Los peritos desmontan la teor¨ªa de que los islamistas de Legan¨¦s no se suicidaron
Cuatro defensas y una acusaci¨®n preguntan por una de las v¨ªas de la conspiraci¨®n
El pen¨²ltimo delirio de la teor¨ªa de la conspiraci¨®n fue desmontado ayer. Los peritos forenses que comparecieron en el juicio dejaron claro que los siete integrantes de la c¨¦lula de Legan¨¦s, presuntos autores materiales de los atentados de los trenes, se suicidaron haciendo estallar una gran cantidad de explosivos. Los expertos negaron tajantemente que los suicidas ya estuvieran muertos, como sugieren hasta cinco acusaciones y defensas, y que los hubieran trasladado all¨ª congelados o con otra forma de conservaci¨®n para simular los suicidios con los que respaldar la denominada teor¨ªa oficial.
La teor¨ªa, de puro absurdo, suger¨ªa que el geo Francisco Javier Torronteras se hab¨ªa dejado matar para respaldar la versi¨®n de que un grupo de mandos policiales hab¨ªa preparado el escenario para desalojar al PP del poder, si no fuera porque las elecciones hab¨ªan sido el 14 de marzo y los sucesos de Legan¨¦s ocurrieron el 3 de abril, cuando el PP ya hab¨ªa perdido las elecciones.
Los doctores Prieto y Conejero se?alaron que las lesiones detectadas en los cad¨¢veres de los islamistas de Legan¨¦s, tanto los traumatismos como las quemaduras, presentaban las caracter¨ªsticas de vitalidad, es decir, que "se trataba de personas vivas en el momento de suceder los hechos".
Los peritos explicaron que, en cuanto a las lesiones de origen traum¨¢tico, se observ¨® una hemorragia evidente, es decir, que hubo p¨¦rdida de sangre, que los bordes de las heridas ten¨ªan tambi¨¦n sangre que se coagulaba e infiltraba en los tejidos blandos y que hubo una retracci¨®n de la piel superior a la que se produjo en los tejidos profundos, como los m¨²sculos, lo que quer¨ªa decir que murieron con la explosi¨®n.
En cuanto a las quemaduras, la coloraci¨®n era mucho m¨¢s rojiza precisamente por la dilataci¨®n de los vasos sangu¨ªneos, mientras que si hubieran sido ya cad¨¢veres en el momento de la explosi¨®n, los bordes de las heridas no tendr¨ªan la piel retra¨ªda, y las zonas de quemaduras se hubieran visto como escaras, con la piel m¨¢s amarillenta y endurecida.
Por qu¨¦ no hab¨ªa sangre
Los letrados insistieron una vez m¨¢s en otra de las cuestiones recurrentes de los te¨®ricos de la conspiraci¨®n, como es por qu¨¦ no se hab¨ªa encontrado sangre en el piso de Legan¨¦s donde se volaron los suicidas. Los peritos aludieron a muchas posibles causas, pero precisaron que cuando hay una onda expansiva de la intensidad de la que se produjo en Legan¨¦s, se generan cantidad de lesiones secundarias que se deben a objetos que se rompen, a muros que se derrumban, a objetos que salen lanzados contra los cuerpos y a otras que se producen porque los cuerpos salen lanzados. Es muy dif¨ªcil, se?alaron, que los cad¨¢veres permanecieran en el mismo sitio en el que se encontraban cuando se produjo la explosi¨®n, cuando se realizaron las amputaciones que presentaban los cad¨¢veres, pero, por un lado, los propios miembros amputados frenan la salida de sangre, y por otro, seg¨²n dijeron, es muy probable que la sangre saliera expulsada en todas direcciones en peque?as gotas, sin que desde luego se formara un charco de sangre.
Los peritos diferenciaron el caso de los siete islamistas suicidas del de Francisco Javier Torronteras, el geo que falleci¨® en Legan¨¦s, por la distancia existente al foco de la explosi¨®n. En el caso del agente, que falleci¨® a causa del impacto de un ladrillo que le seccion¨® la arteria femoral, s¨ª hubo sangre que impregn¨® las ropas de asalto que llevaba.
La ex directora del Instituto Anat¨®mico Forense, Carmen Balad¨ªa, a petici¨®n de las defensas, explic¨® que exist¨ªan grandes diferencias entre las lesiones que presentaban los siete suicidas con las que ten¨ªan los 191 muertos de los atentados de los trenes, y asegur¨® que en ninguno de los fallecidos en los trenes hab¨ªa indicios de que se tratase de un suicida terrorista. "No encontramos ning¨²n objeto en el interior de esos cad¨¢veres que pudiera corresponder al contenido o al continente de un objeto explosivo", dijo Balad¨ªa.
Respecto a los suicidas de Legan¨¦s, record¨® c¨®mo, al encontrar un objeto met¨¢lico incrustado en uno de los cuerpos, tuvieron que suspender la autopsia y llamar a los Tedax por si se trataba de un explosivo. Luego, los artificieros determinaron que el objeto incrustado no era m¨¢s que la pila de un reloj.
Tambi¨¦n comparecieron otros peritos como Juan Miguel Monge, que en su calidad de forense de la Audiencia Nacional visit¨® y examin¨® a los procesados despu¨¦s de su detenci¨®n. Asegur¨® que unos pocos alegaron haber sido objeto de malos tratos, y refirieron que les hab¨ªan dado collejas y tirado del pelo. La mayor¨ªa simplemente quer¨ªa que les dejaran lavarse y ducharse. Ninguna de las supuestas lesiones pudo comprobarse.
Monge dijo tambi¨¦n que el 15 de marzo visit¨® a Jamal Zougam, quien en los calabozos le pregunt¨® qui¨¦n hab¨ªa ganado las elecciones.
Otro de los peritos explic¨® que la profanaci¨®n de la tumba del geo Torronteras fue muy burda. La superficie del cuerpo aparec¨ªa muy quemada, pero no ten¨ªa el prop¨®sito de hacer desaparecer el cad¨¢ver.
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