Colmenas amenazadas
Cient¨ªficos espa?oles descubren que un par¨¢sito asi¨¢tico es la causa de la desaparici¨®n de numerosas colonias de abejas
Un par¨¢sito procedente de Asia, el Nosema ceranae, est¨¢ poniendo en riesgo a la mitad de las colmenas espa?olas -y ha acabado ya con una cuarta parte de las de Estados Unidos-, aquejadas por el denominado "s¨ªndrome de despoblamiento". En el Centro Ap¨ªcola de Castilla-La Mancha llevan siete a?os trabajando para dar con el origen del mal que aqueja a las colmenas y que las aniquila en tan s¨®lo unos meses. La alerta fue dada hace dos a?os por un grupo de cient¨ªficos espa?oles, despu¨¦s de conseguir identificar al causante, un microorganismo que se convierte en par¨¢sito de la Apis mellifera, la abeja productora de miel.
Los investigadores espa?oles remitieron en octubre de 2005 al Ministerio de Agricultura un informe en el que se advert¨ªa de la presencia del par¨¢sito, al que apuntaban como el origen del problema. Para ello analizaron miles de an¨¢lisis de muestras procedentes no s¨®lo de Espa?a, sino de Suiza, Eslovenia, o Argentina. Ahora que el s¨ªndrome ha llegado a Estados Unidos, las miradas se dirigen a los investigadores de este centro situado en Marchamalo, un pueblo de Guadalajara, que hace dos a?os apunt¨® la soluci¨®n: un antibi¨®tico que se invent¨® hace 60, la fumagilina. "Los americanos han creado la alarma, han lanzado la hip¨®tesis, y ahora ya empiezan a apuntar al descubrimiento espa?ol", dice Mariano Higes, coordinador del grupo de investigaci¨®n del Centro Ap¨ªcola Regional.
El Centro Ap¨ªcola de Castilla-La Mancha hizo el hallazgo en 2005, pero nadie les hizo caso
El Nosema ceranae fue descrito en China, pero no se le hab¨ªa prestado atenci¨®n porque se pensaba que no era pat¨®geno para las abejas. Su origen es China, pero all¨ª, asegura, "est¨¢n en equilibrio con su hospedador; cuando el hospedador no tiene ning¨²n mecanismo de control de estos par¨¢sitos ex¨®ticos, act¨²a con gran virulencia y puede diezmar las abejas". De momento se sigue investigando c¨®mo pudo llegar hasta Espa?a, aunque se apunta a que "hay intercambio de colmenas, y de material biol¨®gico".
El problema es "realmente grave" afirma Higes, al tiempo que se lamenta de que nadie les hiciera caso hace dos a?os acus¨¢ndoles de alarmistas. "Somos cient¨ªficos, somos gente de universidad y nuestra intenci¨®n no es alarmar sino solucionar problemas. Lo que nos llena de desconsuelo es que haya tenido que llegar el par¨¢sito a Estados Unidos para que se haya dado credibilidad a nuestro trabajo".
Los cient¨ªficos espa?oles han resuelto un enigma para el que hab¨ªa m¨²ltiples hip¨®tesis. En un primer momento se apunt¨® a los pesticidas de uso agr¨ªcola como causa, pero daba igual que las colmenas estuvieran en zonas de valle o de monta?a, cerca o lejos de cultivos, porque les afectaba de la misma manera. "El problema de los pesticidas es real, son t¨®xicos para las abejas, pero no est¨¢n detr¨¢s del despoblamiento", afirma Higes. Otras teor¨ªas apuntaban a las ondas de telefon¨ªa. Los que m¨¢s cerca estaban fueron quienes sospecharon de un par¨¢sito tradicional de las abejas, el Nosema apis, pero los an¨¢lisis de ADN han descartado esta teor¨ªa.
Ahora, al rebufo de la alarma procedente de EE UU, los cient¨ªficos del Centro Ap¨ªcola de Castilla-La Mancha han visto reconocidos sus esfuerzos. Un trabajo en el que no han estado solos. Higes insiste en mencionar al equipo del Departamento de Sanidad Animal I de la Facultad de Veterinaria de Madrid, el Departamento de Qu¨ªmica Anal¨ªtica de la Universidad de Valladolid, el equipo de parasitolog¨ªa de la Facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo CEU y especialistas del laboratorio de ADN de la Polic¨ªa Cient¨ªfica de Madrid, que en esta ocasi¨®n les han ayudado a seguir la pista a las abejas.
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