Yo lo vi primero
Algunos se me han extra?ado de que acompa?e a Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn en esta pelea electoral, aunque sea en el puesto 33, el ¨²ltimo, sosteniendo el farolillo del honor y del compromiso ¨¦tico. D¨¦jenme recordar.
Corr¨ªa el a?o 1991, malos tiempos para el PSOE, con toda aquella escandalera. Alfredo me llam¨® un d¨ªa para contarme que hab¨ªa tenido un sue?o: renovar desde abajo unas estructuras demasiado escler¨®ticas. Y all¨¢ que nos embarcamos en un congreso extraordinario, yo como ilusorio presidente, ¨¦l como fant¨¢stico secretario general. Naturalmente perdimos, pero tambi¨¦n ganamos, porque en lo cualitativo se introdujo por vez primera el concepto: renovarse o morir. Y aunque desde el partido nos avisaron que "los experimentos con gaseosa", nuestra m¨¢s atrevida propuesta, un voto por delegado -y no por agrupaci¨®n- triunf¨® poco despu¨¦s y es hoy moneda corriente en los congresos del partido. Normal parece, pero no lo era.
S¨¢nchez Monteseir¨ªn tiene un sue?o: un proyecto de ciudad. Por eso vuelvo a estar con ¨¦l
Despu¨¦s, en 1998, cuando las primarias para decidir el candidato a la alcald¨ªa de Sevilla, volv¨ª a apoyarlo y esta vez s¨ª que ganamos. Ya como alcalde, sufri¨® lo suyo, teniendo que lidiar con un socio de gobierno, el Partido Andalucista, que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Apareci¨® entonces en el horizonte el jodido asunto de Tablada, que cost¨® r¨ªos de tinta y muchas horas de resistencia ciudadana. Desde la plataforma Tablada Verde, lo acompa?¨¦ tambi¨¦n contra los lobos del urbanismo. Luego cambi¨® de socio, Izquierda Unida, en estos cuatro a?os ¨²ltimos, que han sido sin duda los m¨¢s fruct¨ªferos para la ciudad de Sevilla.
Los a?os en que se les ha dicho bien claro a los especuladores que aqu¨ª no tienen nada que hacer, y ya ven la que est¨¢ cayendo por ah¨ª. Los cuatro a?os que han renovado el impulso del 92, con la mayor transformaci¨®n urbana que se ha producido desde entonces. En trasportes, en vivienda, en urbanismo productivo, en creaci¨®n de empleo, en cultura, en mejora de los barrios... Mucho m¨¢s que en todos los mandatos anteriores juntos, teniendo en cuenta que el en 92 el verdadero alcalde de Sevilla se llama Felipe Gonz¨¢lez. Y si no, hagan la prueba y traten de recordar algo meritorio, verdaderamente meritorio, que hayan hecho los otros alcaldes de la democracia. Ver¨¢n qu¨¦ chasco.
Pero lo mejor est¨¢ por llegar, se lo aseguro. Y es que Alfredo tiene, adem¨¢s de un sue?o, una idea en la cabeza, un verdadero proyecto de ciudad. Por eso vuelvo a estar con ¨¦l. Pero que quede bien claro que yo lo vi primero.
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