Red El¨¦ctrica para el desarrollo sostenible
Cuando se constituy¨® en 1985 Red El¨¦ctrica era la primera empresa en el mundo especializada en el transporte y la operaci¨®n de un sistema el¨¦ctrico (TSO en la terminolog¨ªa internacional al uso). La segunda fue la inglesa National Grid, cuatro a?os despu¨¦s. Hasta entonces, las empresas el¨¦ctricas eran en Espa?a, como en el resto del mundo, monopolios que realizaban actividades de generaci¨®n, transporte, distribuci¨®n y facturaci¨®n en su ¨¢mbito geogr¨¢fico.
Red El¨¦ctrica constituye hoy la piedra angular de nuestro sistema el¨¦ctrico, en la vanguardia de Europa, para avanzar en la liberalizaci¨®n e impulsar la competencia, y para aprovechar al m¨¢ximo las energ¨ªas renovables, dos objetivos que deben conseguirse asegurando al mismo tiempo la continuidad y estabilidad del suministro el¨¦ctrico. Adem¨¢s es un potente instrumento para promover la eficiencia energ¨¦tica y una m¨¢s activa gesti¨®n de la demanda.
"Debemos compatibilizar la seguridad de suministro con frenar el cambio clim¨¢tico y aumentar el autoabastecimiento energ¨¦tico"
La liberalizaci¨®n y la competencia exigen en toda Europa una red de transporte de electricidad cada vez m¨¢s robusta. En el pasado, las redes de transporte ten¨ªan como funci¨®n conectar las centrales propiedad del monopolio con su mercado; ahora deben permitir que todas las centrales puedan competir entre s¨ª para suministrar a los diferentes mercados y consumidores. La competencia entre generadores s¨®lo es posible cuando existe una red de transporte que reduce las p¨¦rdidas y minimiza las restricciones f¨ªsicas para los flujos. Por otro lado, exige, adem¨¢s, que el TSO sea radicalmente independiente de quienes compiten, para garantizar su neutralidad. La propiedad de la red por los competidores constituye una fuente de poder de mercado y un freno para la competencia.
Por ello, la Comisi¨®n Europea y el ERGEG (los reguladores energ¨¦ticos europeos) insisten tanto en sus propuestas en la separaci¨®n de las redes que constituyen un monopolio natural de las actividades en competencia. Ello se cumple muy bien en la Espa?a peninsular, puesto que las empresas el¨¦ctricas tienen limitado al 1% su derecho de voto en REE, a diferencia de lo que ocurre en algunos pa¨ªses europeos como Francia y Alemania, donde las empresas hom¨®logas de Red El¨¦ctrica son filiales de grupos verticalmente integrados.
Pero los TSO tienen una responsabilidad cada vez m¨¢s importante en nuestras sociedades: hacer posible la m¨¢xima integraci¨®n de las energ¨ªas renovables en nuestro suministro el¨¦ctrico. Nos corresponde hacer t¨¦cnicamente viables las preferencias de la sociedad, su deseo de hacer compatible nuestra seguridad de suministro el¨¦ctrico -somos una sociedad cada vez m¨¢s electrodependiente- con el objetivo de frenar el cambio clim¨¢tico y aumentar nuestro autoabastecimiento energ¨¦tico, aprovechando el potencial de las energ¨ªas renovables.
Ello requiere una red de transporte m¨¢s robusta, porque debe permitir abastecer la demanda cualesquiera que sean las condiciones climatol¨®gicas y la disponibilidad de fuentes renovables, compensando su ausencia con energ¨ªa procedente de otras fuentes. Requiere, adem¨¢s, nuevas herramientas para el operador del sistema, para permitirle asegurar el equilibrio instant¨¢neo entre la oferta y la demanda con un mix energ¨¦tico con un peso importante de las energ¨ªas fluyentes menos gestionables, en un sistema con muy escasa capacidad de interconexi¨®n con el resto de Europa. En unas semanas seremos el primer TSO del mundo con todos los parques e¨®licos interconectados con el centro de control de Red El¨¦ctrica, en condiciones de recibir sus instrucciones para asegurar la continuidad y la estabilidad de nuestro sistema el¨¦ctrico.
