"La b¨²squeda automatizada no ha logrado excluir el factor humano del experto"

Ricardo Fornas es bibliotecario, de ah¨ª su pasi¨®n por documentar y hacer encontrable el conocimiento existente. Una pasi¨®n que traslad¨® en 1997 a Internet abriendo Buscopio.net, un sitio donde cataloga los buscadores y directorios que localiza en la Red. Actualmente tiene rese?ados m¨¢s de 3.200 en sus diferentes categor¨ªas, desde buscadores generales a directorios de arqueolog¨ªa.

Fornas cree que el futuro en la precisi¨®n del rastreo por Internet no llegar¨¢ con las ara?as de los grandes buscadores, sino con la b¨²squeda vertical, por temas, en los que se combinan la tecnolog¨ªa de los algoritmos con los sabuesos humanos. Ninguno de los grandes buscadores podr¨¢ sustituir, por ejemplo, a un directorio de arqueolog¨ªa para asuntos en esta materia en los que haya una selecci¨®n humana de ¨ªtems aunque, al mismo tiempo, estos directorios tambi¨¦n acudan a la tecnolog¨ªa de los robots y luego analicen y discriminen sus resultados. La confianza en la indexaci¨®n autom¨¢tica, humana o mixta es, seg¨²n Fornas, un fen¨®meno c¨ªclico.

"A medida que se perfeccion¨® la indexaci¨®n autom¨¢tica, los grandes buscadores abandonaron la b¨²squeda humana. Al mismo tiempo, creci¨® la insatisfacci¨®n de determinados clientes sobre los resultados de esta indexaci¨®n y aparecieron otras f¨®rmulas complementarias como los marcadores sociales. En todos los casos se trata de a?adir la colaboraci¨®n de una parte experta en la b¨²squeda intentado organizar la informaci¨®n suelta que hay en Internet".

Algunos ejemplos

Fornas cita como ejemplo Cha-Cha, un buscador, en fase beta, que combina la b¨²squeda computerizada con la humana. O Hakia, que promete unas b¨²squedas m¨¢s en funci¨®n de la mentalidad humana que por criterios de popularidad o concurrencia de enlaces como los que rigen actualmente. O el Custom Search Engine de Google, que propone la instalaci¨®n de su buscador en la web del internauta acotando las b¨²squedas en funci¨®n de su conocimiento e intereses.

En el horizonte est¨¢ el proyecto de web sem¨¢ntica -que las m¨¢quinas entiendan el lenguaje humano, en sus matices y ambig¨¹edades-, pero Fornas lo contempla como algo lejano y muy complejo. De hecho, hoy en d¨ªa, el factor meramente idiom¨¢tico ser¨ªa uno de los motivos que ayudar¨ªa a explicar el ¨¦xito territorial de un buscador u otro. "Google, por ejemplo, ha superado a sus competidores en Espa?a porque las b¨²squedas en castellano las resuelve mejor y, en cambio, en Asia, especialmente en Jap¨®n y en China no ocupa ese lugar predominante".

Para Fornas, si alguien se plantea competir con los grandes buscadores no puede hacerlo con su misma ambici¨®n de rastrear el orbe.

"La alternativa, complementaria, son los buscadores verticales, muy precisos en un determinado sector. Por ejemplo, en Espa?a, tiene sentido desarrollar unos directorios con b¨²squeda de turismo, salud, ense?anza o cultura, en los que el usuario local advierta que los resultados que se le ofrecen tienen una relevancia superior a los que suministran los grandes buscadores".

En turismo, explica, el buscador vertical y local ha de saber decir a quien lo consulta d¨®nde dormir, qu¨¦ transporte utilizar y qu¨¦ monumentos visitar de la ciudad o pa¨ªs por el que se interesa. Este dato de detalle es dif¨ªcil que lo ofrezca un buscador generalista universal. De ah¨ª que Fornas no contemple con demasiado optimismo los proyectos de buscadores universales porque es dif¨ªcil superar tecnol¨®gicamente las ara?as de b¨²squeda ya existentes con una tecnolog¨ªa absolutamente probada y eficiente. El ¨¦xito de buscadores verticales ya se aprecia en algunas ¨¢reas donde existe una oferta s¨®lida. Un caso es Technorati, que rastrea el universo de los blogs.

"El ¨²ltimo y definitivo critero es la satisfacci¨®n del usuario, que encuentre m¨¢s pertinente los resultados de un buscador que de otro. Google naci¨® en 1998, cuando ya exist¨ªan otros buscadores y, sin embargo, lleg¨® al liderazgo porque satisfac¨ªa una demanda". Junto al desarrollo de las tecnolog¨ªas de rastreo tambi¨¦n ha de crecer la cultura de b¨²squeda de los internautas.

"La media de consultas se hacen a base de tres palabras. La gente no experta desconoce los sistemas para acotar una b¨²squeda, ignora lo que es una consulta boleana (por ejemplo, el empleo de part¨ªculas como and y or) y no sabe sacar partido del potencial de los buscadores". Fornas cita Altavista como un "buscador muy bueno" para b¨²squedas complicadas que exigen cierta experiencia del internauta. "La combinaci¨®n de potencia de b¨²squeda y usabilidad es dif¨ªcil de mantener".

BUSCOPIO: www.buscopio.net