Ventura: "Porque Hermoso de Mendoza sea el n¨²mero uno, no le voy a imitar"

Antonio Domecq es un rejoneador de estilo cl¨¢sico, en la l¨ªnea de su t¨ªo y abuelo. Mat¨® de un rejonazo a su primero, despu¨¦s de hacer las cosas con toda correcci¨®n: "Estoy muy satisfecho porque me gusta torear con la cuadra que tengo. Creo que he hecho una faena muy limpia y me satisface hab¨¦rsela hecho a un toro tan dif¨ªcil". Sin embargo, su ¨¢nimo no puede mantenerse en el mismo tono despu¨¦s de lidiar su segundo enemigo: "No me ha gustado la corrida. Est¨¢ muy sosa; son toros muy antip¨¢ticos que buscan el pegarte". Los aplausos no acaban de contentarle: "A Madrid no hay que venir para que te aplaudan, sino para que se vean los problemas que hay en la lidia y c¨®mo se solucionan".

Hay que pedir desde aqu¨ª excusas al rejoneador Sergio Gal¨¢n, a quien en otra secci¨®n de estas p¨¢ginas se le mencion¨® como hijo del matador de toros Antonio Jos¨¦ Gal¨¢n, cuando no lo es. El hijo de aquel valiente matador de toros se llama David Gal¨¢n y ha comenzando a placearse en sus primeras novilladas. Disculpas tambi¨¦n a ¨¦l y a su familia. En cualquier caso, el apellido Gal¨¢n, ya sea a pie o a caballo, puede sentirse orgulloso de haber ocupado y ocupar un importante sitio en el mundo de los toros. El galope de los caballos del Gal¨¢n rejoneador asemeja tambi¨¦n un campanilleo alegre, con los que hace recortes espectaculares. No mata del primer rejonazo a su primero, pero surge la petici¨®n en los tendidos por su labor, que el presidente no atiende. Muestra contrariedad: "No lo entiendo. Creo que he hecho una gran faena a un toro que no val¨ªa nada".

Decepci¨®n por el ganado

Mucho m¨¢s contento se muestra tras su actuaci¨®n del segundo, tras cortar una oreja. A pesar de ello, muestra su decepci¨®n por el ganado: "Pens¨¦ que iban a colaborar m¨¢s estos toros, que iban a tener m¨¢s fuerza. He tenido que echar toda la carne en el asador y ponerme al l¨ªmite. El toro se iba a tablas y hab¨ªa que sacarlo". El balance de su actuaci¨®n lo resume as¨ª: "No me voy con buen sabor de boca, pero tampoco con malo".

Diego Ventura consigue abrir la Puerta Grande en el ¨²ltimo de la tarde, en una labor que algunos aficionados entendidos concept¨²an como perfecta, arriesgando en todos los terrenos y ejecutando las suertes de manera primorosa. Su actitud con el enemigo cuya lidia le otorga el triunfo se compendia de manera breve: "He arriesgado al m¨¢ximo, pero ha merecido la pena. Hab¨ªa que hacer esta locura". De su primera actuaci¨®n, sin embargo, no hab¨ªa quedado contento: "Aunque le hubiera cortado una oreja al toro, yo no estar¨ªa a gusto. Porque Hermoso de Mendoza sea el n¨²mero uno, yo no le voy a imitar, porque tengo mi personalidad". As¨ª se lamentaba Ventura tras matar a su primero, lo que da idea de su nivel de exigencia. Finalmente, este rigor le trae frutos: ser¨¢ el sustituto del lesionado Hermoso de Mendoza en la pr¨®xima corrida de rejones de la Feria.