Acor no quiere tirar la toalla
El grupo azucarero quiere mantener su cuota de 167.000 toneladas
La Sociedad Cooperativa General Agropecuaria (Acor), con unos 8.000 socios y unas 500.000 hect¨¢reas de cultivo, constituye uno de los ejes de la actividad agraria en varias provincias de Castilla y Le¨®n. Dedicada fundamentalmente a la producci¨®n de az¨²car, con una cuota de 167.000 toneladas, la reforma de la OCM ha llevado los interrogantes a la sociedad ante las ayudas por abandonar la actividad propuestas por Bruselas.
La cooperativa se ha incorporado tarde a la diversificaci¨®n de su actividad con la puesta en marcha de una planta de biodi¨¦sel
Acor es la mayor cooperativa agroalimentaria de Castilla y Le¨®n, con casi 8.000 socios y una facturaci¨®n superior a 200 millones de euros
Mientras una minor¨ªa de socios estar¨ªan dispuestos a dejar de producir y cobrar las ayudas, una mayor¨ªa apuesta por seguir desde posiciones de competitividad y diversificaci¨®n. "Acor", se?ala su actual presidente, Carlos Rico, reelegido hace s¨®lo unos meses, "representa mucho para el conjunto del sector agrario de la comunidad aut¨®noma como para adoptar decisiones que puedan suponer el cese de actividad en el campo. La cooperativa es el eje en la vida econ¨®mica en el medio rural, crea riqueza, fija poblaci¨®n y tenemos la obligaci¨®n de defender su mantenimiento frente a quienes s¨®lo pueden ver negocio por abandonar y percibir unas ayudas. Eso es por lo que vamos a luchar los responsables de la cooperativa desde una producci¨®n de az¨²car competitiva y una pol¨ªtica de diversificaci¨®n agr¨ªcola".
Espa?a tuvo hist¨®ricamente una cuota azucarera de un mill¨®n de toneladas, que en la actualidad se ha reducido a solamente unas 890.000 con los abandonos de la campa?a anterior. Tras el cierre de Azucareras Reunidas de Ja¨¦n, la cuota se la reparten s¨®lo dos grupos, Azucarera Ebro y Acor, con 167.000 toneladas de cuota
En la ¨²ltima d¨¦cada, ante las amenazas que se preve¨ªan sobre el sector comunitario del az¨²car, otros grupos como Ebro Puleva hicieron una clara apuesta por diversificar su actividad, reduciendo el peso de la remolacha en su cuenta de resultados. En el caso de Acor, aunque su anterior presidente, Fausto Morales, flirte¨® con numerosos proyectos de diversificaci¨®n en el sector agrario, la realidad es que falleci¨® sin poner en marcha ninguno, y adem¨¢s en medio de cr¨ªticas a su gesti¨®n por el disfrute de prebendas de todo tipo a cuenta de la sociedad. Acor, aunque pod¨ªa haber sido el motor del conjunto del sector agrario en la comunidad aut¨®noma, como Coren en Galicia o Clas en Asturias, durante su mandato se limit¨® a tener una presencia en el az¨²car y derivados, donde el mercado y el beneficio estaban pr¨¢cticamente seguros. Hoy han cambiado los tiempos.
Con esta herencia sobre la mesa y el az¨²car como eje de su actividad, la empresa se debe enfrentar en la actualidad a la estrategia comunitaria dise?ada para que el sector en los pa¨ªses del sur abandone el cultivo de la remolacha por la v¨ªa de elevadas ayudas para evitar excedentes. En esta coyuntura, la cooperativa trabajan en dos frentes.
En el primero, lucha para evitar que se pueda producir un abandono generalizado de cultivadores ante las suculentas ayudas ofertadas por la UE para dejar las siembras. De los 8.000 socios hay m¨¢s de 2.000 que no mantienen su actividad. Para un colectivo muy importante, lo m¨¢s f¨¢cil en este momento, mirando s¨®lo sus intereses, ser¨ªa liquidar su cuota y cobrar la ayuda por reestructuraci¨®n. Estos fondos, adem¨¢s, se podr¨ªan incrementar si la sociedad pusiera en venta los terrenos de su planta cerrada en las inmediaciones de Valladolid. Abandonar cuota pondr¨ªa sin embargo en peligro la propia viabilidad de su ¨²nica planta azucarera en Olmedo.
Los responsables de la cooperativa consideran que, efectivamente, los abandonos suponen un riesgo ante la oferta comunitaria, pero consideran que, al menos hasta la fecha, por cada agricultor que ha se?alado su intenci¨®n de abandonar hay cinco dispuestos a producir su cuota. Para que esos agricultores sigan, reconoce su presidente, es preciso pagar el az¨²car a un precio remunerador que se sit¨²a en un m¨ªnimo de 40 euros tonelada, "como hicimos en la campa?a anterior". Carlos Rico reconoce que el sector remolachero va a pasar tres a?os duros, hasta que se proceda al ajuste con la OCM.
El futuro pasa por la diversificaci¨®n
El segundo frente en el que trabaja en la actualidad la sociedad cooperativa es el desarrollo de una estrategia de diversificaci¨®n que se orientar¨¢ fundamentalmente por todas las energ¨ªas renovables. Inicialmente est¨¢ en su ¨²ltima fase la inversi¨®n de 55 millones de euros para la construcci¨®n de una planta para la producci¨®n de biodi¨¦sel capaz de molturar 165.000 toneladas de girasol y colza.
El girasol es un cultivo muy implantado en la regi¨®n, por lo que no es preciso impulsar el mismo si el agricultor mantiene unos niveles de ingresos aceptables.
En el caso de la colza se trata de un cultivo con mala imagen desde el caso de la colza, aunque en la actualidad se est¨¢n desarrollando trabajos para apoyar su cultivo con fines industriales. Esta planta comenzar¨¢ a trabajar la pr¨®xima campa?a y producir¨¢ unas 100.000 toneladas de biodi¨¦sel.
La empresa ha desarrollado una pol¨ªtica de investigaci¨®n sobre diferentes producciones para biocarburantes o para la biomasa. Igualmente, no se descarta apostar por los cultivos transg¨¦nicos con fines industriales para aumentar producci¨®n y reducir costes de cultivo. Todo ello con el objetivo final de buscar alternativas a un sector agrario y fijar poblaci¨®n y desarrollar actividad econ¨®mica en el medio rural.
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