Avatares del 11-M
El tribunal que juzga los atentados del 11-M ha debido enfrentarse durante las ¨²ltimas jornadas a dos hechos relevantes, uno sobrevenido y otro previsto en la l¨®gica procesal. A principios de semana, 14 procesados iniciaban una huelga de hambre que, en el caso de Youssef Belhadj y de Rabei Osman el Sayed, se acompa?aba del rechazo a ingerir l¨ªquidos. Los huelguistas se?alaron que adoptaban esta decisi¨®n porque consideran injusta la causa que se sigue contra ellos. Sin embargo, seis de los procesados han vuelto a alimentarse durante las ¨²ltimas horas y los dos que manten¨ªan una huelga de sed han decidido abandonarla, aunque contin¨²en con la de hambre. Ser¨ªa deseable que todos los procesados reconsiderasen una decisi¨®n que, por lo dem¨¢s, ha resultado ineficaz para lograr el objetivo de alterar la marcha del proceso.
El intento de establecer alguna relaci¨®n entre esta huelga de hambre y la que llev¨® a cabo De Juana Chaos, como si los presuntos yihadistas se hubiesen inspirado en el comportamiento del etarra, es malicioso y carece de fundamento. Los procesados del 11-M s¨®lo est¨¢n intentando prolongar la vista oral de un juicio que part¨ªa de una s¨®lida instrucci¨®n y que, hasta el momento, se ha desarrollado de manera impecable. Precisamente la firmeza del juez G¨®mez Berm¨²dez ha sido una de las causas decisivas para que algunos huelguistas abandonasen el ayuno. El prop¨®sito de echar un pulso a la justicia podr¨ªa prolongarse, en particular por parte de los procesados considerados como cabecillas de la c¨¦lula que atent¨® en Madrid. Pero se trata de un pulso en el que no han encontrado contrincante, puesto que el tribunal ha sabido recurrir a las garant¨ªas del Estado de derecho para preservar su posici¨®n de independencia e imparcialidad.
Tambi¨¦n esta semana, y cumpliendo con los plazos establecidos, los peritos han hecho llegar al juez el informe sobre los explosivos. Existen discrepancias entre las conclusiones de los expertos de la Polic¨ªa y la Guardia Civil y las de los que act¨²an a instancia de parte. Las elucubraciones sensacionalistas acerca de la autor¨ªa de los atentados no disponen ya de otro refugio que el an¨¢lisis de los explosivos, y har¨¢n cuanto est¨¦ a su alcance para seguir confundiendo. Habr¨¢ que esperar a que los autores del informe comparezcan ante el juez para que ¨¦ste determine la solidez de los argumentos de unos y de otros, pero conviene hacer alguna precisi¨®n.
La opini¨®n de algunos expertos, en cuyos dict¨¢menes se apoyan quienes sostienen el culebr¨®n de la coautor¨ªa etarra, ha llegado al tribunal por el canal procesal adecuado, lo que demuestra que no existe ninguna "verdad oficial", una expresi¨®n con la que hasta ahora se han pretendido desacreditar algunas diligencias decisivas. Tan oficiales son en este momento las dudas que siembran los peritos a instancia de parte como las conclusiones que avanzan los expertos designados por el tribunal. Al tribunal le corresponde ahora decidir y al resto de los ciudadanos acatar. Incluidos quienes llevan tres a?os enrareciendo la vida p¨²blica con sus fantas¨ªas interesadas y sensacionalistas.
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