El cambio no deseado
A estas alturas lo ¨²nico que queda claro de tanta campa?a electoral y sesudos an¨¢lisis posteriores es que el ciudadano de esta naci¨®n de provincias y comarcas no est¨¢ por el cambio. ?Madrecita, que me quede como estoy! fue la exclamaci¨®n m¨¢s escuchada en las urnas. Y hasta estoy por decir que as¨ª lo quer¨ªan algunos mandamases del PSOE en Madrid. Un Joan Ignaci Pla ganador hubiera sido insufrible. Zapatero no quiere barones hist¨®ricos con poder.
Los votantes, para dejarlo m¨¢s claro, votaron en blanco en algunas listas del PP (Castell¨®n) para evidenciar su protesta contra algunas decisiones de este partido, pero no se les ocurri¨® la opci¨®n del cambio a otra lista. Riesgos, los justos. Solo los asume Carlos Fabra cuando, tras arrasar en esta Diputaci¨®n, sigue cayendo una y otra vez en el grave desprop¨®sito de meterse con los medios de comunicaci¨®n y los periodistas.
Pero por la izquierda ni se enteraron del cambio que promet¨ªan. PSOE y Comprom¨ªs se canibalizaron como pudieron sus propias carnes y hasta la pr¨®xima, si son capaces de sobrevivir en la tierra de nadie. Pero igual se dan por no enterados y creen que esto se arregla ofreciendo un par de cabezas a San Rodr¨ªguez Zapatero. Error. Todo el Comit¨¦ Nacional del PSPV-PSOE tendr¨¢ que asumir hoy que es corresponsable del error decretado por los sabios de Madrid, porque en su momento defendieron aquella propuesta electoral como Fuenteovejuna. Aunque les ser¨¢ dif¨ªcil tama?a conclusi¨®n, porque ni siquiera saben explicarse que existe un l¨ªmite en el zumo que se puede extraer de una naranja: el programa pol¨ªtico del progresismo valenciano de hace veinte a?os est¨¢ agotado.
Nadie quiere el cambio mientras tenga tarjeta de cr¨¦dito. Incluso es peligroso utilizar esa propuesta que se puede volver en contra. Ah¨ª est¨¢ el lema de Mar¨ªa Jos¨¦ Catal¨¢, flamante alcaldesa del PP en Torrente, que con 26 a?os propon¨ªa Tiempos de cambio, el mismo lema que el PSOE de Juan Maria Calles, Bres¨® o Alborch pero que ha contado con el voto mayoritario de los votantes. ?Pero el cambio no lo tra¨ªa el PSOE de Zapatero? Pues no. Hasta el t¨¦rmino "revoluci¨®n" est¨¢ en la p¨¢gina web de Mar¨ªa Jos¨¦, 26 a?itos y el ojo izquierdo de Seraf¨ªn Castellano y Francesc Camps. ?Qu¨¦ har¨¢ ahora Vicente Betoret?
El cambio es un lema que agota de solo pensarlo y resulta peligroso cuando juega con cosas de comer. Durante los ¨²ltimos a?os ecologistas, sesudas ministras y agitadores del negocio se han pasado el d¨ªa amenazando de las consecuencias del ladrillo en nuestro litoral, de la agon¨ªa de las rentas familiares con tanta hipoteca. Hab¨ªa que cambiar la dependencia del sector. Pues hecho. En la Feria Inmobiliaria que hoy cierra en Madrid se venden a miles apartamentos de empresas espa?olas construidos en Brasil, Marruecos, T¨²nez o Hungr¨ªa y no se estrenan quienes tienen ofertas en nuestras costas. ?Este es el cambio que quer¨ªan los cuidadores de la playa? Un gran cambio: la deslocalizaci¨®n del ladrillo y el paro.
Nadie cambia ni por necesidad. Nos hemos aburguesado compa?eros. Los administrativos que viven en Alicante no quieren ir todos los d¨ªas a Novelda por mil euros al mes. O viceversa. Y el mec¨¢nico est¨¢ encantado haciendo unos trabajos extras con un grupo de rumanos y todo son ingresos limpios. ?Hacen algo los inspectores? ?Hacen algo los sindicatos? ?Ojo se?ores! No me cambien las costumbres. ?Alguien va a reconocer el riesgo del carajillo en los accidentes de trabajo? No hay sindicato que se atreva a ese cambio en sus cursillos de seguridad. D¨¦jese usted de tonter¨ªas que los coches vienen ahora con cambio autom¨¢tico. Eso es una ilusi¨®n y no lo del cambio pol¨ªtico.
Eso del cambio es una entelequia que ya no enamora. Seduce Rita, que es un bien tangible. El ¨²ltimo ejecutivo del IESE que le pidieron que aplicara un cambio empresarial bajo el lema de "qui¨¦n se ha llevado mi queso" (Spencer Jonson) en una f¨¢brica de turrones, todav¨ªa anda a carcajadas en una f¨¢brica de Chile que envasa con licencia de Xixona. Mejor no cambiar nada. ?Si nos va tan bien con Camps para qu¨¦ cambiar? Como mucho, para las generales limpiaremos un poco la casa.
(*)www.jesusmontesinos.es
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