El vuelo m¨¢s largo de Carlos Cristos
El m¨¦dico vigu¨¦s cuenta en 'Las alas de la vida' su enfermedad degenerativa y mortal
Es inevitable. La historia de Carlos Cristos se parece por momentos demasiado a la del tambi¨¦n gallego Ram¨®n Sampedro. Pero el paralelismo apenas se sostiene en un par de datos: la invalidez, la dificultad del d¨ªa a d¨ªa. Despu¨¦s, la historia de ambos se separa de modo estridente. Ram¨®n Sampedro escogi¨® morir. Carlos Cristos apura la vida con unas ganas que sorprenden.
Hace siete a?os, Carmen Font, m¨¦dico, comenz¨® a tener dificultades para entender a su marido cuando le hablaba. Se hizo una revisi¨®n, pero todo estaba bien. Era Carlos Cristos, su pareja, quien no lo estaba. Comenzaba a manifestarse la atrofia sist¨¦mica m¨²ltiple, una enfermedad degenerativa, sin cura, y mortal.
Carmen Font reconoce que "no somos h¨¦roes, al principio te llevas un gran susto, fue una gran sorpresa. Hay un per¨ªodo de aceptaci¨®n bastante largo, en el que tienes reacciones muy humanas, como el enfado, la incredulidad... Pero luego viene la aceptaci¨®n, que es donde Carlos puede dar ejemplo".
"La pel¨ªcula no dogmatiza, no juega con el espectador, no le da soluciones"
"No somos h¨¦roes, al principio te llevas un gran susto. Luego viene la aceptaci¨®n"
Este ejemplo se ha grabado, editado y montado hasta convertirlo en Las alas de la vida, un documental que se ha ido estrenando en distintos puntos de Espa?a y que el pasado jueves lleg¨® a Vigo. La ciudad natal de Carlos Cristos. La ¨²nica en la que se encontr¨® con fuerzas para asistir al preestreno. Fue una noche de emociones intensas, pero Carlos era el que m¨¢s sonre¨ªa. "Esto siempre es as¨ª", reconoce su amigo del alma, Toni Canet, director del documental, "Carlos sigue siendo igual que antes, la enfermedad no le ha cambiado, s¨®lo ha afectado a sus movimientos, pero esa actitud vital ante cualquier circunstancia la mantiene".
La enfermedad de Carlos Cristos no tiene cura. De hecho, las mejores expectativas le auguraban unos cinco a?os de vida. Lleva siete dando guerra, "inventando con Guillem Gost aparatos que mejoran la vida de los enfermos de atrofia sist¨¦mica m¨²ltiple", explica Canet.
Una enfermedad de la que s¨®lo hay diagnosticados unos 800 casos en todo el mundo. Ya lo dice el padre de Cristos en el documental: "Son tan poqui?os que ni investigar¨¢n siquiera". Seguramente menos que en muchas otras enfermedades, ya que la que padece Carlos est¨¢ catalogada en el grupo de enfermedades raras, dada su baj¨ªsima prevalencia.
El m¨¦dico Luis Aguilera, presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (sociedad que ha colaborado en el documental) y amigo personal de Cristos, cree que la pel¨ªcula "conserva un cierto car¨¢cter cient¨ªfico, porque est¨¢ demostrado que las mejoras en la calidad de vida mejoran las enfermedades. Si Carlos se hubiese abandonado, quiz¨¢ ya no estar¨ªa aqu¨ª".
"Es que a¨²n intenta, cada d¨ªa, levantarse de la cama", apunta Canet. "El cuidador s¨®lo entra a ayudarle cuando no es capaz, porque ¨¦l sabe que cada movimiento que deje de hacer nunca m¨¢s podr¨¢ hacerlo".
Las ocho copias que se han hecho de Las alas de la vida est¨¢n recorriendo Espa?a lentamente. La pel¨ªcula puede verse desde el viernes en los cines del centro comercial Gran V¨ªa de Vigo, donde comparte cartel con Spiderman 3. Las caras de los espectadores var¨ªan mucho al salir de una u otra pel¨ªcula. Juan Carlos Arroyo, responsable del montaje del documental y enamorado confeso de Carlos Cristos, explica que el p¨²blico "sale de nuestra pel¨ªcula con ganas de vivir, ves a un chaval de 15 a?os, o un hombre de 85, quien sea, y es muy emocionante que venga, te d¨¦ un abrazo y te diga: gracias por haber hecho esta pel¨ªcula, ?y te lo dice con una enorme sonrisa y los ojos llenos de l¨¢grimas!".
Y eso que no es una pel¨ªcula lacrim¨®gena, seg¨²n el director, Toni Canet: "Al final la produjimos nosotros mismos, porque algunos productores que barajamos nos ped¨ªan muchas m¨¢s l¨¢grimas, y nos negamos". Porque ¨¦sta no es una pel¨ªcula al uso. Primero, por el largu¨ªsimo rodaje, tres a?os frente a las, como mucho, diez semanas habituales. Pero es que tambi¨¦n el montaje, de diez meses, es infinitamente superior al habitual, de cinco o seis semanas. "Es que esta pel¨ªcula se ha ido construyendo poco a poco, sin gui¨®n", aclara Canet.
"Uno de los valores de esta pel¨ªcula", dice Aguilera, "es que no dogmatiza, presenta los temas sin dogmatizar sobre ninguno, no juega con el espectador, no le da soluciones".
Todo el equipo se fue adaptando al ritmo de Carlos. "Lo que hicimos fue convivir con ¨¦l", cuenta el director; "algunos d¨ªas sac¨¢bamos un plano o dos, otros m¨¢s, pero al empezar a montar nos encontramos con 70 horas de grabaci¨®n". No fue f¨¢cil resumirlas. Quer¨ªan contar la historia de Carlos y, como explica su mujer, "m¨¢s que una historia personal, Carlos pretend¨ªa ayudar a los dem¨¢s, mostrar su experiencia: ¨¦l s¨®lo se limita f¨ªsicamente, pero con su cabeza se sigue metiendo en todas las gamberradas que se le ocurren".
"S¨®lo se morir¨¢ una vez"
El equipo que rod¨® la pel¨ªcula se fue adaptando al ritmo de Carlos, conviviendo con ¨¦l. Algunos, como Juan Carlos Arroyo, no quer¨ªan conocerle antes de terminar su trabajo, y entonces quedaron subyugados por ¨¦l. El jueves, viendo su documental, Carlos estaba emocionado, quer¨ªa hablar, decir cosas a sus amigos. Ha sido un largo camino desde los primeros tropiezos y problemas para hablar, para andar..., tras haber devorado la vida desde su moto, viajando o volando en ala delta. Pero Carmen, su mujer, dice siempre que "Carlos no se muere cada d¨ªa, s¨®lo se morir¨¢ una vez".
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