?Eureka! Es Arist¨®teles
Hallado un comentario a las 'Categor¨ªas' del fil¨®sofo griego en el 'palimpsesto de Arqu¨ªmedes'
Primero fue la ciencia, luego la pol¨ªtica, finalmente, la filosof¨ªa. No es el orden de creaci¨®n dispuesto por alguna caprichosa deidad, sino la secuencia de hallazgos que han hecho del denominado Palimpsesto de Arqu¨ªmedes, sometido a exhaustivo an¨¢lisis en Estados Unidos, m¨¢s que un manuscrito, una minibiblioteca cl¨¢sica ambulante.
Se tiene la certeza de que el escriba realiz¨® su tarea en el ¨²ltimo cuarto del siglo X
En el siglo XIII, el presb¨ªtero bizantino Ioannes Myronas recicl¨® para crear su breviario no menos de cuatro c¨®digos, sacados de una biblioteca a todas luces bien nutrida. Poco se sabe de este monje, salvo que se aplic¨® con rigor a la tarea de desmontar de sus bastidores de madera los folios de pergamino, y a borrar con ¨¢cido las letras min¨²sculas, del griego cl¨¢sico.
Menos se sabe a¨²n del escriba cuyo trabajo destru¨ªa. La totalidad del saber acumulado en la Grecia cl¨¢sica se transmiti¨® al mundo gracias a desconocidos amanuenses. Pero su tarea se vio minada por las vicisitudes de la historia. El sujeto que copi¨® los razonamientos de Arqu¨ªmedes (287-212 antes de Cristo), las sentencias de los discursos de Hip¨¦rides (389 antes de Cristo - 322), y las reflexiones de Alejandro de Afrodisias (alrededor del 200 antes de Cristo), a prop¨®sito de una obra esencial del Arist¨®teles, tuvo un desigual ¨¦xito. Ni siquiera sabemos si fue una ¨²nica persona. Pero su tarea requiri¨® largas horas y numerosos pliegos de pergamino, elaborado a partir de la piel de, al menos, 24 ovejas. Cada folio original med¨ªa 30 cent¨ªmetros de largo, por 19,50 de ancho. Cada uno de estos folios ser¨ªa doblado por la mitad tres siglos despu¨¦s para crear el breviario de Myronas. Los especialistas tienen la certeza de que el desconocido escriba realiz¨® su tarea en el ¨²ltimo cuarto del siglo X, periodo en el que se impone el uso de min¨²sculas y se intercalan espacios de separaci¨®n entre las letras. Tanto Arqu¨ªmedes como Arist¨®teles escrib¨ªan en may¨²sculas, largas series de palabras pegadas entre s¨ª.
El camino hasta llegar a este ¨²ltimo hallazgo ha sido largo. Todo empez¨® en octubre de 1998, cuando el palimpsesto, comprado en una subasta de Christie's por un desconocido millonario americano que pag¨® dos millones de d¨®lares por ¨¦l, fue depositado en el Museo Walters de Baltimore. Desde enero del a?o siguiente, la conservadora del museo, Abigail Quandt, se puso manos a la obra. Lo primero que hizo fue desencuadernar el manuscrito. Una tarea que llev¨® cuatro a?os. Simult¨¢neamente, lleg¨® el trabajo de los expertos en ciencia antigua, en interpretaci¨®n de signos, y sobre todo, en el uso de las ¨²ltimas t¨¦cnicas digitales para bucear en las profundidades de una imagen, hasta desentra?arla.
"Los folios correspondientes al libro sobre Arist¨®teles han sido los m¨¢s dif¨ªciles de descifrar", reconoce Roger Easton, profesor de Ciencias de la Imagen del Instituto de Tecnolog¨ªa de Rochester EE UU, que ha desarrollado los programas especiales para aplicar las t¨¦cnicas de imagen multiespectral. Se trata, b¨¢sicamente, de utilizar fotograf¨ªas tomadas con distinta longitud de onda para ampliar determinadas ¨¢reas de la imagen.
Aunque Easton no sabe griego, no pudo contener la emoci¨®n cuando vio aparecer en el ordenador las letras de un texto nuevo, el comentario sobre las Categor¨ªas de Arist¨®teles. Unos fragmentos no tan importantes como los tratados de Arqu¨ªmedes, o el discurso del orador Hip¨¦rides, descubierto anteriormente, pero no menos fascinantes. "Es una contribuci¨®n important¨ªsima a nuestro conocimiento respecto a la acogida que tuvo esa obra de Arist¨®teles", dice Reviel Netz, profesor de Ciencia Antigua de la Universidad de Stanford (California), y miembro del equipo que lleva trabajando en el palimpsesto desde 1999. Netz considera ya pr¨¢cticamente agotado el caudal de erudici¨®n procedente de este manuscrito. "Lo sabemos todo, salvo el contenido de dos p¨¢ginas de El m¨¦todo de los teoremas mec¨¢nicos de Arqu¨ªmedes, que se perdieron y deben estar en alg¨²n rinc¨®n de Europa". Material irrecuperable porque ese tratado, no figura en ning¨²n otro lugar.
