Peque?os borrones con encanto

Si es que a todo buen escribano le sale de vez en cuando un borr¨®n. Y a veces, a pesar de todo, este borr¨®n supera con mucho los mejores trabajos de otros artistas. Steven Spielberg tambi¨¦n ha tenido sus resbalones, y Hook es uno de ellos; para m¨¢s inri, el tropez¨®n ocurri¨® en el campo que mejor domina el director estadounidense: el de los cuentos infantiles para adultos, t¨ªtulos como E.T., el extraterrestre, la trilog¨ªa Indiana Jones, El imperio del sol, Always, Inteligencia artificial, Parque Jur¨¢sico, La guerra de los mundos o Encuentros en la tercera fase, por poner algunos ejemplos. Hook, una revisi¨®n del cl¨¢sico de Peter Pan, pertenece a este subg¨¦nero. El capit¨¢n Garfio, el Hook del t¨ªtulo, ha crecido y ahora tiene el rostro de un exaltado Dustin Hoffman. ?Peter Pan? Se convirti¨® en abogado -la profesi¨®n m¨¢s odiada en Estados Unidos-, el Pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s se qued¨® en alg¨²n recoveco de la memoria, y le surgieron pelos por todos los orificios de su cuerpo, que por eso le interpreta Robin Williams. Ya no hablamos de los ni?os perdidos, ni de la pobre Campanilla -Spielberg, antes del rodaje, se declar¨® enamorado de su Campanilla Julia Roberts; despu¨¦s, cuando se top¨® con la estrella de Pretty woman, se arrepinti¨® de sus palabras-, todos, sepultados por la avalancha del pasado. Hasta que Garfio secuestra a los hijos de Peter. Con Hook, el director homenaje¨® a un cl¨¢sico de la literatura infantil, gast¨® 60 millones de euros en la producci¨®n... y ¨¦l mismo se declar¨® no muy satisfecho del resultado. Aun as¨ª, un spielberg es siempre un spielberg.

Antes, el s¨¢bado, vuelve el loco Max Rockatansky, el ex polic¨ªa que sobrevive en un futuro apocal¨ªptico de arena y escasez de gasolina, con una dureza al estilo Eastwood. Mad Max 2 es la secuela del sorprendente filme australiano con el que Mel Gibson sali¨® catapultado hacia el status de estrella. M¨¢s coches destrozados, violencia elevada al cubo y, aunque el gui¨®n no da para mucho, el filme engancha por su humor y por su talento visual: las coreograf¨ªas automovil¨ªsticas del director George Miller est¨¢n entre lo mejorcito de la historia del cine. Las peleas entre los motoristas salvajes equivalen a un chute de bebida energ¨¦tica. Y estos tragos se agradecen.