Viaje de cambio

Mis d¨ªas como sospechoso (RD Editores), que se presenta en la Feria del Libro de Sevilla, narra un viaje en dos partes. Ida y vuelta de un "trayecto vital". El resultado de pasar casi un a?o por Europa, Ocean¨ªa y Asia y durante el cual Jos¨¦ Salvador Guti¨¦rrez (Ja¨¦n, 1973) dio un giro a su vida.

Tras licenciarse en Ciencias Econ¨®micas y Empresariales, Guti¨¦rrez trabaj¨® en diversas empresas de consultor¨ªa (Andersen Consulting, Ernst & Young). Se hab¨ªa mudado 13 veces de casa a los 28 a?os y poco despu¨¦s de los 30 marchaba sin rumbo fijo, sin planes, sin saber d¨®nde dormir¨ªa al d¨ªa siguiente. El autor parti¨® de Sevilla sin fecha de regreso. S¨ª llevaba una antolog¨ªa de Benedetti en la mochila, un mapa del mundo y una direcci¨®n mal escrita en un papel. Primer destino: Melbourne (Australia). En ese pa¨ªs estuvo cinco meses. Otros cinco dur¨® el camino de regreso, con la intenci¨®n de hacerlo sin subir a un avi¨®n.

El libro es el resultado de los textos que enviaba a sus amigos. En los primeros cap¨ªtulos se adivina al turista deslumbrado, unas palabras que van convirti¨¦ndose en las reflexiones de un viajero. "Es la cr¨®nica visual de un viaje, pero tambi¨¦n es un viaje interior", explica Guti¨¦rrez, "los primeros meses tuve que perder el entrenamiento que ten¨ªa de horarios, el enfoque occidental de productividad; el libro refleja ese cambio".

La lectura le acompa?¨® en su viaje, intercambiando libros en hostales con otros mochileros. Y el reflejo de esas lecturas ha quedado como testimonio en las citas que acompa?an los cap¨ªtulos de su libro. Rimbaud, Auster, Neruda, Rilke. Escritores que asegura le encontraban en su caminar.

Guti¨¦rrez dice que Jack Kerouac escribe "pateando y vomitando las palabras". ?l las escribe "rumiando", coge ideas al vuelo, las dispersa, se aleja, "y lo curioso es volver a ellas", explica. De las notas que tomaba en su cuaderno, en servilletas, "en cualquier sitio", relata su experiencia de los lugares m¨¢s diversos.

Antes de iniciar el viaje, Guti¨¦rrez se encontr¨® con tres tipos de personas: las que pensaban que estaba loco, las que hab¨ªan hecho algo similar, y las que deseaban, como ¨¦l, poder iniciar un viaje sin fecha de vuelta. "Espero que a alguien le sirva para viajar, para conocer cosas que no ha conocido, que sea un divertimento", dice, "ojal¨¢ que alguien encuentre un impulso en este libro".