Un territorio plagado de siglas, intereses y armas

Nunca dejaron de prepararse para una nueva ronda de choques violentos que ha llegado s¨®lo dos meses despu¨¦s de formarse un Gobierno de unidad al que nadie augura larga vida. Mientras Ham¨¢s se dedica en cuerpo y alma a cavar t¨²neles, construir b¨²nkeres, a mejorar el alcance y potencia de sus cohetes artesanales y a almacenar explosivos en la medida que le permite el contrabando a trav¨¦s de los t¨²neles de Rafah, en la frontera de Gaza con Egipto, Al Fatah tampoco ha cesado de entrenar a sus milicianos y polic¨ªas y de abastecerse de armas procedentes sobre todo de Estados Unidos.

Adem¨¢s de unos 15.000 miembros de las Brigadas Ezed¨ªn al Kassam, brazo militar del grupo fundamentalista, el Gobierno de Haniya orden¨® en mayo de 2006 la creaci¨®n de la Fuerza Ejecutiva, un organismo policial que ha pasado de 3.000 a 6.000 miembros en pocos meses. Su motivaci¨®n supera con creces la de sus rivales; son quienes lucharon contra el Ej¨¦rcito israel¨ª en la invasi¨®n de la franja posterior a la captura del soldado jud¨ªo Gilad Shalit en junio del a?o pasado. Murieron a centenares.

Los cuerpos policiales fieles al presidente, Mahmud Abbas, y m¨¢s todav¨ªa al consejero de Seguridad, Mohamed Dahlan, cuentan con muchos m¨¢s agentes. La Guardia Presidencial, la Seguridad Preventiva, la Inteligencia Militar y la Polic¨ªa Naval la forman m¨¢s de 30.000 hombres. Tienen a su favor que gozan del respaldo de Jordania, Egipto y, sobre todo, de Washington. El Congreso de Estados Unidos aprob¨® el mes pasado un fondo de 43,8 millones de euros para fortalecer la Guardia Presidencial, y en el ¨²ltimo a?o han entregado alrededor de 20.000 fusiles de asalto a sus agentes. Pero en su contra juega su menor determinaci¨®n a la hora de combatir.

Al Fatah dispone de las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa, su rama militar. Y aqu¨ª s¨ª que impera el caos. Son infinidad de grup¨²sculos que obedecen s¨®lo a los caciques locales y que poco hacen por ayudar al presidente Abbas, al que los Gobiernos israel¨ªes acusan de ser incapaz de poner orden en sus propias filas. Si el brazo militar de Ham¨¢s cumple cuando anuncia un alto el fuego, cada facci¨®n de las Brigadas de los M¨¢rtires de Al Aqsa hace en todo momento lo que le viene en gana.