Celuloide, 'glamour' y negocio
Empieza Cannes, que mantiene su posici¨®n como primera cita cinematogr¨¢fica internacional
Es un aniversario extra?o. Se cumplen 60 ediciones del festival pero la m¨¢quina arranc¨® hace 67 a?os. ?Se quita a?os el festival? Todo ten¨ªa que haber empezado en septiembre de 1939 pero s¨®lo hubo tiempo para una ¨²nica proyecci¨®n: acababa de estallar la II Guerra Mundial y Charles Laugthon y las otras estrellas que ya estaban en Cannes abandonaron a toda prisa eso que nuestros abuelos llamaban una "estaci¨®n balnearia". En 1939, en Cannes a¨²n hab¨ªa pescadores y campesinos, los grandes hoteles de la Croissette alternaban con villas de veraneo y la poblaci¨®n era una maravilla de equilibrio.
La decisi¨®n de hacer un festival de cine en Cannes la hab¨ªan tomado franceses, ingleses y americanos, indignados ante el palmar¨¦s de la Mostra de Venecia de 1938. La Italia de Mussolini hab¨ªa coronado dos pel¨ªculas abiertamente fascistas -una exaltaci¨®n de la raza aria firmada por Leni Riefenstahl, la reina del kitsch, y un elogio del hero¨ªsmo italiano realizado por Goffredo Alessandrini-. Las democracias escogieron Cannes para contraatacar con su oferta alternativa pero la guerra aplaz¨® la maniobra.
En 1946, cuando por fin se pone en marcha el festival, otro conflicto ha comenzado, la guerra fr¨ªa. De lo que se trata, entonces, es de ser mejores que los sovi¨¦ticos. Durante a?os es el Ministerio de Asuntos Extranjeros quien decide qu¨¦ pa¨ªses pueden ser invitados. Por ejemplo, la China Popular y la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana eran pa¨ªses cinematogr¨¢ficamente vetados. Y de qu¨¦ lado se inclinaban las simpat¨ªas del certamen no era ning¨²n misterio: en 1949 se proyectaron 12 pel¨ªculas estadounidenses por una sovi¨¦tica.
Americanos y franceses -luego se sumar¨ªan los italianos, sobre todo las italianas, Lollobrigida y la Loren- llenaban la playa de Cannes de estrellas. El festival serv¨ªa de plataforma comercial al cine de Hollywood y a algunas producciones europeas, al tiempo que de traducci¨®n art¨ªstica de la superioridad del Plan Marshall sobre el Pacto de Varsovia. Eran los pa¨ªses seleccionados quienes eleg¨ªan las pel¨ªculas que el Festival proyectaba y eso acentuaba la dimensi¨®n pol¨ªtica del tinglado. En 1953, por ejemplo, el actor Edward G. Robinson, que formaba parte del jurado, reclam¨® que se cortase el ¨²ltimo plano de Bienvenido mister Marshall, de Berlanga, porque lo estim¨® "degradante para la imagen de EE UU. El art¨ªculo 5 del reglamento estipulaba que "los cortes o la retirada de una pel¨ªcula pueden ser exigidos si una de las naciones participantes se siente ofendida". Y durante la guerra fr¨ªa todo el mundo era muy susceptible, como prob¨® la crisis de Estrellas fugaces, cinta de Helmut Kautner en la que se enamoraban un alem¨¢n de un lado del tel¨®n de acero de una alemana del otro lado. "Un inimaginable idilio peque?o burgu¨¦s", dijo la delegaci¨®n sovi¨¦tica. Estrellas fugaces fue retirada del programa.
El gran cambio vino tras el Mayo del 68. Aquel a?o, los cineastas lograron que el festival se suspendiera para manifestar as¨ª su solidaridad con la rebeli¨®n que estaba dejando Par¨ªs sin adoquines. Carlos Saura y Geraldine Chaplin se colgaron de las cortinas del palacio de festivales para impedir que comenzase la proyecci¨®n de Pipermint frapp¨¦. Louis Malle, que acababa de regresar de India, estaba escandalizado ante el despilfarro de las fiestas de Cannes. El exiliado Polanski miraba esc¨¦ptico a quienes criticaban Cannes por ser "la vitrina del capitalismo", Godard entraba en su fase mao¨ªsta y reclamaba la revoluci¨®n.
En 1969 se cre¨® la Quincena de los realizadores, una secci¨®n paralela gestionada por los cineastas. La Quincena oblig¨® tambi¨¦n a modificar los criterios de la selecci¨®n oficial a concurso. Un filme contra la guerra de Vietnam -M.A.S.H.- gan¨® en 1970, una cinta argelina -Chronique des ann¨¦es de braise- que narra la lucha por la independencia y contra los franceses fue Palma de Oro en 1975 y, en 1981, una pel¨ªcula polaca -El hombre de hierro-, de Andrzej Wajda, que no hab¨ªa sido presentada a la censura de su pa¨ªs, es la triunfadora. El esp¨ªritu cr¨ªtico y la independencia han ganado, en apariencia, la batalla. Pero la gran novedad -y la gran verdad de Cannes- fue que tras la crisis de Mayo del 68 se han multiplicado las proyecciones y las secciones. Este 2007 la selecci¨®n oficial incluye 49 largometrajes de 25 pa¨ªses distintos. De esas cintas, 21 compiten por la Palma de Oro. Esa selecci¨®n es fruto del visionado de 1.615 filmes. En el mercado del filme habr¨¢ unas 1.500 proyecciones ante los m¨¢s de 10.000 compradores potenciales. M¨¢s de 3.000 productoras de 80 pa¨ªses vienen a vender sus ¨²ltimas producciones. Y 4.000 periodistas nos hacemos eco de todo lo concerniente al negocio del cine. En Cannes ya no quedan ni pescadores ni campesinos. La ciudad es la m¨¢s fea de la Costa Azul.
Babelia
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