Pero con este antiqu¨ªsimo c¨®dice no se agota un importante fil¨®n. "Estoy seguro de que tiene que haber otros manuscritos que pueden contener tratados de similar importancia en Oriente Pr¨®ximo. Nuestro palimpsesto perteneci¨® a los monjes de un monasterio pr¨®ximo a Jerusal¨¦n. Y es sorprendente que otro famoso palimpsesto, el de Eur¨ªpides, m¨¢s o menos de la misma ¨¦poca que el de Arqu¨ªmedes, fuera localizado all¨ª. Todo apunta a que, en la Jerusal¨¦n de los cruzados, fue reutilizada una gran biblioteca con el objetivo de hacer palimpsestos. Se encontrar¨¢n m¨¢s materiales en Palestina y en el desierto del Sina¨ª", a?ade Netz, en un correo electr¨®nico desde la Universidad de Stanford.
Bibliotecas recicladas por monjes para elaborar libros de oraci¨®n, que han condenado al olvido a nadie sabe cu¨¢ntos tesoros. Al menos, hasta que el trabajo aislado de estudiosos y expertos arroja luz sobre ellos. Cuando el Palimpsesto de Arqu¨ªmedes lleg¨® al museo de Baltimore ya se sab¨ªa, de hecho, lo fundamental que ocultaban las oraciones de Myronas. Un fil¨®logo dan¨¦s, Johan Ludwing Heiberg, conocedor de la existencia de un manuscrito con diagramas en el Metochion, una dependencia del Santo Sepulcro en Constantinopla, se present¨® all¨ª en 1906. Con una c¨¢mara fotogr¨¢fica de la ¨¦poca y sus prodigiosos conocimientos de griego, estudi¨® el manuscrito, del que hab¨ªan desaparecido en los avatares de los ¨²ltimos siglos 60 folios, y fue capaz de comprender que ten¨ªa delante una joya de incalculable valor. Nada menos que varios de los tratados de Arqu¨ªmedes, en el griego original, entre ellos, uno totalmente desconocido de la comunidad cient¨ªfica, El m¨¦todo, junto a un libro curioso, el Stomachion.
Heiberg public¨® su hallazgo en una revista, y edit¨® las obras completas de Arqu¨ªmedes, unos a?os despu¨¦s. Aun as¨ª, los tiempos no daban m¨¢s de s¨ª, y nuestro especialista no prest¨® especial atenci¨®n ni a los diagramas del libro ni a los otros textos que figuraban en ¨¦l. Un material que ha permanecido oculto casi un siglo, hasta que el equipo dirigido por Will Noel -responsable de manuscritos del Museo Walters de Baltimore- ha sido capaz de desentra?ar los restantes misterios del palimpsesto. La pr¨¢ctica totalidad de los siete tratados de Arqu¨ªmedes y los discursos de Hip¨¦rides. Diez folios que arrojan nueva luz sobre la batalla de Salamina, del a?o 480 antes de Cristo, en la que los griegos derrotaron a los persas. Y el pu?ado de folios con el comentario a las Categor¨ªas de Arist¨®teles, obra de un estudioso griego que vivi¨® entre los siglos II y III de nuestra era, Alejandro de Afrodisias. Bien pensado, la historia deber¨ªa indultar al presb¨ªtero Ioannes Myronas.
Las acotaciones de Alejandro de Afrodisias
En el ¨²ltimo c¨®digo del palimpsesto desentra?ado, Alejandro de Afrodisias, fil¨®sofo que vivi¨® entre los siglos II y III despues de Cristo comenta las Categor¨ªas de Arist¨®teles. El texto est¨¢ siendo transcrito. En ¨¦l se incluyen p¨¢rrafos como este fragmento, ya traducido:
"De la misma manera que pie es ambiguo, al poder referirse igual a un animal o a una cama, son ambiguas las expresiones "con pies" o "sin pies", por lo que con "en especie", Arist¨®teles quiere decir "en su f¨®rmula".
Porque si pasa alguna vez que el mismo nombre indica distinciones de g¨¦nero que son diferentes entre s¨ª y no subordinadas, por fuerza no pueden ser las mismas en la f¨®rmula.
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