?Justifican los ni?os una revoluci¨®n?
En la carretera de Trinidad a Santa Clara a trav¨¦s de la sierra de Escambray, en el mirador sobre el embalse de Hanabanilla, hay un furancho donde no sirven caf¨¦, s¨®lo bebidas. Para nosotros, ciudadanos responsables protegidos de nosotros mismos por incontables leyes, resulta cuando menos chocante encontrar en lo alto de una sierra, en medio de una carretera endemoniada llena de curvas y con un firme m¨¢s que irregular, una cocteler¨ªa. Y es que dicen que el ron en estas latitudes no produce el mismo efecto que en nuestras regiones boreales. Quiz¨¢ ese estado de leve euforia sea parte de la clave de la forma de ser de los cubanos. Generalizando, claro, porque a poco que uno se pare a individualizar se da cuenta de que cada persona es un mundo, y cuando penetras en este variopinto universo, concluyes que lo mejor de Cuba son los cubanos.
A despecho de ese r¨¦gimen empecinado en mantener a sus s¨²bditos en una burbuja incontaminada, sin perjuicio de su creciente inter¨¦s por promover la expansi¨®n de ese rey Midas global que es el turismo, los cubanos son conscientes del apartheid instalado en la isla. No es s¨®lo el hecho de tener vedados los para¨ªsos reservados a los turistas; es que un colega no puede visitarte en tu hotel si t¨² mismo no sales a la puerta a recibirlo, y en el bar no le servir¨¢n una consumici¨®n a menos que t¨² la pidas por ¨¦l. En Cuba un kiosco de prensa internacional es un lugar donde se vende el Granma en nueve idiomas, pero algunas de las hermosas villas de Miramar se han convertido en cl¨ªnicas dotadas con los ¨²ltimos avances para cuidar de la salud de los extranjeros.
Lo que llama de veras la atenci¨®n, m¨¢s que los viejos coches americanos o la presi¨®n de los buscavidas que peinan las calles de La Habana pidiendo, con m¨¢s o menos ingenio, productos de primera necesidad o, lisa y llanamente, dinero, son las bandadas uniformadas de ni?as y ni?os, impecablemente peinados, que a primera hora de la ma?ana irrumpen en las calles con gozosa algarab¨ªa camino de la escuela. Acaso sea ¨¦ste el mayor logro del r¨¦gimen cubano: haber conseguido evitar esas lacras de toda Am¨¦rica Latina, los ni?os de la calle y la violencia. ?Justifica eso una revoluci¨®n permanente?
Si hay en Cuba una administraci¨®n poderosa y eficiente, ¨¦sa es la Oficina del Historiador de La Habana. Eusebio Leal Spengler ha organizado y mantiene desde hace dos d¨¦cadas un aparato administrativo que, a juzgar por su omnipresencia, parece ser el ¨²nico que funciona. Si la situaci¨®n cambia, como inexorablemente ha de suceder, el extraordinario patrimonio inmobiliario de La Habana ser¨¢ un objetivo suculento para los inversores for¨¢neos. M¨¢s que enormes recursos de dinero, se necesita el goteo, el criterio, la prudencia, medios t¨¦cnicos y tiempo, porque el problema no es s¨®lo arquitect¨®nico, sino de la realidad social albergada en cada casa. Una hipot¨¦tica transici¨®n a un capitalismo salvaje destrozar¨ªa en poco tiempo un modelo urbano y unas pautas de vida que se tienen que conservar. Por eso el problema pol¨ªtico de la transici¨®n es tambi¨¦n urban¨ªstico.
Hay que salir de la capital y perderse por la provincia para tener una idea cabal de lo que es Cuba. El valle de Vi?ales, Pinar del R¨ªo y Vuelta Abajo, feudo del venerable Alejandro Robaina; la bah¨ªa de Cochinos con sus cien memoriales de "la primera derrota del imperio en Am¨¦rica Latina"; la primorosa Cienfuegos, su espl¨¦ndido teatro y su inmensa bah¨ªa; Trinidad y las poblaciones que jalonan el trayecto hasta Santa Clara, donde impera el Che desde su podio monumental... Cuba es mucho m¨¢s que el binomio La Habana-Varadero.
El flujo de petr¨®leo y gas venezolano mantiene a los cubanos en su nirvana despreocupado, como en su d¨ªa lo hizo el subsidio sovi¨¦tico. Por todas partes se ven pruebas de la ayuda canadiense y espa?ola. Pero la isla no est¨¢ desabastecida. S¨®lo en el campo de las energ¨ªas renovables tiene un potencial importante: sol, viento y ca?a de az¨²car pueden ser la tr¨ªada germinal de la energ¨ªa fotovoltaica y e¨®lica y de la producci¨®n de biocarburante. La isla posee recursos impresionantes que habr¨¢n de ser desarrollados en beneficio del pueblo cubano, que es, tambi¨¦n, su mejor capital.
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