'T¨ºte ¨¤ t¨ºte' de genios
El Museo Picasso expone fotograf¨ªas de Lee Miller sobre el lado m¨¢s ¨ªntimo del pintor
Lee Miller es una de las grandes protagonistas de la fotograf¨ªa del siglo XX. Era guap¨ªsima, simp¨¢tica, inteligente, valiente y brillante, y adem¨¢s fue una de las pocas mujeres de la vida de Picasso que supo aprovechar su relaci¨®n sin quedarse marcada de por vida. Ahora, una exposici¨®n: Lee Miller. Picasso en privado, abierta en el Museo Picasso de Barcelona hasta el 16 de septiembre, bucea en la relaci¨®n entre el genio malague?o y la fot¨®grafa americana, que se cas¨® con Roland Penrose, bi¨®grafo de referencia del artista. A trav¨¦s de un centenar de las m¨¢s de mil im¨¢genes que Miller capt¨® a lo largo de sus 36 a?os de amistad, la exhibici¨®n ofrece una nueva perspectiva del pintor, su familia y su entorno, un grupo excepcional de artistas y pensadores, tan libres y modernos, que las im¨¢genes resultan totalmente atemporales y absolutamente vigentes.
"Aquel verano Picasso y Lee fueron amantes. Estaban convencidos de que compartir la pareja no pon¨ªa en peligro su amistad"
La muestra incluye una selecci¨®n de la actividad de Miller como fot¨®grafa de moda para 'Vogue' y como corresponsal de guerra
Es emblem¨¢tica una foto m¨ªtica que el propio Penrose capt¨® a Mougins, en el verano de 1937, cuando Miller y Picasso se conocieron. En ella, los dos est¨¢n con Paul y Nusch Eluard, Man Ray y Ady Fideline, como en una versi¨®n tableau vivant del D¨¦jeuner sur l'herbe de ?douard Manet: los hombres elegantes y relajados, y las mujeres con los pechos desnudos, desafiantes y hermosas. "Hubiesen podido conocerse en 1929, cuando Miller viv¨ªa con Man Ray, o el a?o siguiente, cuando estaba interpretando un papel en Le sang d'un po¨¨te de Jean Cocteau, pero no fue as¨ª", afirma Katherine Slusher, comisaria de la exposici¨®n. "O nunca lo quisieron decir. A ella le gustaba tener secretos", a?ade Anthony Penrose, hijo de Miller y Roland Penrose, quien vivi¨® en primera persona, aun siendo ni?o, aquellos apasionantes a?os. "Aquel verano Picasso y Lee fueron amantes. Estaban convencidos de que compartir la pareja no pon¨ªa en peligro su amistad, sino que, por el contrario, la reforzaba. Su relaci¨®n se nota perfectamente en los seis retratos que le hizo con el vestido tradicional de las mujeres de Arles", explica Penrose, refiri¨¦ndose a las cinco telas (tan s¨®lo falta una) que constituyen el broche de oro de la muestra. Anthony Penrose, Claude Picasso -quien naci¨® su mismo a?o- y su hermana Paloma, ambos hijos de Fran?oise Gilot, m¨¢s Rosita, hija del escultor Manolo Hugu¨¦, aparecen en la selecci¨®n de vintage, las copias de ¨¦poca que son un buen ejemplo de la capacidad t¨¦cnica de Miller, cuya aportaci¨®n fue fundamental para que Man Ray desarrollase el sistema de la solarizaci¨®n. "Yo fui el ni?o que mordi¨® a Picasso, quien -por cierto- me devolvi¨® el mordisco, arranc¨¢ndome las l¨¢grimas. A?os despu¨¦s busqu¨¦ una eventual cicatriz: hubiese podido tener un Picasso en mi cuerpo", recuerda Penrose.
Tanto las fotograf¨ªas que Miller realiz¨® como colaboradora de su marido, mientras ¨¦ste preparaba el libro Picasso: his life and work, que se public¨® en 1958, como las que capt¨® de forma espont¨¢nea atestiguan que la complicidad entre la atrevida fot¨®grafa de guerra, que estuvo entre los primeros en documentar el horror de los campos nazis, y el mujeriego pintor, que estaba cambiando el curso del arte del siglo XX, continu¨® a lo largo de toda su vida. Si quedaran dudas est¨¢ un conjunto de extraordinarias im¨¢genes de David Douglas Duncan, quien tambi¨¦n acudi¨® a la inauguraci¨®n, que inmortalizan a Miller fotografiando a Picasso en su casa La Californie de Cannes, en 1957.
Para ampliar el conocimiento de Miller, de la que tan s¨®lo organiz¨® una amplia exposici¨®n la Fundaci¨®n Mir¨® hace 16 a?os, la muestra incluye una selecci¨®n de su actividad como fot¨®grafa de moda para la revista Vogue y como corresponsal de guerra, incrustada en las tropas americanas. "Sus im¨¢genes de los destrozos causados por los bombardeos sobre Londres son especialmente representativas de su mirada original, entre ir¨®nica y surrealista", se?ala Slusher.
El recorrido concluye con una sala dedicada a la relaci¨®n entre Roland Penrose y Catalu?a, que visit¨® en sucesivas ocasiones a partir de 1926, estableciendo amistad con el marchante de arte Joan Prats, Joan Mir¨®, Antoni T¨¤pies, Joan Brossa, el arquitecto Josep Llu¨ªs Sert y el fot¨®grafo Joaquim Gomis. "El hilo conductor de la vida de mis padres y de Picasso fue la pasi¨®n por la libertad y la justicia", concluye Penrose.
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