Ni?os siempre localizados con un chip
Dispositivos en pulseras, prendas o injertados pueden evitar casos como el de Madeleine - 18.000 familias espa?olas conocen el lugar exacto en el que est¨¢ su hijo gracias a un sistema en el m¨®vil
Una madre escocesa fue a recoger a su hijo a la guarder¨ªa y, cuando lleg¨®, descubri¨® que el ni?o estaba ya a unos 60 metros del edificio y se marchaba con unos extra?os. Este caso ha servido a la compa?¨ªa brit¨¢nica Connect Software para vender soluciones que permiten el rastreo de menores. "No deje que esto le ocurra a usted", sugiere Connect en su web. Los padres brit¨¢nicos est¨¢n asustados. En el Reino Unido se denuncian unas 70.000 desapariciones de ni?os cada a?o, seg¨²n los datos de la organizaci¨®n internacional Missing Kids ("ni?os desaparecidos"). Y el caso de la peque?a Madeleine McCann, cuyo rastro se perdi¨® la noche del 3 de mayo en el Algarve (Portugal), ha conmovido a sus compatriotas y despertado el debate ¨¦tico y legal sobre el uso de soluciones que permitan saber, durante las 24 horas del d¨ªa, d¨®nde est¨¢ un ni?o. La evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa permite ya la utilizaci¨®n de tel¨¦fonos m¨®viles con servicios de localizaci¨®n o de dispositivos GPS, e incluso la implantaci¨®n de un chip subcut¨¢neo. Otra cuesti¨®n es si ese control permante del ni?o es ¨¦tico.
Los expertos m¨¢s cr¨ªticos piden una reflexi¨®n ¨¦tica sobre la protecci¨®n de la intimidad
El tel¨¦fono m¨®vil es el dispositivo de rastreo por excelencia ya que, desde el momento en que est¨¢ encendido, es localizable. En Espa?a hay m¨¢s m¨®viles que habitantes (46 millones) y, en el caso de los j¨®venes, la penetraci¨®n de esta tecnolog¨ªa ronda el 71% en la franja de edad de 12 a 14 a?os, y crece hasta el 93% entre los 15 y los 17. Telef¨®nica M¨®viles cuenta con un servicio llamado Local¨ªzame que permite conocer el lugar en el que est¨¢ el tel¨¦fono, siempre que est¨¦ encendido y tenga cobertura.
Para utilizar este servicio se necesita el permiso del propietario del tel¨¦fono rastreado que, en el caso de un menor, es el propio padre. Es complicado saber cu¨¢ntos lo utilizan, pero s¨ª se sabe que el operador cuenta con dos tipos de tel¨¦fono para menores, el Play Pack (para ni?os de entre 8 y 12 a?os y del que se han vendido unas 90.000 unidades en el ¨²ltimo a?o) y el MO1, fabricado con Imaginarium para ni?os de entre 4 y 8 a?os, y del que se vendieron unas 15.000 unidades las pasadas Navidades. La operadora asegura que el 20% de los propietarios de estos tel¨¦fonos (18.000) han activado el servicio Local¨ªzame y que el 10% (9.000) lo han utilizado ya. Estos datos no incluyen, adem¨¢s, los ni?os que utilizan tel¨¦fonos m¨®viles dise?ados para adultos, que son la gran mayor¨ªa. Seg¨²n explica Fernando Mart¨ªnez, de Telef¨®nica M¨®viles, los usuarios de este servicio buscan "peace of mind", es decir, tranquilidad: son padres con hijos peque?os, o familiares de ancianos y dependientes.
En Espa?a, en todo caso, la cifra de desapariciones es muy inferior a la de otros pa¨ªses: el a?o pasado se produjeron unas 100 "desapariciones inquietantes" de menores y se denunciaron 15.000 en total, seg¨²n datos del Cuerpo Nacional del Polic¨ªa, frente a las 70.000 del Reino Unido o las m¨¢s de 700.000 de Estados Unidos, s¨®lo de menores. Por eso, en estos pa¨ªses hay ya infinidad de tecnolog¨ªas para el rastreo de ni?os. La brit¨¢nica Connect Software, por ejemplo, vende brazaletes y ropa con chips en su interior del tama?o de una ficha de domin¨®. Tienen una bater¨ªa que dura unos 5 a?os, y que emite una se?al de radiofrecuencia (RFID) cuando pasa por una antena receptora. S¨®lo funciona, por tanto, en el espacio reducido en el que est¨¦n instaladas esas antenas. El equipo cuesta entre 700 y 1.500 euros.
M¨¢s pr¨¢cticos son los dispositivos GPS, que permiten localizar a quien lo lleva por sat¨¦lite, est¨¦ donde est¨¦. La empresa estadounidense Wherify vende un reloj para ni?os equipado con esta tecnolog¨ªa.
Los m¨®viles, brazaletes, relojes o gorras pueden servir para seguir el rastro de un ni?o que se pierde, pero tienen un inconveniente obvio en el caso de que haya sido secuestrado: el delincuente puede deshacerse de ellos. Por eso, en el a?o 2002 y tras el impactante secuestros de las ni?as Holly Wells y Jessica Champan, el profesor de la Universidad de Reading Kevin Warwick ide¨® un implante subcut¨¢neo que conten¨ªa un microchip que, a trav¨¦s de la red de telefon¨ªa m¨®vil, enviaba se?ales a un ordenador para localizar a la v¨ªctima. Warwick -que ha probado esos implantes en su propio cuerpo- ofreci¨® su invento p¨²blicamente a los padres brit¨¢nicos y recibi¨® cientos de peticiones. Su propuesta fue recibida con un gran esc¨¢ndalo por sus implicaciones ¨¦ticas y la p¨¦rdida de intimidad que implicaba, as¨ª que la desech¨®.
La tecnolog¨ªa, en todo caso, existe. El club barcelon¨¦s Baja Beach de Barcelona ya lo ofrece a sus clientes VIP para evitar colas, y en Puerto Rico se ha probado en el seguimiento de personas con Alzheimer. Pero el debate ¨¦tico tambi¨¦n existe. "?Qu¨¦ tipo de datos incluir¨¢n estos chips, y qui¨¦n los va a usar y para qu¨¦?", se plantea V¨ªctor Domingo, presidente de la Asociaci¨®n de Internautas. "La implantaci¨®n de estas nuevas tecnolog¨ªas, que parecen de ciencia-ficci¨®n, debe traer consigo una reflexi¨®n sobre su uso".
LOS PEQUE?OS Y SU TEL?FONO
La mitad de los ni?os manda al menos un SMS al d¨ªa, seg¨²n Prot¨¦geles.Un 38% de los menores afirma pasarlo "fatal" o sentirse "agobiado" sin su celular.El 41% de los ni?os no se gasta m¨¢s de tres euros en llamadas a la semana.El 65% de los padres cree que los ni?os deben tener m¨®vil por razones de seguridad.
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