El 'show' renal de Holanda

El canal televisivo holand¨¦s BNN consigui¨® el pasado viernes con su programa El gran espect¨¢culo del donante lo que numerosas campa?as oficiales llevan a?os tratando de lograr sin ¨¦xito: m¨²ltiples donaciones de ¨®rganos. En una hora y media de emisi¨®n, la farsa en la que una supuesta enferma incurable de c¨¢ncer ceder¨ªa un ri?¨®n antes de morir a un paciente renal a elegir entre tres candidatos, llev¨® a unos 30.000 espectadores a pedir el carn¨¦ de donantes. Seg¨²n datos de la propia BNN, otras seis personas estar¨ªan dispuestos a regalarlo en vida. La confabulaci¨®n fue presentada con tanto verismo que atrajo a 1,2 millones de espectadores.

La emisi¨®n de este te¨®rico reality show, que iba a tener en vilo al pa¨ªs durante una semana, hasta que la presunta donante se decidiera por uno de los tres receptores, caus¨® revuelo y pol¨¦mica en toda Europa.

Una vez recuperado el aliento, pol¨ªticos y asociaciones de enfermos renales aplaudieron tambi¨¦n la idea. Ronald Plasterk, ministro de Cultura y Medios de Comunicaci¨®n, dijo que era "una farsa sensacional para sensibilizar al p¨²blico". La Fundaci¨®n del Ri?¨®n pas¨® de denunciar el mal gusto del concurso original, a agradecer la publicidad que se hab¨ªa hecho de un problema acuciante. Y el primer ministro democristiano, Jan Peter Balkenende, que no vio el programa porque "daba una imagen mala de Holanda" respir¨® aliviado al comprobar que se trataba de un truco. Cerca de un centenar de abonados de BNN, por el contrario, se dieron de baja por culpa de "un rato de televisi¨®n absurda".

Semejante montaje hubiera sido imposible en Espa?a. Aqu¨ª, si alguien quiere donar un ri?¨®n a un familiar o un amigo, puede hacerlo, pero demostrando ante un juez esa relaci¨®n para que se descarte una transacci¨®n econ¨®mica. Este control no es tan estricto en todos los pa¨ªses, como en Holanda.