"Este loco es imbatible"
McEnroe alaba a Nadal, que se jugar¨¢ el t¨ªtulo contra Gonz¨¢lez tras sufrir ante Davydenko
Nikolay Davydenko, un ruso con cara de anciano, logr¨® lo imposible: arrancar un set a Rafael Nadal jugando sobre tierra y poner al n¨²mero dos del tenis mundial contra las cuerdas. Ocurri¨® en las semifinales del Masters de Roma durante un partido loco, lleno de alternativas, de idas y venidas, de juego a trompicones, de cambios de ritmo y momentos decisivos que se quedaron en an¨¦cdotas. All¨ª, sofocado y aparentemente consumido, Davydenko, el n¨²mero cuatro, levant¨® una manga que ten¨ªa perdida y llev¨® el partido a la tercera. Con ella llegaron la tensi¨®n, los nervios y un ¨²ltimo acto grande como broche de un partido que hab¨ªa nacido peque?o.
Enfrentados a la tercera hora, Nadal y Davydenko dibujaron las reglas que decidieron el encuentro: juego en el alambre; peloteos a ritmo de fuga; tenis m¨¢s competido que bueno, m¨¢s luchado que jugado. Duro. Serio. Y malo para Davydenko: Nadal logr¨® su 76? victoria seguida sobre la arcilla (7-6 (3), 6-7 (8) y 6-4) y tendr¨¢ hoy una prueba de fuego en la final contra el chileno Fernando Gonz¨¢lez (15.30, La 2 y Teledeporte), quien le elimin¨® en el Open de Australia.
"Uno de mis partidos m¨¢s dif¨ªciles sobre tierra. Corr¨ª el riesgo de perder", confiesa el espa?ol
"Ha sido uno de los partidos m¨¢s dif¨ªciles que he jugado nunca sobre tierra", dijo Nadal tras su victoria. "He corrido el riesgo de perderlo", a?adi¨®.
Para llegar a su cita con Gonz¨¢lez, Nadal tuvo que pegarse con Davydenko. El espa?ol jug¨® desconectado los dos primeros sets. Toc¨® mal. Sac¨® peor. Pareci¨® cansado. Sus piernas, las columnas de su juego, fueron dos alambres. El viernes jug¨® un partido de individuales y, a la media hora, otro de dobles. Ayer estuvo a punto de pagar el precio. Dos datos dan cuenta de sus dificultades. Tuvo el saque para ganar el primer set y luego el partido: en ambas ocasiones lo perdi¨® en blanco porque Davydenko no le dio respiro.
Del ruso, que encontr¨® en la red un fil¨®n, dicen que juega como un robot. Sin alterarse. No desaprovecha nada. Necesita una miga de pan y una gota de agua para sobrevivir. Compite igual gane o pierda, suba o baje la monta?a del partido. Tiene calidad. Le falta pasi¨®n y deseo. Ante Nadal, demostr¨® fe para los partidos maratonianos, fuerzas y ¨¢nimo para luchar cuando todo parec¨ªa perdido. Nunca perdi¨® la cara al encuentro.
Entre la cabezoner¨ªa de Davydenko y el extra?o d¨ªa de Nadal, el partido tuvo factura industrial y alicatado de autor: la semifinal lleva la firma de Nadal, que supo crecer a partir de su servicio e imponer la fuerza de su derecha cuando el partido se decid¨ªa en los detalles.
Antes, buscando su sitio en la grada, el legendario John McEnroe tuvo palabras de elogio para el n¨²mero dos: "Sab¨ªa que este loco es imbatible ahora. La calidad de su juego es extraordinaria".
A dos semanas de Roland Garros, sin embargo, la victoria de Nadal deja una sospecha con forma de pregunta: ?debe replantearse su calendario? Al contrario que en las dos ¨²ltimas temporadas, el manacorense ha anunciado su presencia la semana pr¨®xima en el torneo de Hamburgo. ?sos siempre fueros d¨ªas de descanso para el campe¨®n. Visto lo visto, los necesita.
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