La revoluci¨®n ciudadana
El micropoder es la capacidad de los ciudadanos, organizados en redes aprovechando las nuevas tecnolog¨ªas, para influir en la toma de decisiones del poder pol¨ªtico y econ¨®mico. Dicho as¨ª suena complicado, pero si repasamos distintos sucesos cuyos or¨ªgenes estuvieron en la red podremos entender mejor su influencia en el mundo actual. Cuando un blog informaba sobre la relaci¨®n entre Monica Lewinsky y el presidente Clinton, pocos imaginaban que derivar¨ªa en un proceso que acabar¨ªa con el ex presidente testificando desde el Despacho Oval. Actualmente se habla ya de una Web 2.0 para referirse a fen¨®menos como YouTube o MySpace, donde los ciudadanos son protagonistas del proceso de la comunicaci¨®n interpersonal y social.
Los ciudadanos, organizados en las nuevas rees tecnol¨®gicas, pueden influir en la toma de decisiones
El uso de las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n, nacidas de la digitalizaci¨®n, est¨¢ revolucionando las relaciones entre el poder constituyente y el poder constituido. Los pol¨ªticos, los empresarios y los medios de comunicaci¨®n siguen, con una mezcla de curiosidad y recelo, la evoluci¨®n de los ciudadanos participativos en esta nueva sociedad de la informaci¨®n: los denominados "tecnoinfluyentes". Superado el crash de las empresas punto com a finales de los noventa, las nuevas tecnolog¨ªas han resurgido con fuerza y ahora tenemos una idea m¨¢s clara del papel que deben ocupar en la sociedad. Por eso no es de extra?ar que, en 2006, la revista Time eligiese al usuario de internet como la "Persona del A?o".
Hoy los ciudadanos pueden influir en las elecciones a trav¨¦s de sus opiniones en blogs, denunciar casos de violaci¨®n de derechos humanos o asociarse para compartir experiencias y tomar decisiones conjuntas. Esta capacidad terminar¨¢ cambiando la relaci¨®n de los pol¨ªticos con la gente. El micropoder contagia su interactividad caracter¨ªstica al sistema pol¨ªtico para pasar de un gobierno unidireccional (del poder pol¨ªtico a los ciudadanos) a un gobierno bidireccional (de los ciudadanos al poder pol¨ªtico y de ¨¦ste a los ciudadanos).
La posibilidad real de que la participaci¨®n de una ciudadan¨ªa activa contribuya a que el sistema democr¨¢tico se regenere se est¨¢ abriendo paso gracias a la revoluci¨®n digital. La acci¨®n pol¨ªtica as¨ª entendida desarrolla una red de relaciones humanas que se mantienen a trav¨¦s de un constante di¨¢logo interactivo (hablar y escuchar), posibilitado por las nuevas tecnolog¨ªas. En este sentido, la actividad de los lobbies se convertir¨¢ en una labor m¨¢s abierta y transparente. Ya no ser¨¢ una funci¨®n reservada a las grandes organizaciones, sino que los grupos de inter¨¦s social podr¨¢n participar en el di¨¢logo con el poder pol¨ªtico para transmitir sus preocupaciones. El micropoder tambi¨¦n se manifiesta en el ¨¢mbito empresarial. La creciente importancia de los accionistas minoritarios ha convencido a los consejos de administraci¨®n de las empresas de que ¨¦stos son actores clave, especialmente cuando son capaces de organizarse en foros de discusi¨®n al margen de las juntas generales anuales.
El micropoder nunca reside en el individuo aislado, sino en la persona entendida en su ¨¢mbito relacional propio. Es decir, que el protagonismo de cada individuo es, en realidad, coprotagonismo; y se traduce en la conjugaci¨®n de dos conceptos clave para la articulaci¨®n de una pol¨ªtica centrada en la persona: autonom¨ªa e integraci¨®n. S¨®lo cuando la persona es consciente de la capacidad de influencia y acci¨®n que le da la integraci¨®n con otras personas surge el micropoder.
Los ciudadanos, los consumidores y los accionistas son ahora m¨¢s relevantes porque se han convertido en nodos de unas redes sociales cada vez m¨¢s influyentes. Los poderes cl¨¢sicos deber¨¢n aprender a relacionarse con estos nuevos participantes en el gran juego de la sociedad. El micropoder obligar¨¢ a entrar en un nuevo tipo de juego, en el que el poder constituido necesitar¨¢ buscar la alianza con el ciudadano y comprender que los tiempos del ostracismo y del despotismo han quedado relegados en favor de la transparencia.
Javier Cremades es presidente de Cremades & Calvo Sotelo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.