Premio a las verdades de un soldado
Galardonado el 'blog' de un militar estadounidense sobre su vida en Irak
Una guerra, un blog, un soldado con talento literario y un premio. Este c¨®ctel, que el pasado lunes se tradujo en la proclamaci¨®n de Colby Buzzell como ganador de la primera edici¨®n del Lulu Blooker Prize por su libro My war: killing time in Irak (Mi guerra: pasando el rato en Irak), basado en el blog hom¨®nimo que escribi¨® mientras estuvo destinado en Irak, no ha debido de sentar bien en el Pent¨¢gono. La decisi¨®n hecha p¨²blica esta semana por el Departamento de Defensa estadounidense de limitar el acceso de sus tropas en el frente a p¨¢ginas como youtube.com, myspace.com o servidores de blogs como Blackfive, adquiere irremediablemente, por culpa de este premio, un tinte a¨²n m¨¢s siniestro del que sin duda ya ten¨ªa de por s¨ª.
"Creo que es un error. El gran lujo de los soldados destinados en Irak es poder usar Internet, contar sus historias en sus blogs, comunicarse as¨ª con sus familiares, grabar v¨ªdeos... Ahora esa limitaci¨®n va a pesar sobre la moral de las tropas, que no est¨¢ precisamente alta despu¨¦s de cuatro a?os de guerra". Colby Buzzell, de 30 a?os, que ha comenzado a colaborar con Esquire, expresaba as¨ª su desacuerdo con la decisi¨®n del Pent¨¢gono en entrevista telef¨®nica desde San Francisco, donde celebraba junto a su familia un premio que jam¨¢s se imagin¨® podr¨ªa llegar a recibir. "Cuando comenc¨¦ a escribir mi blog nunca pens¨¦ que a la gente le interesar¨ªa leerlo, as¨ª que recibir un premio por un libro basado en ese blog me parece casi un milagro", dice.
No es una novedad del siglo XXI que los soldados relaten sus experiencias de guerra. Las p¨¢ginas de la literatura est¨¢n llenas de historias escritas en primera persona contando el horror de la batalla desde la primera l¨ªnea del frente. Pero el ciberespacio dio la posibilidad de que los protagonistas de esos conflictos contaran lo que viv¨ªan, como hizo Buzzell, en tiempo real. Este soldado destinado en Mosul en 2004 empez¨® a escribir de forma an¨®nima en junio de aquel a?o. Dos meses m¨¢s tarde su nombre comenz¨® a difundirse en los medios de comunicaci¨®n estadounidenses tras su detallado relato de los sangrientos enfrentamientos que se produjeron en Mosul ese mes. Tras leer un art¨ªculo en la web de la CNN en el que se describ¨ªa, de forma breve y as¨¦ptica, los enfrentamientos en aquella ciudad, Buzzell escribi¨® un ensayo de 8.000 palabras de aplastante sinceridad: "No puedo describir con palabras el miedo que sent¨ª... Mi batall¨®n estaba atrapado en medio de una emboscada... Conduc¨ªamos a trav¨¦s de una calle por la que intent¨¢bamos escapar, pero lo ¨²nico que pod¨ªamos ver eran cientos y cientos de balas volando".
Poco despu¨¦s, y sin que mediara ninguna explicaci¨®n precisa, sus superiores le ordenaban que dejase de escribir. "Nunca me llegaron a decir realmente el motivo de mi censura. Pero despu¨¦s de publicar durante casi tres meses y tras apartarme de la acci¨®n y relegarme durante dos semanas a hacer trabajo de oficina, tuve que dejar de escribir".
El Pent¨¢gono afirma que la decisi¨®n anunciada esta semana de bloquear el acceso a Youtube o Myspace, donde pueden verse cientos de v¨ªdeos filmados por los soldados, est¨¢ basada en necesidades t¨¦cnicas. Los ordenadores del Departamento de Defensa no pueden aguantar el tr¨¢fico que generan los v¨ªdeos y los blogs y por eso le ha dicho a sus soldados que si quieren comunicarse de esa forma, lo hagan desde los cibercaf¨¦s privados que hay en Irak. De paso, obviamente, se dificultan relatos molestos como el del soldado Colby Buzzell, quien asegura: "Esta guerra est¨¢ durando demasiado y al Ej¨¦rcito no le interesa que tambi¨¦n lo digan sus soldados".
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