Futbolista, agente y empresario

El empresario Enrique Pina, a quien una lesi¨®n trunc¨® una prometedora carrera futbol¨ªstica cuando jugaba en el M¨¦rida, en Segunda B, es el propietario del Ciudad de Murcia, un proyecto personal creado en 1999 con un claro objetivo: un club profesional y un posterior negocio inmobiliario que le diera ox¨ªgeno, ya que apenas tiene seguidores (los murcianos acuden de forma mayoritaria a ver al Real Murcia). Ello se evidencia en el hecho de que, pese a nacer como sociedad an¨®nima deportiva, incluye en su objeto social la gesti¨®n de instalaciones deportivas, escuelas de deporte y servicios de perfeccionamiento del deporte.

La carrera de Pina al frente del segundo equipo de la capital murciana ha sido mete¨®rica. En tan s¨®lo cuatro a?os lo aup¨® a la Segunda Divisi¨®n y la temporada pasada se qued¨® a dos puntos del ascenso a Primera. En la actual va el cuarto, pero con un juego y una trayectoria que ha encandilado a su exigua afici¨®n, que apenas supera cada domingo el millar de adeptos.

Hombre creado a s¨ª mismo y muy alejado de la alta sociedad murciana, este empresario del municipio de Archena asegur¨® en su d¨ªa a este peri¨®dico, en relaci¨®n con sus aspiraciones inmobiliarias, que "el negocio no es para Enrique Pina, sino para el equipo". "El estadio que queremos hacer no tiene nada detr¨¢s y no se parecer¨¢ a la Nueva Condomina, en la que s¨ª ha habido mucho l¨ªo", a?adi¨® sobre el pol¨¦mico proyecto de Jes¨²s Samper, el due?o del Real Murcia.

Adem¨¢s de propietario del Ciudad de Murcia, Pina es intermediario en la compraventa de jugadores. As¨ª reconoce, particip¨® en su d¨ªa en los traspasos de Helguera al Roma, Flores al Deportivo y Saviola al Barcelona. Por eso consigui¨® que futbolistas importantes, como G¨¹iza, H¨¦ctor Font y Camu?as, actuasen en un conjunto, el suyo, casi sin p¨²blico.

Recientemente, tras conocerse la situaci¨®n l¨ªmite del club ante su elevada deuda, su federaci¨®n de pe?as present¨® en el registro del Ayuntamiento 7.500 firmas instando al alcalde, Miguel ?ngel C¨¢mara (PP), a que encontrara una soluci¨®n para que permaneciera en la capital murciana, la s¨¦ptima de Espa?a en poblaci¨®n y con m¨¢s de 420.000 habitantes.

Las diferencias entre C¨¢mara y Pina son evidentes desde hace semanas y se acrecentaron despu¨¦s de que ¨¦ste expusiera un proyecto para remodelar el estadio municipal y construir una ciudad deportiva en El Palmar, a cambio de la firma de un convenio urban¨ªstico que supon¨ªa el derribo de unas 400 viviendas en el barrio de Santa Mar¨ªa de Gracia y la edificaci¨®n de otras 1.500.

Un d¨ªa despu¨¦s de que Pina lo plantease, C¨¢mara tild¨® el proyecto de "aut¨¦ntico disparate" y argument¨® que no hab¨ªa motivos para rehabilitar un barrio que est¨¢ en perfecto estado y en el que el Ayuntamiento ha invertido ¨²ltimamente "bastante dinero en la renovaci¨®n de fachadas".

La respuesta del due?o del Ciudad de Murcia fue que, sin apoyo municipal, el equipo se deber¨ªa trasladar a otra ciudad en la que s¨ª encontrase ese respaldo y desde entonces han sonado el nombre de localidades en las que hab¨ªa inter¨¦s para acogerlo: Oviedo, Granada y M¨¦rida.