Michael Moore y su ej¨¦rcito de abogados
Todav¨ªa no ha aterrizado en la Costa Azul y ya suenan los tambores de guerra. Michael Moore proyecta ma?ana por la ma?ana, en una sesi¨®n especial fuera de la competici¨®n, su nuevo documental: Sicko. El festival le ha reservado un horario de honor: primera hora del primer fin de semana. Saben que el ruido est¨¢ asegurado y que los ecos del festival cruzar¨¢n el Atl¨¢ntico.
De momento s¨ª est¨¢ en Cannes, en camiseta y vaqueros pero inaccesible, el productor Harvey Weinstein. Con su enorme barriga y su cara picada de viruela, acude como un espectador m¨¢s a las ruedas de prensa, en las que mira desafiante a los periodistas sin prestar atenci¨®n a lo que dicen. Sabe que es una figura inquietante y eso le protege. Su compa?¨ªa (TWC) distribuye la ¨²ltima pel¨ªcula de Michael Moore en Estados Unidos, que se estrena el pr¨®ximo 29 de junio. Tambi¨¦n la vende al resto del mundo. En s¨®lo dos d¨ªas ya han firmado su distribuci¨®n en Francia, Italia, Australia, Alemania, Hungr¨ªa, Bulgaria, Rumania, Polonia y la Rep¨²blica Checa.
Al parecer, la pel¨ªcula podr¨ªa tener serios problemas legales despu¨¦s de su estreno el s¨¢bado en Cannes. Seg¨²n cuentan en Screen, instalados en una habitaci¨®n del hotel Carlton, Wenstein ha aterrizado en Cannes acompa?ado por un batall¨®n de abogados y publicistas capaces de frenar posibles cortapisas legales al filme de Moore. El ganador de la Palma de Oro de 2004 con Fahrenheit 9/11 ha puesto esta vez el ojo en la sanidad p¨²blica de su pa¨ªs y para ello podr¨ªa haber violado, entre otras leyes, el embargo a Cuba, viajando a la isla con un grupo de enfermos de su pa¨ªs para que recibieran all¨ª un tratamiento m¨¦dico digno que les fue negado en EE UU.
Wenstein ha contratado al abogado David Boies, al relaciones p¨²blicas Matthew Hiltzik, al estratega pol¨ªtico Chris Lehane y al gur¨² de las relaciones p¨²blicas Ken Sunshine para evitar cualquier contratiempo. Con ellos se pasea tranquilo anunciando la inminente llegada del hombre de la gorra.
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