El cobrador del frac viste de alquiler
Es bueno que las familias se endeuden un poco: quiere decir que han dejado de guardar el dinero en la maceta del recibidor. Pero un exceso de endeudamiento familiar suele disparar las alarmas de los analistas financieros. M¨¢s que nada por si la gente empieza a no pagar la letra del piso: todo endeudado es ante todo un aspirante a moroso (no amoroso), y dado el tsunami hipotecario que nos anega, si llega una crisis no habr¨¢ suficientes fracs en la piel de toro para llamar a tanta puerta, enderezar tanto entuerto y convertir a tanto pagano.
En Espa?a se alquila poco piso, nos repiten sin cesar los expertos. La oferta de alquiler es parca y poco agraciada, y los propietarios padecen a¨²n el horror vacui de los tiempos anteriores a la Ley de Arrendamientos Urbanos (1994), cuando un inquilino "de renta antigua", que se dec¨ªa, pod¨ªa seguir pagando 1.000 pesetas al mes por un piso de 150 metros cuadrados con vistas al Hyde Park (ponga ah¨ª cada uno el espacio verde m¨¢s bonito de su ciudad), y eso en caso de que le diera por pagarlas, porque ni fracs se ve¨ªan en la ¨¦poca.
?Qu¨¦ dicen las cifras? En primer lugar, que la "oferta de alquiler" no es en absoluto insensible a la demanda: los dos lugares de toda Espa?a con un mayor porcentaje de "hogares con vivienda en alquiler" (es decir, de familias y no meramente de inquilinos sueltos) son Melilla (28,2%) y Ceuta (20,5%). En segundo lugar, que la mejor estrategia para no casarse por lo hipotecario (un v¨ªnculo que no hay Dios que separe tras haberlo unido el hombre) es vivir en una isla: tras Ceuta y Melilla, las familias de alquiler brillan sin competencia en las Islas Baleares (20,2%) y en Las Palmas (18%).
Y no adjudiquen esto autom¨¢ticamente a alg¨²n tipo de mercado tur¨ªstico mal contabilizado (recuerden que hablamos de "hogares" de alquiler), porque a continuaci¨®n no aparecen la Costa del Sol o las R¨ªas Baixas: aparece Barcelona, con el 17,9%. Y tampoco achaquen esto otro al efecto gran ciudad, porque Madrid sale muchos puestos m¨¢s abajo con un embarazoso 13,8%.
En el otro extremo, las seis provincias que menos alquilan configuran un singular consorcio: Ja¨¦n es la que menos (6,1%: en tierra de olivos no alquila nadie), con ?vila y Ciudad Real importun¨¢ndola a corta distancia de su rueda (6,4%) y con ?lava, Vizcaya y Teruel (6,9%) cerrando el pelot¨®n de los descolgados. La raz¨®n de estas cifras bajas tiene, probablemente, mucha m¨¢s relaci¨®n con la escasa demanda de alquiler en estas zonas que con cualquier otro factor (y por tanto no tiene por qu¨¦ correlacionarse con el endeudamiento familiar).
Mi corresponsal Eduardo (http://blogs.elpais.com/ javier_sampedro/) propuso el otro d¨ªa un programa estrat¨¦gico para reducir la discrepancia entre el n¨²mero de hogares y de viviendas -es decir, de pisos vac¨ªos, semiabandonados o en tr¨¢mites especulativos- que tiene mucha relevancia para el asunto que nos ocupa. Consiste en: "(1) crear oficinas p¨²blicas de alquiler que funcionen y en las que los propietarios de viviendas no aprovechadas puedan confiar. Y (2) mejorar el tratamiento fiscal del alquiler para ambos (arrendatario e inquilino) y construir m¨¢s viviendas sociales, destinadas ¨²nicamente a alquileres asequibles". As¨ª de f¨¢cil. Eduardo defiende tambi¨¦n los minipisos Trujillo "aunque reconozca que es un chollo para los humoristas, me parece..." extraordinaria, creo que dijo.
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