La cita para lograr el desarrollo es en Par¨ªs

Hace ya casi cinco d¨¦cadas que los pa¨ªses que hab¨ªan colaborado en la reconstrucci¨®n y consolidaci¨®n de la Europa surgida tras la Segunda Guerra Mundial decidieron crear la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos. Hoy, tras sucesivas ampliaciones en el n¨²mero de miembros, la OCDE est¨¢ formada por 30 Estados miembros, y desarrolla actividades en contacto o colaboraci¨®n con m¨¢s de 70 pa¨ªses no miembros.

A diferencia del FMI, enfocado b¨¢sicamente en las cuestiones financieras y monetarias, y del Banco Mundial, prestamista de los pa¨ªses en desarrollo, la OCDE centra su actividad en el an¨¢lisis de los principales problemas econ¨®micos y sociales a los que se enfrentan los gobiernos, identificando las "buenas pr¨¢cticas", o pol¨ªticas que han demostrado eficacia para hacer frente a los diferentes retos y oportunidades. Su fortaleza se basa en concentrar la experiencia de sus 30 democracias de mercado y contrastarla con los casos de m¨¢s de 70 pa¨ªses alrededor del mundo con quienes la Organizaci¨®n coopera. Su objetivo principal es responder al mandato de su Asamblea Ministerial de transformarse en la plataforma de di¨¢logo sobre temas globales, o en el "centro" de la globalizaci¨®n.

La OCDE constituye un verdadero instrumento de referencia y de apoyo para los responsables de dise?ar e implementar las pol¨ªticas p¨²blicas que promueven el desarrollo econ¨®mico. Junto a esta tarea, la Organizaci¨®n da seguimiento y supervisa la aplicaci¨®n de las pol¨ªticas que sus Estados miembros llevan a cabo, evaluando, con cierta periodicidad, los resultados y las posibles v¨ªas de mejora. Este ejercicio, conocido como "revisi¨®n entre pares", ha demostrado ser un instrumento ¨²til para la promoci¨®n de reformas en b¨²squeda de una mayor competitividad de las econom¨ªas. As¨ª, los diferentes informes de pa¨ªs, sean sobre pol¨ªtica energ¨¦tica, competencia, ayuda al desarrollo, o lucha anticorrupci¨®n, constituyen no s¨®lo un elemento de seguimiento y apoyo externo para los Gobiernos, sino que aportan tambi¨¦n a la "sociedad civil" y a los diferentes actores sociales y privados una informaci¨®n rigurosa sobre la gesti¨®n comparativa de las pol¨ªticas p¨²blicas en los diferentes Estados.

Econom¨ªa, energ¨ªa, ciencia y tecnolog¨ªa, educaci¨®n, asuntos sociales, gobernanza, comercio, agricultura, y ayuda al desarrollo constituyen algunas ¨¢reas en las que la OCDE es sin duda un referente, marcando pautas sobre las v¨ªas de reforma que pueden permitir a los pa¨ªses lograr sus objetivos econ¨®micos, como el aumento del crecimiento o el refuerzo de la equidad. Se trata, por tanto, de ayudar a que "las cosas funcionen mejor", en un mundo globalizado e interdependiente, respetando, en todo caso, la soberan¨ªa, la idiosincrasia y la ideolog¨ªa pol¨ªtica de los diferentes pa¨ªses y Gobiernos. El instrumento utilizado para ello es pr¨¢cticamente siempre la recomendaci¨®n: salvo en algunas cuestiones concretas, la OCDE no sanciona, sino que aconseja lo que unos y otros deben hacer a la vista de la informaci¨®n y del intercambio de experiencias.

El car¨¢cter cada vez m¨¢s global de los asuntos econ¨®micos hace que la OCDE tenga que plantearse una m¨¢s intensa colaboraci¨®n con pa¨ªses que vienen acrecentando su papel en el mundo. Los llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sur¨¢frica) destacan por su peso econ¨®mico, pero tambi¨¦n hay otros pa¨ªses con los que la OCDE ha ampliado sus contactos, tales como Chile, Israel, los pa¨ªses ¨¢rabes de la regi¨®n MENA (Middle East and North African Countries), el resto del continente latinoamericano, y los pa¨ªses emergentes asi¨¢ticos.

Con objeto de hacer frente al reto de definir cu¨¢les de ellos pueden ser incorporados como nuevos miembros de la OCDE y con cu¨¢les es necesario estrechar los v¨ªnculos sin llegar a ser miembros en el corto plazo, los d¨ªas 15 y 16 de mayo los ministros de los Estados miembros responsables de la OCDE, se reunir¨¢n a debatir en Par¨ªs, en la reuni¨®n anual a nivel ministerial del Consejo de la Organizaci¨®n.

El tema de la ampliaci¨®n vendr¨¢ acompa?ado en el orden del d¨ªa de la reuni¨®n por otros tres puntos importantes: la innovaci¨®n como motor para el logro de un mayor crecimiento e igualdad; la econom¨ªa pol¨ªtica de las reformas; y el papel de la organizaci¨®n en el ¨¢mbito del impulso al comercio internacional.

La primera cuesti¨®n responde a los trabajos desarrollados por la organizaci¨®n en los tres ¨²ltimos a?os y tiene por objeto que los ministros marquen las orientaciones en relaci¨®n con el papel de la innovaci¨®n en la econom¨ªa y la creaci¨®n de un entorno favorable a la misma. La segunda tiene por objeto reforzar la atenci¨®n de la OCDE sobre las dificultades pr¨¢cticas que implica la puesta en marcha de reformas; ¨¦stas frecuentemente comportan unos costes a corto plazo y concentrados en ciertos grupos, previos a la consecuci¨®n de unos beneficios mayores, distribuidos en el conjunto de la sociedad. Ello puede obstaculizar o incluso impedir la adopci¨®n de medidas socialmente deseables, y en la reuni¨®n discutiremos, bas¨¢ndonos en el trabajo ya realizado en la OCDE, c¨®mo evitarlo. Por ¨²ltimo, la cuesti¨®n del comercio resulta tambi¨¦n clave, habida cuenta del papel que la OCDE ha jugado como proveedora de los an¨¢lisis e informaci¨®n que nutren los debates de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio. En este sentido, durante la reuni¨®n de mayo se analizar¨¢ el nuevo papel que debe jugar la OCDE, precisamente cuando la Ronda de Doha se encuentra en un momento cr¨ªtico.

Todas estas cuestiones ser¨¢n debatidas en Par¨ªs, los pr¨®ximos d¨ªas, en un Consejo que ser¨¢ presidido por Espa?a. Sus conclusiones y orientaciones ser¨¢n importantes, ya que a trav¨¦s de ellas se imprimir¨¢ un nuevo impulso a la agenda de la organizaci¨®n y se reforzar¨¢ el peso de la OCDE en el mundo para los pr¨®ximos a?os. Todo ello, en un momento en que, a pesar de las notables desigualdades geogr¨¢ficas, la econom¨ªa global transita ya por su quinto a?o de intenso crecimiento. El reto es precisamente reforzar esa senda de crecimiento, consiguiendo, al mismo tiempo, que se incorporen a ¨¦l las regiones m¨¢s desfavorecidas del planeta.

Pedro Solbes es vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Econom¨ªa.