El hundimiento del metro del Carmel: la peor crisis
El accidente del t¨²nel de la l¨ªnea 5 supuso la marcha forzosa de 1.276 vecinos del barrio y la desconfianza de todos sobre las obras
En la noche del 25 de enero de 2005, las 12 familias que viv¨ªan en el n¨²mero 10 del pasaje de Calafell, en el barrio del Carmel, tuvieron que salir de sus casas con lo puesto. Se trataba de un desalojo "preventivo" a causa de "un desprendimiento en las obras del t¨²nel de ampliaci¨®n de la l¨ªnea 5 del Carmel", seg¨²n la nota que realiz¨® la empresa Gesti¨®n de Infraestructuras (GISA) aquella medianoche. Y continuaba: "No se han encontrado afectaciones en la superficie ni en la estructura de los edificios". Transcurridas 48 horas, la tierra se trag¨® un garaje situado pared con pared con esa finca y empez¨® el calvario del Carmel. El hundimiento del t¨²nel no caus¨® v¨ªctimas, pero ha sido una de las situaciones de emergencia m¨¢s serias que ha vivido la ciudad.
?Cu¨¢les han sido las consecuencias de aquel accidente? Muchas, much¨ªsimas. Las peores, sin duda, para los afectados y el propio barrio. Fueron 1.276 personas las desalojadas de sus viviendas que pasaron a vivir una situaci¨®n de provisionalidad en hoteles, casas de familiares y m¨¢s tarde en pisos puente. Los dos ¨²ltimos regresaron a su casa en diciembre de 2006, casi dos a?os despu¨¦s. El grueso de los desalojados pudo volver a lo largo de 2005 y unos 200 en 2006. Claro que no todos regresaron al barrio, porque 58 personas optaron por dejarlo e instalarse en otras zonas de la ciudad con la permuta de sus pisos. 241 comercios se vieron afectados por la crisis, 71 de la zona evacuada y 170 del ¨¢rea de influencia. Muchos tuvieron que cerrar y otros vieron como el negocio se ven¨ªa abajo por la crisis, casi depresi¨®n, en la que cay¨® el Carmel. Los alumnos de dos escuelas tuvieron que ir a otros centros.
Las empinadas calles de uno de los barrios que aguardaban como agua de mayo la llegada del metro se llenaron de hormigoneras. Toneladas de cemento sellaron el t¨²nel de maniobras que se hundi¨® y despu¨¦s hicieron lo mismo en el subsuelo de decenas de edificios. Cuatro se tuvieron que derribar porque la rehabilitaci¨®n era imposible.
El Carmel ha dejado tras de s¨ª otras consecuencias. Entre ellas, un reguero de indemnizaciones a los afectados tras unas intensas negociaciones entre la Generalitat y los abogados que, por primera vez, llevaban la batuta. Fueron casi 100 millones de euros. El grueso, cerca de 42, en indemnizaciones -el concepto de da?o moral se instaur¨® por primera vez-, algo m¨¢s de 16 en las facturas de hoteles y alquileres de pisos puente. Otros 6,3 millones de euros fueron para indemnizar a los comerciantes y 32 para obra civil y la rehabilitaci¨®n de edificios. No obstante, queda alguna reclamaci¨®n sin resolver.
Como consecuencia del desastre, el Carmel fue declarado ¨¢rea de rehabilitaci¨®n integral, lo que supone una inyecci¨®n de inversi¨®n p¨²blica en una intervenci¨®n urban¨ªstica que ser¨¢ importante. El agujero del socav¨®n y las fincas que fueron derribadas se han convertido en una plaza, y un estudio realizado por la Universidad Polit¨¦cnica apunta a la necesidad de esponjar una zona del Carmel y crear m¨¢s espacios p¨²blicos. Las gr¨²as son hoy visibles en el barrio.
Pol¨ªticamente, desat¨® una tormenta sobre las reponsabilidades que se cerr¨® con la dimisi¨®n de dos cargos de segundo nivel del Departamento de Pol¨ªtica Territorial, que dirig¨ªa y dirige Joaquim Nadal. El director general de Transportes y el presidente de GISA dejaron sus puestos. Tambi¨¦n caus¨® un terremoto parlamentario cuando el ex presidente Pasqual Maragall se refiri¨® a las supuestas comisiones del 3%. El Ayuntamiento de Barcelona, especialmente su entonces alcalde, Joan Clos, sufrieron un desgaste importante pese a que nadie discuti¨® el dispositivo de atenci¨®n a los desalojados, que era su ¨¢mbito de responsabilidad.
La pregunta de por qu¨¦ se hundi¨® el t¨²nel fue contestada por una comisi¨®n parlamentaria que puso en evidencia la falta de control de aquella obra: falta de estudios geol¨®gicos del subsuelo y cambios en el proyecto, am¨¦n de otras deficiencias. Todo un fiasco.
El Carmel ha representado un antes y un despu¨¦s en la forma de ejecutar la obra p¨²blica -ahora se constituyen comisiones de seguimiento de obras- y una sombra de desconfianza. Sin embargo, el cap¨ªtulo del Carmel no est¨¢ cerrado todav¨ªa. La justicia tiene que decir la ¨²ltima palabra.
LAS OPINIONES DE LOS 'ALCALDABLES'
Jordi Hereu (PSC): "Ha servido para encarar el futuro y la reforma del barrio con fuerza".
Xavier Trias (CiU): "Ha dejado abierta una grave crisis de confianza y de credibilidad".
Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz (PP): "Hay que dejar atr¨¢s la Barcelona del tripartito, representada por la chapuza del Carmel".
Jordi Portabella (ERC): "El Carmel fue responsabilidad de la Generalitat. Respecto a la crisis, yo hice las gestiones para dar apoyo a comercios y al mercado".
Imma Mayol (ICV-EUiA): "El trauma no se solventa en un a?o. Es necesaria mucha transparencia en la gesti¨®n de las obras".
Esperanza Garc¨ªa (Ciutadans): "El Ayuntamiento debe velar por la ejecuci¨®n de cualquier obra p¨²blica".
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