La ins¨ªpida y dorada densidad
La densidad no es calificable desde el punto de vista ¨¦tico; es un concepto moralmente ins¨ªpido, pero econ¨®micamente poderoso. La ampolla inmobiliaria est¨¢ basada en la magnificaci¨®n de la densidad y en la conversi¨®n del campo en periferia. Por eso, el escaso valor del suelo agr¨ªcola comparado con el precio del suelo urbano representa un s¨®lido argumento con un c¨¢lido brillo dorado, que hace atractivo el h¨¢bitat disperso, siempre que se aproveche el proceso qu¨ªmico que transforma la tierra en ladrillo. Quien domine la densidad puede convertir en oro todo lo que posea. La densidad es una ins¨ªpida lapis philosophorum, que est¨¢ siendo utilizada con honestos o perversos fines.
El Diablo habita en la ciudad dispersa, sostiene Ole Bouman, director del Instituto Holand¨¦s de Arquitectura, quien demoniza el fen¨®meno de la suburbanizaci¨®n: "La verdad necesita densidad, concurrencia de extra?os y concurso de ideas. All¨ª donde la densidad no existe, los mitos y las mentiras proliferar¨¢n. (...) 'Dios cre¨® el campo y el hombre la ciudad', pero ahora tambi¨¦n sabemos que el Diablo cre¨® las urbanizaciones". La dispersi¨®n, el sprawl, es malo, una mentira, y adem¨¢s fea. Bouman predica que se dignifique la periferia con t¨®tems, edificios h¨ªbridos, grandes infraestructuras y una nueva agricultura. La ciudad diseminada endeuda a la gente, la enga?a con el sue?o americano y la conduce por un v¨ªa crucis de atascos, accidentes y tiempos perdidos.
San Sebasti¨¢n es un n¨²cleo concluido. El plan de renovaci¨®n urbana de Pasaialdea debe ser tan ambicioso como el bilba¨ªno
Para los pr¨®ximos a?os, Zorrozaurre es el reto de Bilbao, que ha apostado por el poder transformador de la arquitectura
Vitoria tiene su desaf¨ªo futuro en la gesti¨®n del suelo que va a quedar libre con el desv¨ªo de la actual l¨ªnea f¨¦rrea
La seducci¨®n de cierta arquitectura hay que conjugarla con la densidad suficiente
Con la ley de Suelo el poder ha pasado de los promotores a los ayuntamientos
Desde septiembre del a?o pasado, todo ha cambiado en la Ciudad-Regi¨®n vasca, en Euskal Hiria. La densidad ha perdido su color dorado y ha pasado a tener el sabor de los productos bio, que se asocian con la ecolog¨ªa y con el desarrollo "que consume lo justo" (no me gusta utilizar la palabra sostenible). La nueva ley que va a ordenar el suelo, los usos y las edificaciones est¨¢ modificando el poder que ten¨ªa la ciencia urban¨ªstica de trasmutar el suelo en oro. Con esta ley, tres cuartas partes de las viviendas que se levanten en la periferia de las ciudades vascas y cuatro de cada diez de las que se construyan en el centro van a tener su precio limitado. La ins¨ªpida piedra dorada ha pasado de manos de los promotores a manos de la ciudadan¨ªa y de los ayuntamientos.
La nueva ley de Suelo vasca nombra s¨®lo tres veces la palabra arquitectura: una para referirse a la arquitectura rural y dos a la arquitectura bioclim¨¢tica. La arquitectura como arte no existe para la legislaci¨®n urban¨ªstica. Sin embargo, creo, refiri¨¦ndome en concreto a la vivienda p¨²blica, que el poder de seducci¨®n de la arquitectura es grande y que puede generar efectos bals¨¢micos sobre el comportamiento social. Sin imaginaci¨®n, sin innovaci¨®n y sin la evoluci¨®n necesaria de los tipos y modelos de vivienda que alimentan la historia de la arquitectura, vamos a habitar edificios sin alma, sin la energ¨ªa espiritual que sirve de combustible a la vida en comunidad.
La organizaci¨®n pol¨ªtica contempor¨¢nea tiene que apostar decididamente por suprimir las limitaciones municipales y establecer pactos de coperaci¨®n que superen el ¨¢mbito ciudad. Ante la desorientaci¨®n que produce la p¨¦rdida de peso de los territorios hist¨®ricos, devorados por arriba por el Gobierno territorial y por abajo por el poder local, se impone una colaboraci¨®n institucional de banda ancha. En ese sentido, la implantaci¨®n del tren de alta velocidad va a ser el primer ejercicio que pondr¨¢ a prueba la capacidad de di¨¢logo de los diferentes estamentos del poder. La Y ferroviaria va representar un eje estructural fundamental, que dar¨¢ coherencia y unidad a toda la Ciudad-Regi¨®n, en la que sus tres n¨²cleos m¨¢s importantes se funden ya, d¨ªa a d¨ªa, con un ciclo lento de comunicaciones virtuales y reales cada vez m¨¢s intensas.
