Telef¨®nica marca el paso en Europa
La operadora espa?ola bate a sus rivales y se convierte en motor de las telecomunicaciones europeas
Telef¨®nica se ha convertido en el referente de las telecomunicaciones europeas. Tras sus ¨²ltimos resultados, nadie le discute el liderazgo. Es la operadora con m¨¢s clientes, la que mas gana y la que m¨¢s vale en Bolsa. Su presidente, C¨¦sar Alierta, no ha dudado para ello en borrar de un plumazo la herencia de su antecesor en el cargo, Juan Villalonga, deshaci¨¦ndose del ruinoso imperio medi¨¢tico que construy¨® bajo el amparo del Gobierno del PP. Por primera vez, todos los ojos miran hacia una empresa espa?ola cuando se est¨¢ gestando una operaci¨®n. La ¨²ltima ha sido la entrada en el capital de Telecom Italia, donde el mercado espera un nuevo movimiento.
Alierta ha aplicado en las formas y en el fondo una pol¨ªtica totalmente opuesta a la de su antecesor, Juan Villalonga. Huye de las c¨¢maras.
Los que conocen a Alierta dicen que nunca olvidar¨¢ el tal¨®n que entreg¨® al Gobierno alem¨¢n por 8.470 millones por una licencia que no val¨ªa
"No me preocupan las reuniones con analistas para explicar los resultados de Telef¨®nica. Lo que verdaderamente me da miedo es cuando presentan resultados el resto de operadoras europeas y dicen que no van a cumplir las previsiones o revisan sus beneficios a la baja". La frase se la atribuyen a C¨¦sar Alierta alguno de sus ¨ªntimos. Y se refiere ir¨®nicamente al mal comportamiento de sus principales competidores europeos y al efecto negativo que, por contagio, ten¨ªa sobre la cotizaci¨®n de la operadora.
Y es que no s¨®lo le va bien a Telef¨®nica, sino que le va muy mal a sus competidores europeos. La compa?¨ªa espa?ola es el ¨²nico gran ex monopolio de las telecomunicaciones del Viejo Continente cuyo negocio nacional sigue creciendo. El resto sufre una sangr¨ªa de clientes a manos de los competidores que han surgido de la liberalizaci¨®n.
En Bolsa, hace tiempo que Telef¨®nica super¨® en capitalizaci¨®n burs¨¢til a todos sus rivales del Viejo Continente. Pero adem¨¢s es el verdadero motor del sector. Si su acci¨®n baja, las del resto bajan mucho m¨¢s. Tambi¨¦n es la operadora m¨¢s diversificada tanto por negocio como geogr¨¢ficamente. De hecho, la ¨²nica que obtiene m¨¢s de la mitad de sus ingresos fuera del pa¨ªs.
Por eso, cuando el mercado huele que se est¨¢ gestando cualquier operaci¨®n vuelve los ojos a Telef¨®nica. Telecom Italia es el ¨²ltimo cap¨ªtulo. Los bancos italianos buscaron con insistencia a la empresa espa?ola como socio.
Su estructura de costes no es menos envidiable. Acaba de completar el segundo gran expediente de regulaci¨®n de empleo desde su privatizaci¨®n (15.000 empleados), sin conflictos laborales serios y sin que su caja se resienta. Tambi¨¦n ha llevado a cabo ajustes en las filiales latinoamericanas e incluso en la filial de O2 en Alemania. Deutsche Telekom y France T¨¦l¨¦com, ambas controladas a¨²n por el Estado, deben afrontar todav¨ªa esos ajustes y, como en el caso alem¨¢n, en un enrarecido ambiente laboral.
Alierta ha aplicado en las formas y en el fondo una pol¨ªtica totalmente opuesta a la de su antecesor, Juan Villalonga. Huye de las c¨¢maras hasta el punto de ser posiblemente el ¨²nico presidente de una gran operadora mundial que no presenta p¨²blicamente los resultados anuales. No especula sobre las grandes operaciones, sino que las ejecuta con discreci¨®n y decisi¨®n, como ocurri¨® con la compra de la checa Cesky Telecom o de la brit¨¢nica O2.
Por eso, no es de extra?ar que haya liquidado completamente la herencia de su antecesor, desmontando una por una buena parte de sus acciones. Esta semana conclu¨ªa esa labor de liquidaci¨®n con la venta de la productora Endemol, el ¨²ltimo resto del imperio medi¨¢tico que construy¨® Villalonga bajo el amparo del Gobierno del PP y que le cost¨® la friolera de m¨¢s de 2.000 millones de euros en p¨¦rdidas. Antes, Alierta no dud¨® en deshacerse de Antena 3, Onda Cero, la participaci¨®n en Pearson (Recoletos) y de V¨ªa Digital (fusi¨®n con Canal Sat¨¦lite Digital). Asimismo, ha devuelto al redil del grupo a Terra y Telef¨®nica M¨®viles, las dos compa?¨ªas que Villalonga sac¨® a Bolsa junto con TPI-P¨¢ginas Amarillas, vendida el pasado a?o a la brit¨¢nica Yellow.
