Europa recibe con recelo el plan de Bush para luchar contra el cambio clim¨¢tico

Lejos de las aspiraciones europeas queda el plan de lucha contra el cambio clim¨¢tico propuesto el jueves por EE UU, el pa¨ªs que m¨¢s gases contaminantes vierte a la atm¨®sfera. Las palabras de los l¨ªderes europeos fueron comedidas. Pero no ocultaban la frustraci¨®n ante la negativa de Washington de acordar un programa obligatorio de reducci¨®n de gases contaminantes en el marco de la ONU que entrar¨ªa en vigor a partir de 2012, a?o en el que expira el vigente Protocolo de Kioto. El Gobierno alem¨¢n dijo ayer que el papel de la ONU en las negociaciones del clima "no es negociable".

Tambi¨¦n en Berl¨ªn, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, tuvo duras palabras para la propuesta estadounidense. "Estados Unidos tiene una responsabilidad especial por ser un gran contaminante. Hace falta una posici¨®n m¨¢s ambiciosa por parte de EE UU", estim¨®, aunque horas m¨¢s tarde, Barroso indic¨® en un comunicado que "los compromisos de Bush caminan en la buena direcci¨®n".

El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, fue uno de los pocos l¨ªderes europeos que sali¨® al rescate de su amigo el presidente Bush. "Por primera vez, Estados Unidos dice que quiere formar parte de un acuerdo global", dijo a la cadena de televisi¨®n Sky News durante su gira africana. "Supone un enorme paso respecto al lugar en el que nos encontr¨¢bamos hace algunos a?os", a?adi¨®.

El plan estadounidense ha sepultado las esperanzas de que los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo m¨¢s Rusia alcancen la semana que viene en Heiligendamm (Alemania) compromisos concretos y vinculantes, como pretend¨ªa la canciller alemana, Angela Merkel. Presidenta de turno de la Uni¨®n Europea y del G 8, Merkel aspiraba hasta el jueves a que los siete pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo m¨¢s Rusia se comprometieran en Heiligendamm a iniciar las negociaciones para limitar en dos grados el calentamiento del planeta, para lo que los pa¨ªses industrializados deber¨ªan reducir en un 50% sus emisiones en 2050, tomando como referencia las de 1990.

Pa¨ªses m¨¢s contaminantes

Merkel hab¨ªa concebido Heiligendamm como el punto de partida de unas negociaciones cuyo pistoletazo de salida oficial tendr¨¢ lugar en diciembre en la cumbre que Naciones Unidas celebrar¨¢ en Bali. Los deseos de Bush de funcionar por libre en este tema y su propuesta alternativa de lograr un acuerdo al margen de la ONU con los 15 pa¨ªses m¨¢s contaminantes del planeta auguran un sombr¨ªo futuro al c¨®nclave indonesio de finales de a?o. Bush anunci¨® a bombo y platillo hace dos d¨ªas un plan difuso y a largo plazo para reducir las emisiones de CO2, que adem¨¢s deber¨¢ contar con el dif¨ªcil concierto de pa¨ªses como China e India para entrar en vigor.

El plan supone, no obstante, un giro copernicano en la pol¨ªtica ambiental y energ¨¦tica de una Administraci¨®n hasta hace bien poco reticente a aceptar la evidencia cient¨ªfica de que el planeta se calienta a marchas forzadas y de que la acci¨®n del hombre tiene mucho que ver en este proceso.

Bush propone centrar sus esfuerzos en los avances tecnol¨®gicos y conf¨ªa en que por s¨ª solos acarreen una importante reducci¨®n de emisiones contaminantes. Una vez m¨¢s, Estados Unidos, que no ha ratificado el Protocolo de Kioto -por el que los pa¨ªses desarrollados se comprometieron a reducir un 5,2% sus emisiones de efecto invernadero respecto a lo que emit¨ªan a principios de los noventa- evit¨® comprometerse a recortes obligatorios.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, se encarg¨® ayer de dejar por escrito la interpretaci¨®n comunitaria de la propuesta de Bush: "Confirma la cl¨¢sica l¨ªnea estadounidense en materia de cambio clim¨¢tico: reducciones de emisiones voluntarias, nada de comercio de emisiones y objetivos vagos". Barroso insisti¨® en la misma idea en una entrevista con el diario Financial Times Deutschland: "Estados Unidos pone mucho ¨¦nfasis en los instrumentos del mercado a la hora de luchar contra el cambio clim¨¢tico y tiene raz¨®n", apunt¨®. "Pero los mecanismos de mercado no funcionan sin objetivos de obligatorio cumplimiento".

Las cr¨ªticas m¨¢s duras llovieron, como era de esperar, de colectivos ecologistas de un lado y otro del Atl¨¢ntico, que consideraron los planes de Bush una cortina de humo con la que pretende boicotear la cumbre del G 8 y una estrategia para ganar tiempo sin asumir compromisos concretos.

Pese a la reserva de sus socios europeos, el presidente estadounidense se mostr¨® muy confiado, en declaraciones al peri¨®dico Frankfurter Allgemeine Zeitung, en que su iniciativa ser¨¢ bien recibida por la canciller alemana, con la que almorzar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 6, fecha en que comienza la cumbre.

Luiz In¨¢cio Lula da Silva, presidente de Brasil, uno de los principales emisores mundiales de di¨®xido de carbono, y por tanto directamente concernido por la propuesta de Bush, dijo ayer que esperar¨¢ a o¨ªr su contenido directamente de su hom¨®logo estadounidense durante la cumbre del G 8, informa Reuters. "El hecho concreto", a?adi¨®, "es que la iniciativa del presidente Bush no eclipsar¨¢ el protocolo de Kioto y otras decisiones multilaterales, ya que se basa en (reducciones) voluntarias". Lula se reuni¨® ayer con el ex presidente chileno, Ricardo Lagos, enviado especial de la ONU para el cambio clim¨¢tico, con el que analiz¨® el problema del calentamiento global. Lagos destac¨® el hecho de que EE UU haya admitido que los pa¨ªses que contaminan m¨¢s deben limitar las emisiones.