que los pepineros -gentilicio cari?oso de Legan¨¦s que recuerda las huertas que rodeaban el que fue pueblo antes que ciudad- son los m¨¢s longevos de Europa, por lo que una vieja cierra la parada de aut¨®matas. Junod propuso una anciana vestida de negro, pero no gust¨®, por lo que se le pidi¨® que llevara un delantal amarillo y un aspecto "menos de bruja", se r¨ªen en el Consistorio. Al final la mujer ha quedado con aspecto de abuelita bondadosa de cuento cursi anglosaj¨®n, con bolso, gafitas y bast¨®n.
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