"En la banalidad est¨¢ la magia"
Juan Carlos Rulfo presenta en Espa?a su ¨²ltimo documental, 'En el hoyo'
Juan Carlos Rulfo (M¨¦xico DF, 1964) andaba remoloneando, sin decidir qu¨¦ hacer con su futuro, hasta que un d¨ªa muri¨® su padre, el escritor Juan Rulfo. Era 1986. "Entonces me qued¨® claro que las cosas se van y que el tiempo nunca es suficiente. Y empec¨¦ a buscar personajes que ten¨ªan que ver con la memoria, con la vida de mi padre, con el espacio en el que mi padre hab¨ªa vivido. Creo que ¨¦l fue el pretexto para empezar a hacer cine".
El director ha visitado Madrid para participar como jurado en Documenta Madrid, el festival de documentales que anunciar¨¢ hoy el palmar¨¦s de su cuarta edici¨®n. Tambi¨¦n, para presentar su ¨²ltimo largometraje documental, En el hoyo, un acercamiento a los sue?os, alegr¨ªas y sufrimientos de un grupo de obreros que, en 2004, trabaj¨® en la construcci¨®n de un segundo piso en el anillo perif¨¦rico de la capital mexicana. La pel¨ªcula se estrenar¨¢ en los cines de Madrid y Barcelona el pr¨®ximo 25 de mayo.
"Despu¨¦s de su muerte, creo que mi padre fue el pretexto para empezar a hacer cine"
Rulfo pas¨® muchas horas "platicando de tacos, de viejas y, sobre todo, de amores", con esos trabajadores venidos del campo, emigrantes, para contar un mosaico de vidas que gan¨® el premio al mejor documental internacional en la edici¨®n de Sundance de 2006. El rodaje coincidi¨® con un periodo de elecciones, pero Rulfo se resisti¨® a hacer un documental pol¨ªtico, de denuncia de la corrupci¨®n: "Quer¨ªa contar algo m¨¢s, que esos personajes, m¨¢s all¨¢ de ser v¨ªctimas del espacio pol¨ªtico-social de un momento, representan quiz¨¢ la idiosincrasia del pa¨ªs..., quiz¨¢ del mundo".
El cineasta us¨®, para editar y tejer sus historias, lo que ¨¦l llama la "teor¨ªa del mu¨¦gano", un dulce a base de miel que sirve de amalgama a trocitos de pasta. "Son como pelotitas que van en masa en un cami¨®n, que se mueven constantemente", explica. "Una idea lleva a la otra. Es como la historia del gusanito que se come la hierba, pero la hierba es verde, y el verde es un color que te da la vida... Las ideas eran muy variadas y banales, y en esa banalidad est¨¢ la magia".
Rulfo, que no se considera "cuentero" porque no cree tener mucho que decir "a nivel imaginativo", prefiere "agarrar el cuento de los dem¨¢s" y busca "pretextos" que le permitan contar historias que est¨¢n ah¨ª y que surgen en el curso de largas conversaciones con sus personajes. Tras la muerte de su padre, su madre, Clara Aparicio, le inst¨® a indagar en sus ra¨ªces. "Me dijo: '?Por qu¨¦ no vas al sur de Jalisco a ver si alguien se acuerda de tu padre?'. Y as¨ª es tambi¨¦n como empieza la novela de mi padre: 'Vine a Comala porque me dijeron que ac¨¢ viv¨ªa mi padre, un tal Pedro P¨¢ramo". Su primer trabajo cinematogr¨¢fico, sin embargo, El abuelo Cheno y otras historias (1995), fue un intento de reconstruir la vida de su abuelo, asesinado en 1925 en el violento M¨¦xico posrrevolucionario, a trav¨¦s de los recuerdos de los "viejitos" que lo pudieron conocer en Apulco, localidad del Estado de Jalisco donde se encontraba la hacienda familiar. Ah¨ª, seg¨²n cont¨® el pasado martes en una clase magistral que imparti¨® en la Casa de Am¨¦rica de Madrid, descubri¨® que se mov¨ªan seg¨²n la "teor¨ªa del infinito". "Es como un ocho tumbado. Les preguntaba por mi abuelo, pero luego se iban y contaban otra cosa, y al rato volv¨ªan a tocar el punto, pero luego se iban a otra cosa".
Rulfo se dio cuenta de que muy pocos en Apulco ten¨ªan una memoria clara de su padre. De ah¨ª surgi¨® su segundo documental, Del olvido al no me acuerdo (1999). "Con todo, es una biograf¨ªa hecha desde la madre tierra que le vio nacer, desde el espacio y el tiempo que ¨¦sta construye", se?al¨® el director. "Con esos viejitos, era un pretexto que me hablasen de mi padre, pero en realidad lo que quer¨ªa es que me hablaran de la vida. El chiste es que no me hablan de ¨¦l, pero al final est¨¢n hablando de mi padre".
Babelia
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