Bajo la alargada sombra de Montilla
Cornell¨¤ tuvo en las anteriores municipales, en 2003, a Jos¨¦ Montilla como candidato a la alcald¨ªa por el PSC. Montilla, que llevaba entonces 18 a?os en el puesto, revalid¨® la mayor¨ªa absoluta que ya hab¨ªa logrado en 1999. Tan s¨®lo un a?o despu¨¦s, Antonio Balm¨®n cogi¨® la vara de mando, ya que el actual presidente de la Generalitat dej¨® la alcald¨ªa para hacerse cargo del Ministerio de Industria.
Lo primero que hizo Balm¨®n fue incluir a CiU en el pacto de gobierno que el PSC ya manten¨ªa con ICV-EUiA, cedi¨¦ndole una nueva concejal¨ªa simb¨®lica, la de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica. Los republicanos rechazaron la oferta, mientras que el PP no fue invitado.
Montilla dej¨® el list¨®n muy alto hace cuatro a?os, lo que sin duda es un elemento de presi¨®n para Balm¨®n: la segunda fuerza en el consistorio es ICV, con el 16% de votos y 4 concejales, muy lejos de los 14 del PSC.
El PP es la tercera, con el 13% de los sufragios y tres concejales, mientras que ERC se sit¨²a en cuarto lugar, con el 9% y dos representantes. CiU, con dos concejales, consigui¨® s¨®lo el 7% de las papeletas.
Adem¨¢s de Balm¨®n, ERC estrena candidata, con Iolanda Llambrich, que toma el relevo a Joan Tard¨¤, ahora diputado en el Congreso. Repiten Carmen Romero, por ICV; Isabel Espinosa por el PP, y N¨¦stor Art¨ªs por CiU.
En su tarea de darse a conocer, la mayor¨ªa de iniciativas de Balm¨®n han ido encaminadas a mostrar una imagen de gran proximidad. Al contrario que Montilla, siempre distante, el estilo de Balm¨®n pasa por compartir todo y m¨¢s: hace un a?o cre¨® un blog en el que cuelga sus particulares reflexiones no s¨®lo sobre Cornell¨¤, sino incluso sobre el libro que est¨¢ leyendo o la pel¨ªcula que recomienda.
Durante dos a?os tambi¨¦n ha llevado a cabo una iniciativa muy particular: cenar peri¨®dicamente con alguna familia de la ciudad para conocer cu¨¢les son sus inquietudes. Otro de sus principales objetivos es conciliar el horario laboral y familiar. Para ello, ha empezado marcando un l¨ªmite en la jornada del pol¨ªtico, que nunca podr¨¢ acabar, salvo excepciones, m¨¢s tarde de la hora en que se tiene que estar en casa para cenar y atender las responsabilidades dom¨¦sticas.
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