Telef¨®nica tiene ahora el perfil m¨¢s internacional y m¨¢s europeo de su historia y de cualquier otra gran empresa espa?ola. Del total de sus ingresos en 2006, el 64% provinieron de Europa (el 38% de Espa?a, y el resto de Reino Unido, Alemania, Irlanda, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia). El 36% restante lo obtuvo, b¨¢sicamente, en pa¨ªses de Am¨¦rica Latina.
Tambi¨¦n es la ¨²nica de su sector que compensa mercados en crecimiento con mercados maduros. En el primer caso, ha potenciado su presencia en Am¨¦rica Latina, donde conf¨ªa desplegar toda su potencia a medida que se consoliden los resultados de las reformas econ¨®micas estructurales emprendidas en pa¨ªses como Brasil. En el segundo, Telef¨®nica es el ¨²nico aspirante a convertirse en "campe¨®n europeo", un tipo de empresas cuya necesidad reclama con insistencia la Comisi¨®n Europea, ya que est¨¢ presente en m¨²ltiples pa¨ªses de la UE. Tambi¨¦n ha puesto un pie en Asia, con su alianza estrat¨¦gica con China Netcom.
Las cifras de esa expansi¨®n est¨¢n encima de la mesa. La compa?¨ªa ha triplicado su n¨²mero de clientes en los ¨²ltimos seis a?os y ha incrementado en 13 el n¨²mero de pa¨ªses en los que est¨¢ presente. Cuenta ya con 203 millones de accesos (cierre de 2006) en 23 pa¨ªses, situ¨¢ndose as¨ª como la tercera operadora del mundo por n¨²mero de clientes, s¨®lo por detr¨¢s de dos compa?¨ªas chinas que ¨²nicamente operan en su mercado local.
En este sentido, Alierta se ha quitado una espina que siempre hab¨ªa enturbiado la gesti¨®n de la empresa desde su privatizaci¨®n: la conquista de Europa. Villalonga lo intent¨® primero con Unisource, una alianza con las operadoras de Suiza, Holanda y Suecia. Luego con un acuerdo a tres bandas con British Telecom y la estadounidense MCI-WorldCom. Y como la osad¨ªa del amigo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no ten¨ªa l¨ªmites (aunque los fondos los pon¨ªa la cuota de abono mensual de todos los espa?oles), intent¨® la fusi¨®n con la operadora holandesa KPN, que el propio Gobierno se vio obligado a frustrar.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo fueron las licencias de telefon¨ªa m¨®vil de tercera generaci¨®n en cuatro pa¨ªses (Alemania, Italia, Suiza y Austria), cuyo proceso de adjudicaci¨®n pill¨® en medio del relevo de Alierta. Los que le conocen dicen que nunca pudo olvidar que era suya la firma del tal¨®n que entreg¨® al Gobierno alem¨¢n por 8.470 millones de euros por una licencia que result¨® no valer nada.
Este rev¨¦s no s¨®lo no le hizo batirse en retirada, sino que le espole¨® para volver a dar la batalla en Europa. Pero con otra estrategia completamente distinta: en lugar de poner en marcha nuevos proyectos, comprar negocios maduros y establecidos. Inicia esa nueva pol¨ªtica con la entrada en el mercado checo en 2005, aunque el mayor golpe de efecto fue la adquisici¨®n un a?o despu¨¦s de activos de O2.
Para adaptarse a ese nuevo perfil, ha creado un modelo organizativo regional (Telef¨®nica Espa?a, Telef¨®nica Latinoam¨¦rica y Telef¨®nica O2 Europa) en lugar del enmara?ado organigrama anterior, que desdoblaba responsabilidades tanto por ¨¢rea geogr¨¢fica como por negocio.
El giro y el salto de Telef¨®nica en los seis ¨²ltimos a?os se ha visto reflejado en las principales cifras de su negocio. En este periodo ha logrado aumentar sus ingresos un 86% respecto a los del a?o 2000, hasta alcanzar los casi 53.000 millones de euros, a la vez que se ha conseguido incrementar el beneficio neto desde los 2.505 millones de euros en 2000, hasta los 6.233 millones en 2006 (2,5 veces m¨¢s). Asimismo, el beneficio por acci¨®n ha crecido en estos seis a?os un 94,6%, alcanzando en 2006 los 1,3 euros por acci¨®n.
Y para poner la guinda al pastel, la Bolsa por fin ha empezado a respaldar la gesti¨®n. Entre el 31 de diciembre de 2005 y el 9 de mayo de 2007 (fecha anterior a la ¨²ltima junta), Telef¨®nica registr¨® un aumento en la cotizaci¨®n de su acci¨®n de un 31,5%, hasta alcanzar los 16,71 euros por acci¨®n, una evoluci¨®n que contrasta con la de otras operadoras europeas.
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