"?A esta chica no la convence ni San Pedro!"

La abstenci¨®n electoral, por lo general, beneficia al PP y perjudica al PSOE. Pero esta premisa no siempre coincide. Por ejemplo, en las siete elecciones que ha habido a la Asamblea de Madrid, la de 1991 fue la que registr¨® una menor participaci¨®n. Un 41,18% de los electores se qued¨® en casa. En los comicios, la suma de PSOE m¨¢s IU venci¨® al PP. En las elecciones siguientes, en 1995, con la abstenci¨®n m¨¢s baja de la historia (29,61%), el PP arras¨® al PSOE por 20 puntos.

Ignacio Varela, experto electoral, explica que los datos de 1991 quedan muy lejos y no pueden tomarse ahora como referencia. "La sociolog¨ªa electoral era distinta", explica. "El PSOE, por lo general, tiende a obtener sus mejores resultados cuando la participaci¨®n es alta [alrededor del 80%]", dice Varela. ?l compara la abstenci¨®n entre Fuenlabrada (territorio PSOE) y el barrio de Salamanca (af¨ªn al PP) para demostrarlo. Un total de 15 puntos de diferencia en las auton¨®micas de 2003 frente a cinco en las generales de 2004. "Consecuencia: un empate en las generales frente a 10 puntos a favor del PP en las elecciones a la Asamblea regional", subraya.

Carla Reboll, de 39 a?os, y Carolina Garc¨ªa, de 33, son dos de las 4.496.298 personas con derecho a voto en las elecciones auton¨®micas y municipales que se celebran ma?ana en la regi¨®n. En un encuentro en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, Carla (votante del PSOE) y Carolina (abstencionista de izquierdas convencida) acceden a debatir sobre los candidatos, las necesidades de Madrid y sobre las elecciones de ma?ana. Una y otra tratan de convencerse mutuamente. "Cuando uno no vota al final es un voto que se concede a la derecha", argumenta Carla. "No estoy de acuerdo para nada", replica Carolina.

La vivienda es quiz¨¢ el tema que m¨¢s preocupa a ambas. Carolina, que pertenece a la asamblea V de Vivienda adem¨¢s de a V de no Votes, se pregunta: "?Seguir construyendo? ?Si en Madrid hay 300.000 casas vac¨ªas!". Carla subraya: "Me indigna la venta de suelo p¨²blico. Se deber¨ªa alquilar". Ella conf¨ªa en el PSOE: "Espero que cumplan lo prometido y que haya m¨¢s vivienda y servicios p¨²blicos". Carolina, que ha pasado varias noches acampada en Ciudad Universitaria para protestar por la falta de vivienda, no piensa "votar al menos malo". Porque, opina, "es poco ¨¦tico, aunque el voto ¨²til est¨¦ de moda". Y explica: "Se han detenido a 21 personas que ped¨ªan una vivienda digna. Y la polic¨ªa depende de la Delegaci¨®n del Gobierno, o sea, del PSOE". ?sa es, dice ir¨®nica, "la supuesta izquierda".

"A m¨ª me da terror que mi vida dependa de un cheque", se queja Carla. Habla, c¨®mo no, de la sanidad madrile?a. "Est¨¢n privatizando a saco, Carla", le dice Carolina. "?Claro, por eso me da miedo no votar!", aprovecha su compa?era. El metro, otro quebradero de cabeza. "Es un infierno. Ahora tengo que salir de casa mucho antes, porque sino no llego al trabajo", relata Carla. Carolina menciona a los trabajadores. "Las acusaciones de sabotaje me parecen injustificadas", asegura.

Seg¨²n Carla, Madrid tiene otras carencias, como la falta de guarder¨ªas y plazas de residencias para ancianos. Son propuestas, "mucho m¨¢s importantes que peatonalizar la Gran V¨ªa", una de las ideas de Sebasti¨¢n, su candidato.

Despu¨¦s de hora y media de charla, los argumentos de una y otra no han cambiado sus opiniones respectivas. "?A esta chica no la convence ni San Pedro!", r¨ªe Carla, la ¨²nica de las dos que depositar¨¢ su voto en una urna ma?ana, 27 de mayo.