"Era como el diluvio"

"Era como el diluvio, lo nunca visto". A sus 84 a?os, Mar¨ªa Josefa Cabellos a¨²n tiene el miedo en el cuerpo y no puede dejar de pensar en la odisea vivida la madrugada del martes en su domicilio de Puente de G¨¦nave (Ja¨¦n). Una fuerte tromba de agua, con casi 100 litros por metro cuadrado en un corto espacio de tiempo, provoc¨® la crecida del r¨ªo Guadalimar e inund¨® casas, naves y locales comerciales, adem¨¢s de dejar un rastro de pavor en toda la infraestructura urbana. "La tormenta me pill¨® sola, todos los vecinos salieron huyendo, pero yo no pude y me tuve que subir al piso de arriba hasta que me sacaron los bomberos por la terraza", rememora Mar¨ªa Josefa, a¨²n con voz temblorosa.

Aunque los da?os en enseres son cuantiosos, Mar¨ªa Josefa puede sentirse afortunada, pues su vivienda no va a ser una de las 16 para las que el Ayuntamiento ha decretado su demolici¨®n por las secuelas dejadas por la riada. Otra vivienda prefabricada fue arrancada por la furia del agua y sus inquilinos, Br¨ªgida y su familia -que pudieron abandonarla a tiempo- se encuentran ahora alojados en el albergue municipal.

Cinco d¨ªas despu¨¦s, los municipios de Puente de G¨¦nave y La Puerta de Segura, en la comarca de la Sierra de Segura, intentan recuperarse del mayor sobresalto vivido en muchos a?os, aunque como explica Antonio Jes¨²s Gonz¨¢lez, alcalde porte?o, "lo m¨¢s importante es que no hubo v¨ªctimas". Sin embargo, la normalidad a¨²n tardar¨¢ en llegar, pues las tormentas han seguido esta semana y es mucho el lodo estancado. Gregorio, Francisco Javier y Julio son tres de los voluntarios que no han parado de trabajar en las casas m¨¢s da?adas de Puente de G¨¦nave, al igual que Estrella, que no dud¨® en acudir a achicar agua a casa de familiares afectados.

Unos 130 vecinos tuvieron que ser desalojados de sus domicilios. Entre ellos Emilio Chinchilla y su esposa Rosario Gonz¨¢lez, un matrimonio octogenario de la calle Goya de Puente de G¨¦nave, junto a la ribera del Guadalimar . "Est¨¢bamos acostados y vino mi nieto corriendo a por nosotros. ?Que viene el r¨ªo!, gritaba, y nos salimos envueltos en una manta y en pijama", explica Rosario.

Ella y su marido llevan varias noches durmiendo en casa de familiares, y cuando acuden a su vivienda es para emocionarse por todos los enseres que han perdido. "Tendr¨¢n que ayudarnos, porque con la pensi¨®n de mi marido no podemos recuperar todo lo perdido", exclama. En la misma calle viven Pedro Bautista y su esposa Encarnaci¨®n Garc¨ªa, cuya casa ser¨¢ una de las que se demoler¨¢ por su proximidad al cauce del r¨ªo, aunque el Consistorio ha garantizado que se construir¨¢n otras en una zona m¨¢s segura. "En apenas unos minutos, el agua subi¨® casi dos metros, nos fuimos corriendo pues si esperamos cinco minutos m¨¢s morimos ahogados", narra nerviosa Encarnaci¨®n, que al estar operada de las rodillas hac¨ªa la vida en la planta baja de su casa, que qued¨® totalmente anegada y sin nada que salvar.

Puentes superados

El r¨ªo Guadalimar ha ayudado a conformar la identidad de estas dos localidades segure?as. A finales del siglo XIX se construy¨® en Puente de G¨¦nave un puente r¨¦plica de otro romano, que formaba parte de la v¨ªa romana que un¨ªa el valle del Guadalquivir con Cartagena. Estaba pensado para dar una mayor seguridad a la zona, pero lo que nunca sospecharon los vecinos es que el agua brincara por encima de ¨¦l cuando el cauce se desboc¨® el pasado mi¨¦rcoles. Juan Mart¨ªnez, secretario del Ayuntamiento, lamenta incluso que se haya perdido por completo el paseo construido hace un mes sobre la ribera fluvial. Solamente en mobiliario urbano, los da?os en este municipio de poco m¨¢s de 2.000 habitantes se han estimado en casi 700.000 euros. Tambi¨¦n en la vecina localidad de La Puerta de Segura se construy¨® en la d¨¦cada de los noventa el paseo del Guadalimar, levantado junto al antiguo puente de ¨¦poca musulmana, cuya estrechez provocaba frecuentes inundaciones, pero ninguna de esta dimensi¨®n, como asegura Juan Jos¨¦ Herrera, que junto a sus hijos y nietos observa, estupefacto, los efectos de la riada. "Tuvimos que esforzarnos para que no se inundara la avenida principal del pueblo, nunca hab¨ªamos visto una cat¨¢strofe de esta naturaleza", se?ala el alcalde de La Puerta. Un centenar de familias de esta poblaci¨®n de 2.600 habitantes ha declarado ya da?os en sus casas.