Urnas contra la plaga del soborno

Entre el caso de una madre que tiene que pagar una peque?a propina al m¨¦dico si quiere que opere a su hijo y el esc¨¢ndalo de un magnate de los negocios que ha duplicado su fortuna gracias a una privatizaci¨®n ama?ada por un amigo pol¨ªtico, en Rumania existe un abanico infinito de niveles de corrupci¨®n. Son m¨¢s o menos graves. Es algo que todos los ciudadanos saben. Una lacra que unos disfrutan y muchos sufren en este pa¨ªs, clasificado como el m¨¢s corrupto de la UE junto a Bulgaria. La entrada en la Uni¨®n, en enero pasado, no ha puesto fin al mayor problema que sufre el pa¨ªs, que hoy celebra un refer¨¦ndum para decidir, por primera vez desde la ca¨ªda de la dictadura comunista en 1989, si hay que destituir a un presidente.

Las madres tienen que pagar una propina al m¨¦dico si quieren que sus hijos sean operados

"Ha habido una mejora general en la corrupci¨®n desde 1999, a?o en el que Rumania fue declarada candidata a la UE, porque se aceleraron las reformas para entrar, pero ahora los controles se est¨¢n relajando", afirma resignado Matt Loftis, un estadounidense que trabaja en las oficinas de Transparencia Internacional en Bucarest. Pone sobre la mesa un ejemplo claro: el ministro de Justicia acaba de destituir sin m¨¢s a uno de los fiscales jefe del departamento anticorrupci¨®n, Duru Tulus, que tiene bajo su responsabilidad los expedientes m¨¢s graves, alegando que sus casos no avanzan. Muchos ven detr¨¢s un plan para deshacerse de un fiscal inc¨®modo.

Las estad¨ªsticas de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n rumana convierten a los inculpados en la Operaci¨®n Malaya de Marbella en unos aficionados. Un total de 360 personas fueron enviadas a juicio el a?o pasado en Rumania -149 de ellas ten¨ªan un cargo de responsabilidad- por 960 delitos relacionados con sobornos, comisiones ilegales, abuso de poder y evasi¨®n fiscal. Entre los procesados hay 11 miembros del Parlamento (incluido el ex primer ministro Adrian Nastase), dos secretarios de Estado, dos responsables pol¨ªticos de provincias, dos alcaldes, ocho magistrados, 60 agentes de polic¨ªa y m¨¢s de 20 funcionarios de aduanas.

La corrupci¨®n es el detonante de la crisis pol¨ªtica que atraviesa el pa¨ªs. La campa?a previa al refer¨¦ndum de hoy ha sido una competici¨®n para ver qui¨¦n ha robado m¨¢s. En esta votaci¨®n est¨¢ en juego el futuro del presidente, Traian Basescu, un reformista de centro que gan¨® las elecciones en 2004 con el apoyo de varios partidos (principalmente el Liberal) que ahora le han abandonado y quieren que se vaya. Los sondeos le dan la victoria a este ex capit¨¢n de barco, que lleva suspendido del cargo desde 19 de abril por decisi¨®n del Parlamento.

Los liberales y los socialdem¨®cratas (en la oposici¨®n) le acusan de abuso de poder para atacar a sus rivales pol¨ªticos. Basescu y los que le apoyan responden que quieren detener sus reformas contra la corrupci¨®n, dirigidas por la ex ministra de Justicia Monica Macovei, que se vio obligada a dimitir tras la suspensi¨®n de Basescu. "Ella puso el dedo en la llaga", cuenta Sorin Ionita, de la Sociedad Acad¨¦mica Rumana, un grupo de investigaci¨®n y pol¨ªticas p¨²blicas. "En este pa¨ªs se hac¨ªan muchos favores a las empresas por la v¨ªa r¨¢pida, a golpe de decreto, y Macovei dijo que esto ten¨ªa que acabar y todos se llevaron las manos a la cabeza", a?ade.

La corrupci¨®n es habitual en la sociedad rumana. Tiene su origen en el pasado comunista, lleno de penurias econ¨®micas, que han vivido los rumanos, que a finales de los ochenta no ten¨ªan ni para comer. El dictador Nicolae Ceausescu dej¨® al pa¨ªs sumido en la pobreza. La renta media de un rumano, pese a crecer la econom¨ªa en la actualidad a un ritmo del 7% anual, apenas supera el 30% de la renta media europea. El salario medio (300 euros mensuales brutos) no dan para llegar a fin de mes y por eso mucha gente se ha acostumbrado a que le pidan una propina para solucionar sus problemas con la Administraci¨®n, la escuela, el m¨¦dico... A modo de complemento salarial... No es de extra?ar que la lengua rumana disponga de hasta cuatro t¨¦rminos para designar esa propina forzosa.