Jean-Claude Brialy, el dandi del cine franc¨¦s
Trabaj¨® con Godard, Truffaut, Chabrol, Lelouch, Bu?uel, Malle, Scola y Tavernier
Fue el protagonista de las primeras pel¨ªculas de Eric Rohmer, Jacques Rivette, Fran?ois Truffaut o Jean-Luc Godard, sobre todo de sus primeros cortometrajes, aunque quien le propuso un buen papel fue Claude Chabrol, en Le Beau Serge (1957). Jean-Claude Brialy debiera ser pues el rostro masculino de la nouvelle vague, pero no es as¨ª porque este actor, nacido en Argelia en 1933, hijo de un coronel del ej¨¦rcito colonial, diversific¨® y multiplic¨® enseguida sus presencias en la pantalla: Lelouch, Bu?uel, Malle, Scola, Broca, Steno, Tavernier, Jugnot y otros muchos tambi¨¦n recurrieron a su talento de int¨¦rprete.
La carrera de Brialy empez¨® en el teatro, como estudiante del conservatorio de Estrasburgo. Y nunca abandon¨® del todo esa forma de expresi¨®n, siendo propietario de dos teatros parisienses. Pero fue el cine quien le dio la popularidad, que ¨¦l supo multiplicar gracias a sus dotes de relaciones p¨²blicas, de hombre que pon¨ªa amigos y proyectos en relaci¨®n.
Entre 1956 y 2006 intervino en m¨¢s de un centenar de t¨ªtulos, siempre en papeles distinguidos, casi siempre respaldando al protagonista. En las dos oportunidades que sus colegas de cine quisieron premiarle lo hicieron como "mejor actor de reparto". Era justo e injusto a la vez. Justo porque Brialy no se tomaba la molestia de elegir, porque en un mismo a?o -1983, por ejemplo- pod¨ªa aparecer en ocho cintas distintas, e injusto porque Le genou de Claire (1970), de Eric Rohmer, por s¨®lo citar un t¨ªtulo, no podr¨ªa existir sin su silueta de barba bien recortada, su voz pronunciando de forma sabrosa las frases m¨¢s alambicadas o su silueta coronada por un sombrero de verano.
Era un actor a la vieja usanza, que hubiera disfrutado dentro de una gran productora, con un contrato que le obligase a intervenir en seis, ocho o diez producciones anuales. La obligaci¨®n se la cre¨® ¨¦l, como obligaci¨®n decidi¨® dirigir algunos largometrajes sensibles pero olvidables o unos libros de memorias repletos de detalles sobre su vida profesional o de la de otros actores as¨ª como sobre sus aventuras galantes, orientadas en su gran mayor¨ªa hacia el sexo masculino.
Ayud¨® muy a menudo a los cineastas debutantes y muy a menudo fue cruel en sus comentarios respecto a la gente que le dirig¨ªa. Siempre con elegancia, de manera discreta, pero sin que el aludido pudiera escapar a su escalpelo.
Le gustaba el registro c¨®mico pero pod¨ªa ser muy preciso en otro dram¨¢tico, en el m¨¢s contenido. Era siempre, eso s¨ª, un int¨¦rprete muy preciso y disciplinado, que encarnaba como pocos una cierta elegancia y despreocupaci¨®n francesa. Con ¨¦l no hab¨ªa lugar para el debate pol¨ªtico pero s¨ª para la ridiculizaci¨®n de un compromiso que iba acompa?ado de cheques millonarios.
Su extensa filmograf¨ªa no explica la importancia del personaje. En el momento de su muerte, todas las voces -de la pol¨ªtica, del teatro, del cine o de la literatura- se han acordado a la hora de rendirle homenaje, prueba definitiva de que fue un hombre tan de su tiempo que corre el riesgo de ser olvidado. Ser¨ªa injusto.
![Jean-Claude Brialy.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UUOO2C4P7QEVB34LHGT6FP7DNI.jpg?auth=387241ca283c1e140257e88f97c05bc3c3805a727276c53df31404056c56ec97&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.