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El 9 de mayo, Ecclestone, Camps y Barber¨¢ anunciaron que Valencia tendr¨¢ f¨®rmula 1 y presentaron las curvas del circuito urbano. Todos entendieron que el amo de la F-1 condicionaba el proyecto a que el PP ganara. Enorme esc¨¢ndalo y a la ma?ana siguiente Ecclestone aclaraba: "Dije que no formalizar¨ªa contrato alguno antes de las elecciones, pues no s¨¦ con qui¨¦n lo firmar¨ªa". Pero en la web de la Federaci¨®n Internacional de Automovilismo siguen explic¨¢ndolo igual: "El acuerdo est¨¢ condicionado a que Camps gane". En Internet, los blogs multiplican el debate. Un extranjero sin voto "tiene la osad¨ªa de decirle al pueblo valenciano lo que tiene que votar". "?Por qu¨¦ le interesa a Ecclestone que el PP gane?". Y las met¨¢foras se visten de l¨¦xico F-1: "Pol¨ªtica monoplaza, sociedad en boxes".

Los que est¨¢n a favor del plan argumentan que nunca un circuito urbano pudo ser votado por sus vecinos como lo ser¨¢ ¨¦ste y ya hay quien intenta que los agradecimientos se den a terceros: "?Alguien hubiera pensado en Valencia si Benedicto XVI no la hubiera puesto en el mapa?".

El proyecto tiene una web opositora GP (Grandes Pol¨ªticos) del Mediterr¨¢neo donde se recoge la reticencia con que los jefes de la Copa del Am¨¦rica, en caso de permanencia, contemplan el jaleo de los monoplazas en el puerto. Los comentarios van desde considerarlo un chantaje a recriminar al PSOE su defensa del envejecido circuito de Cheste, donde tiene alcald¨ªa, en contra de la pista urbana, donde reina Barber¨¢.

Hay quien tacha las cr¨ªticas de liberticidio "de los progretas que no permit¨ªs que haya libre comercio e iniciativas" y quien se va a 1997, cuando los laboristas brit¨¢nicos devolvieron tard¨ªamente una millonaria donaci¨®n del zar Ecclestone, complacido por su tolerancia con el patrocinio tabaquero.

Y hay un segundo debate, m¨¢s vivo. La salubridad del circuito urbano para sus vecinos. Uno que trabaj¨® a cinco kil¨®metros de Montmel¨® recomienda a los valencianos que se lo piensen "porque al final s¨®lo van a pillar un dolor de cabeza, y la pasta se la van a llevar los mismos". "Que le pregunten a los otorrinos de Bilbao el incremento de clientela que tuvieron despu¨¦s del GP3. Si dice el Ayuntamiento que va a repetir el evento, empluman al alcalde y lo tiran a la r¨ªa", asegura otro.

Pero el subid¨®n de decibelios no preocupa a todos. En tierra fallera, argumentan, una masclet¨¤ de b¨®lidos no parece un gran disturbio. ?Brrrrmmmmm!

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