El Betis remata la decadencia del Bar?a
El equipo azulgrana cede el liderato exhibiendo una enorme inseguridad, castigada al final con el gol del empate de Sobis
Desvencijado, el Barcelona cedi¨® tambi¨¦n el liderato de la Liga, de manera que se ha quedado desnudo, a merced de la hinchada, que sac¨® finalmente el pa?uelo como muestra de cabreo por tanto extrav¨ªo en un a?o de continuos fracasos. Ha ido cediendo el equipo por los distintos campos hasta caer en su propia cancha frente a un rival menor en un partido sencillo. As¨ª de cruel es la decadencia del Bar?a. El encuentro resumi¨® a la perfecci¨®n el desplome azulgrana. La afici¨®n acude temerosa al campo, los jugadores se espantan incluso con un gol a favor, el rival toma aire con el tiempo y el entrenador se equivoca con los cambios. Ayer carg¨® con el empate en el pen¨²ltimo minuto, cuando Rijkaard hab¨ªa sustituido a Ronaldinho y Messi, signo inequ¨ªvoco del p¨¢nico, la desconfianza y la confusi¨®n que embarga hoy al barcelonismo.
BARCELONA 1 - BETIS 1
Barcelona: Vald¨¦s; Zambrotta (Belletti, m. 46), Puyol, Thuram, Gio; Xavi, Iniesta, Deco; Messi (Saviola, m. 74), Eto'o y Ronaldinho (Edmilson, m. 66). No utilizados: Jorquera, Gudjohnsen, Ezquerro y Oleguer.
Betis. Contreras; Ilic, Juanito, Melli, Isidoro; Capi, Voguel; Odonkor (Robert, m. 70), Rivera (Assun?ao, m. 59), Fernando (Sobis, m. 62); y Edu. No utilizados; Toni Doblas, Nano, Miguel ?ngel y Fernando Vega.
Goles: 1-0. M. 5. Melli derriba a Deco dentro del ¨¢rea y Ronaldinho, a media altura y a su izquierda, transforma el penalti. 1-1. M. 89. Assun?ao saca r¨¢pido una falta que pilla desprevenido al Bar?a y que le llega a Sobis, que bate por raso al meta Vald¨¦s.
?rbitro: Iturralde Gonz¨¢lez. Mostr¨® la cartulina amarilla a Odonkor, Edu, Gio, Eto'o y Voguel.
77.700 espectadores en el Camp Nou.
Los rivales aspiran a que el Bar?a se condene en una jugada tonta ya que le puede la impaciencia
Aunque se rindi¨® ayer, el encuentro fue uno de tantos que auguraban la claudicaci¨®n del Bar?a, expuesto a un accidente cada d¨ªa. La reacci¨®n del socio fue incluso atemperada, como si prefiriera abdicar anoche antes que en la ¨²ltima jornada, presa como se siente de la fatalidad, entregado a la desdicha, liberado de la carga que supone defender un liderato cuestionadoy caduco. El Betis tuvo simplemente m¨¢s suerte que el Mallorca o el Levante en la ¨²ltima jugada. El Barcelona pierde los puntos justamente en el momento en que los gana el Madrid m¨¢s que nada porque en cada partido del Bernab¨¦u se celebra una boda mientras que en el Camp Nou se oficia un funeral. De derrota en derrota, el Bar?a parece dispuesto a firmar de manera irremediable la derrota final.
La ca¨ªda de Getafe y la heroica del Madrid resultaron demasiada carga para un Barcelona desfondado f¨ªsicamente, desorientado t¨¢cticamente y desmotivado psicol¨®gicamente. La fe blanca se alimenta precisamente de la sinraz¨®n azulgrana, que ahora deber¨¢ asumir el rol de aspirante porque despu¨¦s de perder todos los t¨ªtulos a excepci¨®n de la Supercopa ya no le queda ni siquiera el liderato de la Liga. Un empate bast¨® para descabalgarle del trono en su propio feudo, todav¨ªa invicto, y sin embargo presidido por la bandera blanca.
No hubo mucha carga ambiental en la grada, medio enfadada y medio embobada, porque los aficionados alternaban m¨¢s o menos a partes iguales con los turistas y la rechifla mezclaba con la ovaci¨®n, y el Barcelona se arranc¨® con un buen partido. Jugaba fluido, r¨¢pido y aseado. As¨ª acostumbra a ocurrir cuando manda Iniesta. En tiempos de crispaci¨®n, al equipo le conviene m¨¢s la serenidad y precisi¨®n del volante manchego que la pegada y contundencia de cualquier medio centro de tallo largo, sobre todo en el estadio, exigente con sus futbolistas. Alrededor de Iniesta, el Bar?a se despleg¨® f¨¢cilmente hasta alcanzar el gol nada m¨¢s empezar con un penalti de Ronaldinho.
Tocaba bien Iniesta, desequilibraba Deco y remataba Ronaldinho, para suerte del Bar?a, tan limpio en ataque como sucio en defensa, expuesto a cualquier remate por la falta de organizaci¨®n, circunstancia que dec¨ªa muy poco a favor de un l¨ªder. Al Betis le falt¨® munici¨®n para saquear a la zaga azulgrana, pendiente a menudo de una intervenci¨®n de Puyol, cuyo protagonismo resulta desmesurado. El plantel barcelonista transmit¨ªa un preocupante punto de inseguridad que rebajaba el buen tono vital de la l¨ªnea de ataque, puesto que al menos se contaron seis ocasiones en la porter¨ªa de Contreras antes del descanso.
M¨¢s que el gol, Eto'o buscaba la jugada del partido mientras Ronaldinho pon¨ªa centros m¨¢s que remates. ?nicamente Messi parec¨ªa fuera del choque, empe?ado en repetir el gol maradoniano que le endos¨® al Getafe, entregado a una pelea con el campo, que generalmente se le acababa antes de tiempo, y con el rival, que se multiplicaba hasta rebanarle la pelota, excesivamente chup¨®n. El marcador, como ya es costumbre, era mezquino con la productividad azulgrana para suerte del Betis. La mayor¨ªa de los rivales aspiran simplemente a que el Bar?a se condene en la jugada m¨¢s tonta mientras le puede la impaciencia porque el segundo gol se le resiste de forma reiterada
As¨ª que los encuentros se le hacen muy largos y pesados. El de ayer no fue una excepci¨®n. Fue menguando su f¨²tbol y se creci¨® el Betis, mejorado con los cambios, m¨¢s valientee, dispuesto a competir incluso por la pelota. El miedo cerval de cada jornada alcanz¨® ayer a Rijkaard, que quit¨® a Ronaldinho por Edmilson y prefiri¨® a Saviola antes que a Messi, cambios que retrataron la indefinici¨®n azulgrana en un momento decisivo del campeonato. El gesto anim¨® al Betis hasta alcanzar el empate a la salida de una falta mal defendidas. A nadie le extra?¨®. Aunque pas¨® ayer, pudo ocurrir en cualquier otro partido. Incapaz, el Bar?a entreg¨® el maillot de l¨ªder para pasar a ejercer de aspirante. A falta de argumentos futbol¨ªsticos y con Ronaldinho en el banquillo, hay que cambiar de papel para intentar remontar la situaci¨®n. Mal asunto. Tieso est¨¢ el Bar?a.
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