Enemigos ¨ªntimos en el escenario
Bill Gates y Steve Jobs discuten sobre tecnolog¨ªa 30 a?os despu¨¦s
"Juntos. Aqu¨ª. Ahora". As¨ª anunciaba The Wall Street Journal el evento del que ayer hablaba toda la industria tecnol¨®gica: Steve Jobs y Bill Gates juntos, de nuevo, sobre un escenario. Han sido enemigos ¨ªntimos durante 30 a?os, y representan dos visiones muy diferentes de la tecnolog¨ªa: pr¨¢ctica y popular la de Gates y su compa?¨ªa, Microsoft; visionaria y est¨¦ticamente atractiva la de Apple y su fundador, Steve Jobs. La noche del mi¨¦rcoles, en un evento que el diario econ¨®mico celebr¨® en San Diego, ambos departieron durante una hora y media larga sobre el pasado y presente de la tecnolog¨ªa, las posibilidades que se abren en el futuro y su larga relaci¨®n. "Hemos mantenido en secreto este matrimonio durante m¨¢s de una d¨¦cada", brome¨® Jobs.
"Hemos mantenido en secreto este matrimonio una d¨¦cada", brome¨® el creador de Apple
Un matrimonio repleto de peleas y desencuentros, pero es cierto que el de Gates y Jobs es un matrimonio, al fin y al cabo. El presidente de Microsoft desarroll¨® software para el primer Macintosh de Apple y, desde entonces, los fans de esta compa?¨ªa acusan a Gates de haber copiado el interfaz gr¨¢fico -la apariencia- de aquel Mac para crear Windows. El af¨¢n de Jobs por diferenciar sus Apple del resto de los ordenadores ("piensa diferente" ha sido su eslogan) ha provocado que los defensores de Microsoft le tachen de elitista. Jobs lleg¨® a decir de Gates que era un poco "estrecho", y que ser¨ªa un "poco m¨¢s liberal si se hubiera tomado un ¨¢cido alguna vez".
El fundador de Apple, sin embargo, debe mucho a Bill Gates. Fue humillantemente despedido de la compa?¨ªa y volvi¨® 11 a?os despu¨¦s, en 1997, de la mano de una inversi¨®n de Microsoft de 150 millones de d¨®lares que sirvieron para reflotar una empresa que entonces estaba al borde de la muerte. Y Microsoft sigue siendo, a d¨ªa de hoy, el mayor fabricante de programas para Apple.
"Cuando volv¨ª a Apple", explicaba ayer Jobs, "mucha gente en la compa?¨ªa pensaba que para que triunf¨¢ramos Microsoft ten¨ªa que perder. Pero Apple no ten¨ªa que convertirse en Microsoft, ten¨ªa que recordar lo que hab¨ªa sido". Con mucha prudencia, Jobs a?adi¨® que la raz¨®n de esta inquina anti-Microsoft de muchos de sus empleados y clientes se debe, probablemente, a que "Apple invent¨® muchas cosas, y Microsoft tuvo ¨¦xito y, bueno, muchas otras razones que no importan".
La de ayer fue una conversaci¨®n amigable y relajada. Los entrevistadores -los periodistas de The Wall Street Journal Walter Mossberg y Kara Swisher- tuvieron mucho cuidado en no enfrentar a Gates y Jobs en la decena de temas en que compiten y no coinciden: por ejemplo, mientras Jobs defiende un mundo donde la m¨²sica digital fluya libremente gracias a sus iPod, Gates es un defensor ac¨¦rrimo de las tecnolog¨ªas que protegen la propiedad intelectual en su reproductor musical Zune.
Jobs y Gates discutieron sobre nuevas tecnolog¨ªas como los ordenadores t¨¢ctiles o los dispositivos m¨®viles, y coincidieron en destacar que este periodo ser¨¢ recordado como uno de los m¨¢s innovadores de la historia. Y se echaron m¨²ltiples piropos. Jobs declar¨® su admiraci¨®n porque Gates "construy¨® la primera compa?¨ªa de software, antes de que nadie supiera lo que era". El presidente de Microsoft, mientras, cree que Jobs es "un adelantado a su tiempo", ya que fue el primero que imagin¨® un PC para las masas, el Apple II.
El fundador de Apple, vestido con el uniforme que le ha hecho famoso -jersey negro de cuello alto, vaqueros y zapatillas-, termin¨® recitando una frase de una canci¨®n de The Beatles: "T¨² y yo tenemos recuerdos m¨¢s largos que la carretera que tenemos por delante".
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