Esp¨ªritu Documenta
Kassel vive con pasi¨®n el encuentro art¨ªstico m¨¢s rompedor
De Kassel solamente nos acordamos cada cinco a?os. La ¨²ltima vez fue en 2002 con la Documenta 11. En 2007, entre el 16 de junio y el 23 de septiembre, tiene lugar una nueva edici¨®n -la duod¨¦cima, dirigida por Roger Buergel- de uno de los encuentros de arte contempor¨¢neo m¨¢s significativos e inclasificables, que se desarrolla desde 1955 en esta ciudad alemana en el Estado de Hesse.
Kassel, que hoy cuenta con unos 200.000 habitantes, fue arrasada por los bombardeos aliados durante la II Guerra Mundial (el 22 de octubre de 1943 murieron 10.000 personas, y el 80% de las casas quedaron destruidas). Pero volvi¨® a renacer poco a poco, en buena medida tambi¨¦n de la mano de la Documenta. La cita naci¨® para reivindicar el valor democr¨¢tico del arte contempor¨¢neo, el mismo que los nazis tachaban de degenerado. Y una figura sin la que probablemente no se entender¨ªa este certamen es la del artista alem¨¢n Joseph Beuys (1921- 1986), que reivindicaba, con su teor¨ªa de la soziale plastik, que "todo hombre es un artista".
La Documenta se erige, a trav¨¦s del trabajo de comisarios tan admirados unas veces como denostados otras, en laboratorio multitudinario y reflejo de la complejidad est¨¦tica actual. Este a?o, por ejemplo, Buergel ha incorporado como artista al cocinero Ferran Adri¨¤. Un comisario que ha se?alado las tres claves de las que ha partido y de las que todav¨ªa se nutre este encuentro: ruptura, contingencia y puesta en escena.
Cada edici¨®n ha dejado huellas en las calles de Kassel, un singular museo al aire libre. Los mismos ciudadanos eligen las piezas que formar¨¢n parte del paisaje urbano. Una de las m¨¢s populares se descubre seg¨²n se baja del tren. En la plaza de la estaci¨®n central aparece un hombre caminando con actitud decidida hacia el cielo. Es el Himmelsst¨¹rmer, obra que realiz¨® Jonathan Borofsky (Boston, 1942) para la novena Documenta, en 1992. La figura humana trepa por un gigantesco tubo de hierro de m¨¢s de 20 metros e inclinado 45 grados.
En pos de este rastro art¨ªstico conviene bajar por la Treppenstrasse hacia Friedrichsplatz, donde se encuentra el Museo Fridericianum, edificio neocl¨¢sico del siglo XVIII y sede central de la Documenta. Justo enfrente crece un gran roble que form¨® parte de la iniciativa 7.000 Robles, con la que Beuys quer¨ªa convertir la ciudad en un bosque. Entre 1982 (a?o de la Documenta 7) y 1987 (Documenta 8) plant¨®, con la ayuda de voluntarios, miles de ¨¢rboles por todo Kassel. Se trataba de unir arte, pol¨ªtica y ecolog¨ªa para cambiar el paisaje. En la misma plaza, sobre el antiguo Roten Palais, aparecen tres esculturas de cer¨¢mica a tama?o real conocidas como Die fremden (Los extra?os), una instalaci¨®n de Thomas Sch¨¹tte (Oldenburg, 1954) para la Documenta de 1992. Otro de los s¨ªmbolos art¨ªsticos es el pico de 12 metros de altura que el escultor norteamericano Claes Oldenburg, art¨ªfice de un pop gigantista y par¨®dico, instal¨® junto al r¨ªo Fulda en la s¨¦ptima edici¨®n, hace un cuarto de siglo.
Los hermanos Grimm
Adem¨¢s de arte en la calle, Kassel ofrece museos como el del castillo de Wilhelmsh?he (que alberga una importante colecci¨®n de obras de Rembrandt y de arte antiguo) y el dedicado a Jacob y Wilhelm Grimm. Los hermanos Grimm escribieron aqu¨ª, entre 1812 y 1815, gran parte de sus cuentos, fruto de su af¨¢n recopilatorio de historias orales. En Kassel trabajaron tambi¨¦n en su conocida Gram¨¢tica alemana. Se entiende, pues, que la ciudad sea el epicentro de la Ruta de los Cuentos, que recorre, a lo largo de 600 kil¨®metros, otras localidades alemanas como Bremen (Los m¨²sicos de Bremen), Hamel¨ªn (El flautista de Hamel¨ªn), Bodenwerder (El bar¨®n Munchhausen) o Schwalmstadt (La bella durmiente).
Con el tranv¨ªa n¨²mero 1 se llega hasta los pies de Wilhelmsh?he, el parque m¨¢s importante de la ciudad, que acoge su s¨ªmbolo tur¨ªstico por excelencia: el enorme monumento a H¨¦rcules con sus cascadas (de 1717). Desde la parte m¨¢s alta de Wilhelmsh?he, a los pies de H¨¦rcules, se contempla un mar boscoso con m¨¢s de 400 especies de ¨¢rboles. En este singular espacio natural (que sufri¨® en enero bajo la fuerza del hurac¨¢n Kyrill, con cientos de ¨¢rboles derribados) se van revelando peque?os templos, como el de Apolo, y puentes, como el del Diablo. Un domingo cualquiera, bajo un sol tibio y un cielo azul, mucha gente elige este lugar para un pic-nic.
Una vez en el parque, el que prefiera seguir descubriendo arte puede desviarse por la senda K7. Transcurre hacia el norte hasta el lago Azul (se tarda, m¨¢s o menos, una hora), en cuya orilla aparecen varias esculturas. Es lo que se conoce como la necr¨®polis de los artistas, una algo macabra iniciativa del artista Harry Kramer por la que algunos de los seleccionados en distintas ediciones de la Documenta han podido construir aqu¨ª sus tumbas (Heinich Brummack, por ejemplo, ha convertido la suya en un lugar para que beban los p¨¢jaros; Oscar Blase ha elegido una escultura-t¨®tem a modo de ojo de c¨ªclope). De noche, el lago se transforma en un lugar rom¨¢ntico inundado de niebla.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- Aunque Kassel tiene un peque?o aer¨®dromo, el aeropuerto m¨¢s cercano de l¨ªneas comercialeses el de Francfort, a unos 200 kil¨®metros. En tren (www.db.de),el trayecto dura algo m¨¢s de dos horas y cuesta unos 45 euros.Dormir- Hotel Novostar Kassel (00 495 61 80 76 90; www.novostar.de). Holl?ndische Strasse, 27. Kassel. Un dos estrellas limpio y barato en el centro dela ciudad. La habitaci¨®n doble, entre 68 y 86 euros, seg¨²n temporada.- M?venpick Hotel Kassel (00 49 56 17 28 50; www.moevenpick-hotels.com). Spohrstrasse, 4. Kurf¨¹rsten Galerie. Kassel. La habitaci¨®n doble, entre73 euros y 129 euros.Informaci¨®n- Oficina de turismo de Kassel(00 495 61 70 77 07; www.kassel.dey www.kassel-tourist.de).- Documenta 12 (00 495 61 70 72 70; www.documenta.dey www.fridericianum-kassel.de).Del 16 de junio al 23 de septiembre.- Turismo de Alemania (www.alemania-turismo.com).
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