En Espa?a, las inversiones en la red de transporte van a ser muy importantes en los pr¨®ximos a?os porque a las necesidades derivadas de la liberalizaci¨®n y de la integraci¨®n de renovables, con objetivos en este ¨¢mbito particularmente ambiciosos, se suma un crecimiento de la demanda muy superior a la media de la UE, el desarrollo del AVE, que requiere un refuerzo de la red de transporte, y la necesidad de aumentar nuestras interconexiones con Portugal, para hacer viable el MIBEL, con Francia, para entre otras razones posibilitar nuestros objetivos en renovables, y de la Pen¨ªnsula con Baleares.
Red El¨¦ctrica ha intensificado su esfuerzo inversor en nueva red, que se ha multiplicado por tres en los ¨²ltimos cinco a?os, pasando de 200 a 600 millones de euros anuales, que es nuestro ritmo inversor previsto para los pr¨®ximos a?os. No obstante, debi¨¦ramos reflexionar sobre si la lentitud de nuestros procedimientos de autorizaci¨®n y el rechazo social a las infraestructuras son compatibles con nuestras necesidades de redes. Hay que reconocer que, en ocasiones, el desarrollo de la red va por detr¨¢s de las necesidades, pero tambi¨¦n puedo decir con orgullo que Red El¨¦ctrica, que construye las instalaciones que decide el regulador, no tiene ninguna instalaci¨®n ya autorizada que no est¨¦ finalizada o en ejecuci¨®n.
Algunas voces se han cuestionado si Espa?a debe consolidar el modelo de transportista ¨²nico, como se plantea en el proyecto de ley actualmente en debate en el Senado. No me cabe ninguna duda de que s¨ª. No tanto por ser el modelo de Inglaterra, Francia, Portugal, Suecia, B¨¦lgica... y al que se dirige Italia, sino porque es el que permite impulsar mejor la competencia y las renovables, manteniendo nuestra calidad y seguridad de suministro.
Se puede discutir si la frontera entre transporte y distribuci¨®n debe ser por nivel de tensi¨®n o funcional. No es casualidad que pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses europeos lo hacen por nivel de tensi¨®n, para evitar la complejidad y la conflictividad de una frontera difusa. Tambi¨¦n se puede discutir si el transporte debe quedarse en las redes de 400 y 220 Kv (Inglaterra, Alemania y Espa?a), o debe bajar hasta niveles de tensi¨®n inferiores como en Francia (63Kv), Portugal (150Kv), Italia (132Kv)... Pero pr¨¢cticamente en ning¨²n pa¨ªs de Europa las empresas distribuidoras, mucho menos si son parte de grupos con actividad de generaci¨®n, retienen activos de 220Kv o superior. Debemos mantenernos en la vanguardia de la independencia de las redes de transporte respecto de los operadores el¨¦ctricos.
El modelo espa?ol de TSO independiente que representa Red El¨¦ctrica fue vanguardia mundial en 1985, y aspira a seguir si¨¦ndolo en el futuro, como modelo de separaci¨®n plena de las empresas que compiten en el sector el¨¦ctrico y garant¨ªa de neutralidad y transparencia. Adem¨¢s, REE est¨¢ entre las empresas m¨¢s eficientes de Europa y es l¨ªder mundial en la integraci¨®n de energ¨ªas renovables en el sistema el¨¦ctrico. Considero, junto a buena parte de los expertos independientes de Europa, que una empresa as¨ª sirve mejor a los objetivos de la pol¨ªtica energ¨¦tica espa?ola y europea y a los intereses de nuestros conciudadanos.
Luis Atienza Serna es presidente de Red El¨¦ctrica de Espa?a.
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