Vitoria-Gasteiz, autocomplaciente, sin problema de suelo ni de orograf¨ªa y con las expectativas cubiertas de Salburua y Zabalgana, donde habitar¨¢n m¨¢s de 60.000 personas, tiene su desaf¨ªo futuro en la gesti¨®n del suelo que va a quedar vacante con el desv¨ªo de la l¨ªnea f¨¦rrea que a¨ªsla la zona sur del centro urbano. La imaginaci¨®n se reclama para gestionar este corredor ferroviario y un downtown de muy alta densidad estar¨ªa justificado, porque aportar¨ªa identidad al perfil urbano, restando protagonismo a las cuatro torres de iglesia del casco medieval, que con el paso del tiempo han perdido su influencia simb¨®lica.
Donostia-San Sebasti¨¢n ha colgado el cartel de no caben m¨¢s viviendas. Con algunas excepciones, como las verdes colinas de Alza y de Martutene, el planeamiento en curso agota pr¨¢cticamente las posibilidades de nuevos desarrollos. San Sebasti¨¢n es un n¨²cleo concluido y una de sus l¨ªneas naturales de expansi¨®n es el ecobulevar de Donostialdea, que conecta con Pasaia. Euskal Hiria tiene una deuda con la bah¨ªa de Pasaia; la inversi¨®n es necesaria y las actuaciones son urgentes, porque llevan 15 a?os de retraso. El plan de renovaci¨®n urbana de Pasaialdea debe tener la misma ambici¨®n que Bilbao R¨ªa 2000 impuso a la zona de Abandoibarra y que ha supuesto un vuelco para el desarrollo de las riberas del Nervi¨®n. Pero, como dice Ibon Areso, responsable largo tiempo del urbanismo de Bilbao, el entendimiento entre las diferentes administraciones y entes p¨²blicos, m¨¢s incluso si son del mismo partido, es m¨¢s dif¨ªcil y complicado que el entendimiento entre el sector p¨²blico y el privado.
Bilbao no ser¨ªa el mismo sin Ibon Areso, quien tiene muy claro que vivimos en un mundo de marcas y que lo primero que hab¨ªa que hacer era crear la marca Bilbao y ponerla en el mapa. Bilbao en los a?os ochenta se mor¨ªa, como ahora se muere Pasaia, y la renovaci¨®n urbana, la terapia que hab¨ªa que aplicar, ten¨ªa que ser de choque. La creaci¨®n de una sociedad como Bilbao R¨ªa 2000 fue el instrumento adecuado para gestionar el urbanismo, el transporte y el medio ambiente de las zonas metropolitanas, en aquel momento degradadas.
Ahora, el futuro, el reto de Bilbao para los pr¨®ximos a?os es Zorrozaurre. Depu¨¦s de la propuesta para ordenar la pen¨ªnsula que se hizo a Renzo Piano, quien declin¨® el ofrecimiento, hubo que tener valor para trasladar el encargo a Zaha Hadid, una arquitecta que no hab¨ªa realizado hasta entonces ning¨²n trabajo de urbanismo. Asumir riesgos, impregnados de visi¨®n global, dar la confianza justa al valor transformador de la arquitectura y buscar desesperadamente un cierto poder de seducci¨®n es lo hace que Bilbao sea una referencia en el urbanismo contempor¨¢neo.
La seducci¨®n que produce determinada arquitectura hay que conjugarla con la densidad suficiente que requieren las nuevas operaciones urban¨ªsticas. La densidad se sustenta en el aprovechamiento lucrativo, que a su vez descansa su peso sobre la vivienda libre como soporte financiero. La densidad, depu¨¦s de haber perdido su color dorado con la nueva ley de Suelo, no va a ser capaz, por s¨ª sola, de transmutar el terreno en espacio construido y har¨¢ falta una mayor cantidad de oro p¨²blico, o una innovadora magia alqu¨ªmica que desconozco, para que se resuelvan desahogadamente los retos urban¨ªsticos que tiene planteados la Ciudad-Regi¨®n vasca.
Javier Mozas es arquitecto y codirector de a+t, revista de arquitectura.
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