Un africano en tierra de nadie
Coetzee, Gordimer, Soyinka y Luandino Vieira nutren el rico panorama literario del continente
Los estereotipos fraguados para legitimar la expansi¨®n colonial de los europeos en ?frica siguen determinando la percepci¨®n actual del continente y, por descontado, de la literatura que procede de ¨¦l. M¨¢s de un siglo despu¨¦s de la Conferencia de Berl¨ªn, celebrada en 1885, ?frica se contempla a¨²n como la regi¨®n m¨¢s pr¨®xima o m¨¢s fiel a los or¨ªgenes de la humanidad, debido a un equ¨ªvoco ideol¨®gico puesto en circulaci¨®n por la empresa colonial: considerar que la noci¨®n de pueblos atrasados viene a coincidir en todo o en parte con la de pueblos primitivos.
Este sutil desplazamiento de los significados, en apariencia intrascendente, sirvi¨® en su d¨ªa para apuntalar la imagen de ?frica como continente virgen y ajeno a la civilizaci¨®n, impulsada por el colonialismo para disfrazar como iniciativa humanitaria y generosa lo que no era, en realidad, m¨¢s que un proyecto de conquista y apropiaci¨®n imperial. Puesto que la coartada de la empresa colonial era llevar al continente la "luz de la ciencia", hubo que expurgar de su pasado cualquier atisbo de esplendor, y de ah¨ª que se obviase la condici¨®n africana del Egipto fara¨®nico, la pertenencia de una parte de ?frica a imperios hist¨®ricos como el romano o, incluso, la presencia varias veces centenaria de Portugal. Resulta significativo, a este respecto, que el vecino ib¨¦rico tuviese que emplear a fondo sus exiguas capacidades diplom¨¢ticas para no ser excluido de las grandes conferencias coloniales del siglo XIX: su sola presencia desment¨ªa que ?frica fuese el ¨²ltimo gran territorio por descubrir.
La literatura actual no ha podido deshacerse a¨²n de los presupuestos ideol¨®gicos del colonialismo
La imagen de los africanos, por su parte, ten¨ªa que estar en consonancia con la que el colonialismo hab¨ªa forjado del continente. De entonces procede el t¨®pico que los presenta como personajes roussonianos habitando en un id¨ªlico estado de naturaleza y, por tanto, no contaminados por las inevitables perversiones que conlleva el progreso. La contradicci¨®n en la que se adentraba la empresa colonial al apoyarse sobre estos presupuestos no s¨®lo ten¨ªa que ver con el contrasentido de que, en el fondo, daba por descontado que el progreso, ese ¨ªdolo incontestable, era una negaci¨®n de la felicidad y de los valores humanos m¨¢s aut¨¦nticos; ten¨ªa que ver, adem¨¢s, con el hecho de que, si en la teor¨ªa se consideraba a los africanos como portadores de una bondad innata, en la pr¨¢ctica se les somet¨ªa a castigos y vejaciones de b¨¢rbara crueldad. Hasta el extremo de que entre algunos intelectuales africanos de hoy se suele se?alar que la sacralizaci¨®n del Holocausto nazi contra los jud¨ªos, su consideraci¨®n como un fen¨®meno ¨²nico en la historia, obliga a pasar por alto la coincidencia de sus m¨¦todos con los del colonialismo, a los que tambi¨¦n sucumbieron millones de africanos.
La recepci¨®n de la literatura africana actual no ha conseguido deshacerse por entero de los presupuestos ideol¨®gicos que estableci¨® el colonialismo, y que se repitieron punto por punto durante el momento de m¨¢ximo desarrollo del movimiento humanitario, durante la d¨¦cada los 90. La simple expresi¨®n de literatura africana no tiende a interpretarse, en primera instancia, como el conjunto de obras que proceden de ?frica, sino como la literatura escrita por autores africanos de raza negra. Lo m¨¢s grave de esta aproximaci¨®n irreflexiva no es ya que deje fuera a autores blancos de tanta trascendencia como Nadine Gordimer o J. M. Coetzee, sino que, de una manera u otra, confina a los autores negros en el papel de demiurgos de un mundo desconocido, de simples traductores de la realidad africana a la lengua del colonizador. El riesgo que se corre entonces, acentuado por la consideraci¨®n del ¨¦xito de ventas como un criterio determinante de la calidad literaria, es el de acabar considerando como autores africanos de mayor valor a aqu¨¦llos que tan s¨®lo se limitan a confirmar los t¨®picos y estereotipos vigentes entre los lectores europeos.
Son sin duda numerosos los casos de escritores que conjuran este riesgo, algunos con un importante reconocimiento internacional como Wole Soyinka, premio Nobel en 1987. Pero quiz¨¢ una de las trayectorias m¨¢s ilustrativas para reclamar que los autores africanos sean juzgados sobre todo como autores, y no s¨®lo como africanos, destruyendo por fin los prejuicios heredados del colonialismo, es la del angole?o Jos¨¦ Luandino Vieira. Nacido en Portugal en 1935 y criado por su familia en los barrios pobres y marginales de la capital angole?a, Luandino se incorpora al movimiento anticolonial encabezado por Agostinho Neto, el Movimiento Popular para la Liberaci¨®n de Angola (MPLA), y sufre prisi¨®n y confinamiento por parte de la dictadura salazarista. Su obra literaria, con narraciones excepcionales como A vida verdadeira de Domingos Xavier, No antigamente, na vida, Joao V¨ºncio: os seus amores o N¨®s, os de Makulusu, parece quedar en tierra de nadie al recorrer un singular camino creativo. Luandino no parte de las tradiciones orales ni de lenguas como el umbundu para expresarlas en portugu¨¦s, sino que va desde el portugu¨¦s hacia las tradiciones orales y la lengua que conoci¨® en su infancia y que hizo suyas a lo largo de su vida, creando una lengua literaria y una materia narrativa de una perturbadora belleza y originalidad.
Jos¨¦ Luandino Vieira es uno de los autores africanos a los que corresponde el m¨¦rito de obligar a que se reformulen, no ya las respuestas, sino las preguntas que dej¨® establecidas el colonialismo europeo. En 1963, la concesi¨®n del premio Casa do Imperio provoc¨® duras protestas por parte de los escritores portugueses de la ¨¦poca. En 2006, ser¨ªa Luandino Vieira quien rechazase el premio Camoens.
Actos para hoy
- Pabell¨®n Carmen Mart¨ªn Gaite. 13.00 horas: Presentaci¨®n de una nueva colecci¨®n, Viento del Oeste (ediciones del Viento), con Javier Rioyo. - Pabell¨®n de Encuentros Fundaci¨®n C¨ªrculo de Lectores. 11.30: Encuentro con Jos¨¦ Manuel Gal¨¢n por el libro En busca de Djehty. 13.00: Mesa redonda La creaci¨®n hoy en la que intervendr¨¢n los becarios de la Residencia de Estudiantes Andr¨¦s Navarro, Elena Medel, Elvira Navarro e Iv¨¢n Ferrer, moderados por el poeta Luis Mu?oz. 19.00: Conferencia inaugural de la feria: ?frica en el imaginario cultural europeo, a cargo de Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao y debate posterior con los autores Ibrahim Al Koni e Idris Ali.
- Pabell¨®n de Universidades P¨²blicas y UNED. 11.00: Taller: Cuentos motores, El principito y la educaci¨®n f¨ªsica, animaci¨®n a la lectura desde la expresi¨®n corporal.
- Pabell¨®n infantil. 18.30 y 20.00: Cuentacuentos
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