Promesas
Uno de los muchos defectos del votante de a pie es la credulidad. No creo que esas amas de casa que, con miradas de esperanza, piropean y besan al candidato mientras se pasea con c¨¢maras y micr¨®fonos por un mercadillo, ni que incluso esa selecci¨®n de j¨®venes de atrezzo que colocan estrat¨¦gicamente detr¨¢s del candidato durante un mitin tengan mala fe al creerse a pies juntillas las promesas del alcaldable. Igual que en este juego la funci¨®n del que vota es la de creerse los programas electorales, la del votado es la de hac¨¦rselos creer. Y es que, del mismo modo que el panadero trabaja con harina, las promesas son la materia prima del pol¨ªtico, el pan suyo de cada d¨ªa. L¨¢stima que una sarta de promesas no llene el est¨®mago como lo har¨ªa una barra de pan.
Pero aun as¨ª el pueblo tiene hambre de promesas, ya sean sobre listas de espera, sobre viviendas protegidas o sobre playas en el Manzanares. Y no ser¨¢ por cosas que se puedan prometer, que por desgracia no faltan. Por eso es triste que, de pocos d¨ªas que tiene una campa?a electoral, Sebasti¨¢n malgaste su promesa diaria en hablar del sueldo que piensa cobrar. Si no cumple con los puntos de su programa, promete bajarse el sueldo, y si cumple con sus objetivos, ser¨¢ premiado con incentivos. Adelantos en materia salarial del mundo de la empresa importados a la pol¨ªtica municipal. Nadie parece haberse preguntado qu¨¦ pasara si tambi¨¦n incumple la promesa de no incumplir sus promesas. ?Se subir¨¢ entonces el jornal?
Y es que lo que tendr¨ªa que prometer es que no iba a cobrar sueldo alguno del Ayuntamiento. Despu¨¦s del espect¨¢culo que dio en el debate enarbolando revistas ante su rival e insistiendo en preguntas sobre relaciones al m¨¢s puro estilo programa del coraz¨®n vespertino, casi que le veo m¨¢s futuro gan¨¢ndose los garbanzos a golpe de exclusivas en la prensa rosa. O encerrado con otros aspirantes a concejales en una casa de protecci¨®n oficial llena de c¨¢maras, viviendo la vida en directo. O sentado en el pol¨ªgrafo para ver si es verdad lo del wi-fi gratuito, o lo de quitar los parqu¨ªmetros, o lo del metro nocturno...
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